ESTÁ SITUADA A LA ENTRADA del pueblo, muy cerca de la carretera. Se trata de un edificio con un proceso crono-constructivo que abarca desde época tardorrománica hasta los primeros años del XVI, conservando, pese a todo, una fábrica de cuidadas y armónicas proporciones. A comienzos del XIII se levantó el primitivo templo que constaba de una sola nave y un ábside semicircular precedido de tramo recto. A finales de esa misma centuria o comienzos de la siguiente se emprendió la primera reforma, ampliando el cuerpo de iglesia a tres naves -cubiertas seguramente con bóvedas de crucería- y rematando las laterales en sendas capillas de testeros rectos que se dispusieron a ambos lados del antiguo ábside románico. A principios del siglo XVI (1502) se volvió a renovar la fábrica, construyéndose entonces el crucero, el coro del tramo de los pies y las bóvedas y soportes de las naves. Como recuerdo de esta campaña se colocó en el tramo central del crucero una cartela de piedra con una inscripción en la que se lee: MARTIN ALONSO CURA Y CLERIGO DIO PARA FASER ESTA CAPILLA QUI(n)ZE MILL M(a)R(avedi)S SIENDO MAYORDOMO [...] M D II. Así pues, el único testimonio románico conservado corresponde al ábside central, levantado todo él en perfecta sillería caliza. En el exterior se estructura en tres paños verticales separados por dos contrafuertes, en cada uno de los cuales se abre una ventana abocinada con arquivolta y chambrana de bocel apoyadas sobre una pareja de columnas con sus correspondientes capiteles. Los de la ventana central exhiben piñas y cabezas masculinas que parecen ceñir coronas, mientras que los de las laterales se decoran con elementos vegetales y grifos afrontados. Coronado el muro se dispone una sucesión de arquillos de medio punto soportados por cabezas zoomorfas y pequeños capiteles de bolas, similares a los que aparecen en algunas iglesias zamoranas y sorianas. Esta forma decorativa se repite con pequeñas variantes en Mansilla de Burgos, Santibáñez de Esgueva y Pinillos de Esgueva. En el interior, la capilla mayor se cubre con bóveda de horno y de cañón apuntado arrancando en ambos casos de una imposta de cuarto de bocel. En los muros del pre sbiterio se disponían arquerías ciegas que fueron destru idas al abrirse el acceso hacia las capillas laterales. En el lado del evangelio quedan restos de un arco con bocel y de un capitel con dos dragones afrontados y en el de la epístola otro con motivos vegetales. Un capitel doble decorado con hojas (38 x 30 x 23 cm) que se conserva en la sacristía y otro de ángulo (25 x 23 cm) depositado a los pies de la nave del evangelio proceden probablemente de estas mismas arquerías. Esta articulación del tramo presbiterial la hallamos también en otras iglesias del entorno, como la parroquial de Padilla de Arriba y la ermita de Padilla de Abajo. Por último, el arco triunfal, apuntado y doblado, descansa sobre columnas dobles rematadas en capiteles que se decoran con hojas y seres fantásticos (grifos y arpías) de tosca factura. Respecto a la datación de la fase románica, hay que señalar que tanto la estructura arquitectónica del ábside como los recursos decorativos utilizados son propios de una fecha tardía que rebasa probablemente el 1200.