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Portada meridional

Identificador
40520_01_012
Tipo
Fecha
Cobertura
41º 25' 5.70'' , -3º 22' 22.13''
Idioma
Autor
Clara Martín García
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Juan Evangelista

Localidad
Ayllón
Municipio
Ayllón
Provincia
Segovia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
SAN JUAN EVANGELISTA se localiza al sur de la ladera del Cerro del Castillo, próximo al camino que conduce a Francos. Se trata de un magnífico ejemplo del románico de la Villa de Ayllón, descrito por el cronista Artigas de la siguiente manera: “templo románico de una sola nave, con coro rectangular, ábside cilíndrico, torre cuadrada al noroeste y una puerta a cada uno de los costados”. Se trató de una de las muchas parroquias de la villa que con los años fue perdiendo importancia llegando a suprimirse en 1796, y dado su estado ruinoso, en 1820 y durante años posteriores se empleó como cementerio. La decadencia continuó avanzando a lo largo del siglo XX y ya en los años 70 fue adquirida como propiedad particular realizándose la restauración y rehabilitación de parte del templo en vivienda. Hoy se conservan la magnífica cabecera, ambas portadas, parte de los muros y la capilla gótica de los Daza, todo ello en sillería de caliza, nada se sabe de la torre que aún en 1920 se mantenía parte en pié aunque bastante destruida. La iglesia de San Juan se caracteriza por tener una cabecera un tanto peculiar ya que el ábside no es semicircular, sino que se prolonga el círculo creando una ligera forma de herradura. Asimismo se trata de la parte del templo que se encuentra mejor conservada dado que se restituyó la cubierta de bóveda y cúpula de sillería originarias que se habían derrumbado con el paso de los años. Cuenta con tres ventanas aspilleras, todas ellas son de arco de medio punto con triple arquivolta al interior y doble al exterior, estando decoradas con el clásico ajedrezado, bolas y baquetón. Estrellas de cuatro puntas similares a cabezas de clavos, decoran todos los cimacios de las vanos. Por otro lado, la decoración de los capiteles acodillados , al interior, es igual en cada uno de los situados en el ábside. Se trata de una ornamentación a base de una hoja muy esquemática en cuyo centro hay una bola, bastante inusual en el románico de la zona. En el vano situado en el lado de la Epístola del tramo recto, uno de los capiteles representa unos pájaros picoteando el suelo. La ventana del lado opuesto fue cegada por un sepulcro de estilo gótico que aún se conserva en ese mismo lugar. Al exterior la decoración de los capiteles pertenecientes al ábside varía, combinándose el encestillado en zigzag con esquemáticas arpías con las alas desplegadas. En el caso de los situados en el presbiterio son unos guerreros confundidos con el entrelazado vegetal los que ornamentan los capiteles. La cubierta tanto del ábside como del tramo recto estaba totalmente derruida, pero aún así muchos de los canecillos se conservaron en su lugar mientras que otros volvieron a ser colocados. Se trata de una magnífica colección que combina animales y figuras humanas, mayormente femeninas. Son destacables algunos de ellos que muestran reptiles así como guerreros con sus armas. El paso de la cabecera a la nave se realiza a través de un arco ligeramente apuntado de sillería cuyo apoyo son dos capiteles, el del lado del evangelio decorado con las mismas hojas esquemáticas que envuelven una bola, mientras que en el situado en el lateral de la epístola es un felino simplificado el que toma protagonismo. Los cimacios de dichos capiteles son una prolongación de la línea de imposta taqueada que recorre toda la cabecera. Las basas que sirven de apoyo a las semicolumnas son de doble toro, el superior mucho más fino que el inferior, y ambos está ornamentados con doble línea de fino sogueado. De la nave se desconoce su altura originaria así como su cubierta, únicamente se conserva parte de sus muros que pueden aproximarnos a averiguar su longitud original. Igualmente ocurre con la torre, hoy completamente desaparecida, pero descrita por el cronista Artigas de la siguiente manera: “la desmochada torre, situada a un costado de la cabecera de la nave, conserva las ventanas románicas del primer cuerpo, pero han desaparecido las del superior. [...] Junto al coro y al lado del evangelio se abre la pequeña puerta adintelada de la lóbrega sacristía, situada en la torre, y desde la cual, por buen caracol, se ascendía al cuerpo de campanas”. Según un dibujo realizado en 1920, la torre tenía, en el primer cuerpo, una ventana en los frentes este y oeste, estando en ruinas el segundo. En el muro sur de la nave se edificó una amplia capilla gótica gracias al mecenazgo de la Familia de los Daza la cual sirvió de lugar de enterramiento, y que hoy se mantiene casi intacta, pero que como consecuencia de su construcción fue necesario tapar parte de la portada occidental del templo, de cuatro roscas decoradas con baquetones, taqueado jaqués, bolas y flores estrelladas con roleo, alternando el número de puntas, que vuelven a repetirse en los cimacios. En origen serían cuatro las columnillas de la portada, pero actualmente sólo se mantienen las dos del flanco izquierdo, las cuales conservan igualmente el capitel, uno de ellos decorado con arpías que han sido retalladas, y el otro, con doble cimacio, de dos leones afrontados pero también descabezados. Es destacable el crismón dentro de un círculo que remata la portada en las arquivoltas superiores del arco y que fue tallado una vez estuvo colocada la portada en su lugar. El acceso sur es de triple rosca descarada a base de diferentes tipos de flores estrelladas, con anchos boceles y fino zigzagueado. Al tratarse de una portada de menor envergadura solamente hay dos columnillas, teniendo uno de los capiteles la decoración ya vista de dos leones afrontados, mientras que en el opuesto aparece una escena figurada pero dado el mal estado de conservación es bastante difícil conocer su iconografía. Los cimacios presentan la decoración floral ya comentada para la otra portada. Entre las ruinas de la iglesia se encontró una antigua pila bautismal, actualmente empleada como fuente, de piedra caliza tallada a trinchante decorada con grandes ondas en bajorrelieve, con pie troncocónico. Las dimensiones de la pila son de 93 cm de diámetro y 89 cm de altura, mientras que la longitud total es de 113 cm. Finalmente habría que señalar que dadas las características arquitectónicas y decorativas del edificio su datación aproximada sería el último tercio del siglo XII.