LA ERMITA ES UN EDIFICIO de pequeñas dimensiones situado en medio del pueblo, con una casa adosada en su costado septentrional. Se trata de una sencilla construcción románica -recientemente restaurada- que asienta parte de sus cimientos sobre la propia roca. La fábrica original, erigida a comienzos del siglo XIII, consta de una sola nave y de un ábside semicircular precedido de tramo recto, levantado todo ello en aparejo de mampostería con refuerzos de sillería en esquinas y vanos. El ábside, de menor altura que la nave, presenta en su eje una pequeña ventana aspillera que constituye el único punto de luz del edificio. Sus muros se rematan con una cornisa lisa soportada por una colección de canecillos de proa de nave. En el interior se cubre con bóveda de horno en el tramo curvo y de cañón en el presbiterio, arr ancando en ambos casos de una imposta biselada que recorre toda la capilla. La nave, por su parte, está recorrida en la parte inferior por una bancada de piedra y se cubre con una bóveda de cañón dividida en tres tramos por medio de dos arcos fajones de medio punto que descansan sobre pilastras adosadas a los muros. La plementería presenta la particularidad de alternar hiladas de sillares calizos con otros de toba con la intención de aligerar el peso de la misma. En el siglo XVI la ermita experimentó algunas reformas que alteraron el primitivo aspecto de su fábrica. En esos momentos se adosaron en el lado sur una sacristía de planta cuadrada cubierta con una bóveda de terceletes y un pórtico, al tiempo que se remodelaban la portada principal, el arco triunfal y se realizaban las pinturas de la cabecera. En la centuria siguiente se levantó la espadaña y se sustituyó la vieja cornisa románica por la actual.