ESTÁ DEDICADA al Santísimo Cristo del Socorro, cuya festividad se celebra el 6 de mayo, teniendo lugar, además, una romería en su honor el último domingo del mismo mes. Para esa conmemoración se ha restaurado recientemente, consolidando los restos del antiguo templo. De estilo románico, esta primitiva iglesia se construyó hacia el siglo XIII; era de una sola nave rectangular, con presbiterio recto y ábside semicircular. Sólo se ha conservado el ábside de la cabecera y parte de los muros laterales de la nave. Su fábrica es de sencilla mampostería, con remates de sillarejo en las esquinas y en el presbiterio. La puerta de ingreso al ábside es la que se encontraba originalmente en su panda meridional, pero, al ser reconvertida en ermita, fue trasladada a su ubicación actual; ésta era la parte que ocupaba el arco triunfal que daba paso de la nave al presbiterio. Consta de un arco de medio punto, en cuyo arranque se dispone una línea de imposta con sencilla moldura. La iluminación de la cabecera se consigue con tres estrechas saeteras muy sencillas, con enmarque de sillares de irregular talla. Se conseguía, por tanto, una luz escasa y tenue, se distribuían dos vanos en los muros laterales del presbiterio y el tercero en la parte central del ábside. La bóveda del ábside es de cuarto de esfera y la del presbiterio de cañón. Se han perdido los canecillos que recorrían la cornisa de la cabecera, sustituyéndose por nuevos apoyos en madera tras su última restauración. Se cierra el conjunto con un muro a media altura, que es lo que se ha podido consolidar de su antigua nave, abriéndose en su lado sur un hueco con escalones que permite el acceso al recinto.