Identificador
01427_02_006
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 50' 30.25'' , -3º 9' 23.89''
Idioma
Autor
Augustín Gómez Gómez
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
San Zadornil
Municipio
Jurisdicción de San Zadornil
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
LA IGLESIA PARROQUIAL DE SAN SATURNINO conserva gran parte de su estructura románica, levantada en sillería y sillarejo de piedra arenisca. Estamos ante un templo de una sola nave, planta de salón y cubierta de bóveda de medio cañón. Adosada al muro sur se encuentra la portada que consta de triple arquivolta apuntada, con múltiples molduras, una cenefa de aspas a bisel en el interior y una chambrana ajedrezada. Apea sobre un total de ocho columnas bastante esbeltas y airosas, rematadas en capiteles muy deteriorados con decoración vegetal de variados tipos, muy toscos, pero hay dos en el lado occidental que tienen decoración figurada: en el más externo vemos a duras penas un ave que atrapa con las garras a una figura y en el contiguo a dos gallos que pican las orejas de un busto humano situado en el ángulo. En general toda esta decoración, parece de un momento avanzado del románico, aunque no podemos precisar mucho más por su grado de deterioro. El muro meridional va precedido de una galería porticada, adosada a la torre, que sirve además de cobijo a la portada pero que ha sido notablemente alterada. Actualmente se abre al sur por dos vanos de distinto tamaño; uno cumple la función de portada de la misma y por el otro, más pequeño, se accede a las escaleras que conducen a la torre. Aquel primero es un arco de medio punto doblado, apeado sobre cuatro columnas que rematan en toscos capiteles vegetales, con unas sencillas hojas de acanto que se culminan en caulículos bastante pronunciados; el otro es un arco más simple y reducido, con dos columnillas que repiten el mismo tipo de decoración vegetal en sus cestas. En el pasado se abría también al oeste por una arcada hoy tapiada. Adosada al muro meridional del templo, junto a la zona oriental de la galería, se ubica la torre. Es una construcción de sillería, de planta cuadrada, que se articula en tres cuerpos separados por cenefas. El cuerpo inferior es macizo, pero en los dos superiores se abren sendos vanos en cada cara, aunque con algunas diferencias: en el primero son saeteras enmarcadas en arcos de medio punto con guardapolvo de nacela y con dos columnas de toscos capiteles, decorados con sencillas cabecitas humanas flanquedas por piñas o con el mismo tipo de cestas vegetales que veíamos en la entrada al pórtico. En el piso superior cada una de las ventanas era originalmente de mayor tamaño, ajimezada, con una columnilla central que sólo se ha conservado en algún caso puesto que otros ventanales se han ampliado para colocar las ventanas y en el caso de los dos occidentales fueron renovados por otros nuevos en etapas posteriores. De todos modos su estructura es muy similar a las del piso inferior, con el mismo tipo de toscos capiteles. La fábrica de la torre es románica en la mayor parte del alzado a pesar de lo cual ha sido ligeramente elevada como demuestran los canecillos. Entre éstos los hay de quilla de barco y algunos otros figurados, aunque muy erosionados. Los muros norte y oeste de la nave son básicamente románicos. El primero conserva 27 canecillos de tipo quilla y el segundo una ventana de tipo portada, ampliada en su parte inferior, compuesta por dos arquivoltas de medio punto y chambrana moldurada, descansando en cuatro columnillas cuyos capiteles una vez más repiten las rudimentarias formas vegetales que se dan en la torre y en el pórtico. En el interior se aprecia mejor cómo la cabecera y el crucero son obra moderna, quedando del viejo templo toda la nave, que se articula en tres tramos cubiertos por bóveda de cañón apuntada, soportada por dos fajones doblados, cuya rosca exterior apoya en pilastras y la interior en semicolumnas rematadas en capiteles con decoración vegetal. Todos comparten el mismo tipo: anchas y rudimentarias hojas nervadas que se enrollan en la parte superior formando una especie de pelta, disponiéndose encima unos cimacios de nacela. En resumen se puede decir que se conserva gran parte del templo original románico de San Saturnino, al que sólo le falta la cabecera, pero cuya única nave se complementaba con una monumental torre y con una galería porticada, adosadas ambas al sur. Aun así es un templo de rudas formas decorativas, en el que la escultura monumental más interesante es la de los capiteles de la portada, arcadas de la galería y vano del hastial occidental. La temática es vegetal y de seres fabulosos con una tosca interpretación y poca calidad plástica. Tanto las formas como la propia arquitectura hablan un lenguaje de las décadas finales del siglo XII o tal vez ya dentro del XIII.