Identificador
31395_06_002
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 38' 42.89'' , -1º 31' 11.03''
Idioma
Autor
Carlos Martínez Álava
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Leoz
Municipio
Leoz
Provincia
Navarra
Comunidad
Navarra
País
España
Claves
Descripción
LA PARROQUIAL DE LA NATIVIDAD ha sufrido diversas reformas a partir del siglo XVI. De la construcción primitiva se conservan parte de los muros perimetrales con sus soportes y la portada. En las excavaciones efectuadas en 1984 en el interior del templo se descubrió, justo delante del presbiterio, la cimentación de la cabecera original de traza semicircular. Por tanto, la ampliación y reforma de la iglesia medieval supuso la construcción de un nuevo presbiterio rectangular y la sustitución de la antigua cabecera semicircular románica por otro tramo rectangular que pasó a formar parte de la nave. El primer templo románico, de pequeñas dimensiones (algo más de 13 metros de longitud), mostraría nave de tres tramos rectangulares y cabecera semicircular, según modelos que en la zona han conservado las parroquiales de Sansomáin o Santa María de Aibar. Como es frecuente, esta ampliación y reforma de la parroquial románica coincide con el notable crecimiento demográfico observado en el siglo XVI. El interior se cubre de nuevo con bóveda de cañón apuntado, reforzada por potentes fajones apuntados de sección cuadrada. No obstante, el resultado es diferente a lo habitual, ya que la bóveda traza un perfil muy apuntado y los apeos utilizan pilares adosados. Además, su uniformidad de presbiterio a pies invita a situar la construcción de estas cubiertas en la reforma y ampliación del siglo XVI. En lugar de apear sobre ménsulas lobuladas, se utilizan como soportes pilastras decoradas por una imposta con bolas que recorre los muros de las naves. La aparición de pilastras, elemento de tradición románica, en lugar de ménsulas, soporte generalizado en los edificios más simplificados, parece indicar una cierta anterioridad, por lo menos en cuanto a la teórica formación del modelo de iglesia parroquial del XIII, con respecto a las iglesias de Olóriz, Sansomáin y Artáriain. Su origen anterior parece confirmarse ante las características de la puerta de acceso, abierta al segundo tramo del muro de la Epístola. Su amplio arco de medio punto se abocina mediante tres arquivoltas, la interior de platabanda y las demás con grueso baquetón angular y restos en la central de una cenefa de bolas y cuadripétalos. Estas últimas apean sobre dos pares de columnas acodilladas con capiteles de inspiración vegetal, aunque de labra poco elaborada y aspecto esquemático y sumario. A la derecha el exterior, sobre una base tronco-cónica invertida lisa general a todos, muestra en relieve tallos avolutados a modo de báculos. El interior acoge en su ángulo superior una cabeza de escuetos rasgos humanos. Por el otro lado, se reproduce la misma articulación con el exterior sucintamente ornamentado con “báculos”, y el interior con cabecita angular, esta vez de rasgos animales. La integración de las diferentes piezas que configuran la portada está resuelta con numerosas irregularidades, tanto en las dimensiones de los propios capiteles como en el encuentro de las arquivoltas, con amplias grietas rellenas con sillarejo. El predominio del motivo en forma de “báculo”, las cabezas antropomorfas angulares, las bandas en resalte de las partes altas de los capiteles y los cimacios formados por tres molduras curvas recuerdan fuertemente lo visto en Guerguitiáin, si bien en Leoz parece haber seleccionado lo más sencillo de su repertorio. Recordemos que allí un capitel del interior incluye la inscripción PETRUS ME FECIT, con lo que cabría atribuir la portada de Leoz al mismo maestro. Entre Leoz y Guirguitiáin hay una distancia corta en kilómetros que se hace algo dificultosa por la presencia de la Sierra de Izco. Salvando las distancias geográficas, las características generales de la portada se pueden relacionar, tanto en composición como en la decoración de algunos capiteles, con la portadita que comunica claustro e iglesia abacial del monasterio de Fitero, y, ya más cerca de su contexto geográfico, también con la portada de la parroquial de Sengáriz traslada a la iglesia de San Martín, en San Martín de Unx. Sobre la jamba izquierda de Leoz se embute un capitel, ahuecado en su parte superior, cuyo origen y función son difíciles de determinar. Es algo mayor que los de la portada y en su concepción se adivinan unos tallos en abanico que rematan en florones a modo de crochets arcaicos y muy deteriorados. Quizá fuera reutilizado como aguabenditera, siendo reintroducido en la portada en alguna de las reformas que han terminado por articular la fisonomía actual del edificio. Esta introducción de una pieza ajena tanto a la concepción estilística como tipológica de la portada parece confirmar que las irregularidades que muestra se deben a algún movimiento o desmontaje relacionable también con las citadas reformas del edificio. Asimismo en la parte inferior del muro, hacia el Este, se observa un disco con cruz, probablemente una estela, reutilizado como sillar. En general, el perímetro mural y los soportes de la parroquial de Leoz se relacionan más directamente con los tipismos románicos que Olóriz, ya que, aunque comparte su articulación planimétrica, no adopta como soporte la ménsula asociada a potentes estribos exteriores. En Leoz todos los elementos arquitectónicos son románicos, aunque, no obstante, muestran un ligero progreso con respecto a las construcciones típicamente románicas de la zona (Olleta, Echano y Cataláin); se anuncian así la simplificación e inercias que van a caracterizar la arquitectura parroquial valdorbesa del siglo XIII. Los rasgos comunes con la portadita de Fitero, del último tercio del XII, así como fisonomía general de Leoz algo anterior a Olóriz y Artáriain, aconsejan situar la construcción de sus elementos más antiguos en el último cuarto del siglo XII, probablemente antes de su primera data documental fechada en 1185.