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Vista general desde el oeste

Identificador
19251_01_029n
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 2' 41.04'' , -2º 33' 30.57''
Idioma
Autor
César del Valle Barreda
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Juan Bautista

Localidad
Jodra del Pinar
Municipio
Saúca
Provincia
Guadalajara
Comunidad
Castilla-La Mancha
País
España
Descripción
SITUADA EN LA PARTE MÁS ORIENTAL del pueblo y asentada en la ladera de una pequeña colina, la iglesia de Jodra del Pinar constituye un bello ejemplo del románico rural de Guadalajara. Su construcción puede fecharse a finales del siglo XII o más correctamente durante el primer cuarto del siglo XIII. Se trata de un templo de una sola nave, como es habitual en este tipo de iglesias rurales, con cabecera semicircular, espadaña a los pies y sacristía y pórtico adosados en el lado sur. Los materiales empleados en su construcción son fundamentalmente la mampostería y la sillería de caliza y arenisca de tono rojizo, utilizada sobre toda en las esquinas, cornisas, ventanas, portada y pórtico. El ábside semicircular liso está animado únicamente por una ventana de pequeño formato, abierta en su eje central, construida con sillería de tonos grisáceos, de tipo saetera y con abocinamiento interno. La colocación de un retablo en el ábside provocó el cerramiento de esta saetera y la apertura de un pequeño vano cuadrangular en el muro sur del presbiterio. Es interesante la colección de canecillos que sostienen la cornisa, en la que se alternan los canes de proa de nave con los modillones de rollos. Los muros norte y sur presentan una misma tipología, levantados en mampostería con sillares en las esquinas, al igual que la cabecera, y con una fila bien conservada de canecillos de rollos, en número total de trece, para la nave norte, y quince en la nave sur. En la parte central de este mismo muro se abre la portada de acceso al templo, precedida de una pequeña escalinata. Se resuelve mediante tres arquivoltas de baquetones y nacelas, y un arco interior de medio punto liso y dovelado que descansa sobre las jambas. El resto de arquivoltas apoyan sobre capiteles muy sencillos de decoración foliácea, y están recogidas por columnas de fuste liso. La primera de ellas tiene su intradós decorado por un grueso baquetón, mientras que en las dos más exteriores se emplean, respectivamente, grupos de tres y cuatro delgados boceles. Las arquivoltas son recogidas por tres columnas acodilladas sobre basamento de sillería, con fustes monolíticos y capiteles lisos con decoración de bolas en las esquinas. El resto de la ornamentación escultórica es muy sencilla: un guardapolvo con perfil de nacela protege la entrada, mientras que una imposta achaflanada recorre toda la portada a la altura del cimacio. En el muro occidental de la iglesia se encuentra la espadaña, cuya parte superior ha sido reconstruida en varias fases. Primeramente, en el siglo XVII o XVIII se ha realizado la espadaña actual, muy sencilla, con dos troneras de arco de medio punto que albergan las campanas (fechadas en 1777 y 2000). Posteriormente esta espadaña pasó a convertirse en torre, ampliándose hacia el Este y cerrándose por los costados meridional y septentrional. Aunque sin duda lo más destacable es el pórtico situado en la panda meridional del templo, adosado a la nave de la epístola protegiendo la portada principal. Tiene similitudes con las galerías porticadas de la zona, de las que recibe influencias, Carabias, Cubillas del Pinar, Abánades y, sobre todo, Saúca, la más cercana. Tanto la estructura del pórtico, con aperturas en dos de sus lados, como la utilización de los materiales, el uso de canecillos, capiteles en las arcadas, son influencias que se deben a la cercanía de estos templos porticados, tan abundantes en la comarca seguntina. Recientemente restaurado, se le ha devuelto su esplendor original eliminando todos los restos que cegaban los arcos del pórtico y descubriéndose parte del basamento que había quedado oculto por el terreno que rodea a la iglesia, por lo que ahora puede observarse en un estado casi primigenio. Tan sólo parece haberse realizado una pequeña reconstrucción del muro que se encuentra sobre la entrada oeste, que afectó también a dos canecillos del alero sur. Se encuentra construido todo él en buena sillería, de tonos grisáceos la parte inferior, mientras que los sillares de la parte superior presentan una tonalidad más rojiza por el material de arenisca utilizado, abundante en la zona. La entrada principal está ubicada en el lado sur, enfrentada a la portada de ingreso, formada por un sencillo arco de medio punto que descansa en jambas lisas muy desgastadas; a un lado y otro se disponen dos arquerías de medio punto sobre un pequeño pódium, recogidas por pares de columnas de fustes lisos monolíticos con capiteles de decoración vegetal, a base de hojas de acanto finamente talladas, que también pueden verse en cestas del pórtico de Carabias o en la puerta meridional de la iglesia de Pozancos, iglesias todas ellas vinculadas con el taller de la catedral seguntina. Tan sólo uno de estos capiteles presenta una decoración vegetal algo diferente, con grandes hojas puntiagudas de talla plana, con nervio central marcado y con las puntas vueltas formando pequeños crochets, muy similar, por cierto, a cestas que encontramos en la portada meridional de la iglesia de Pelegrina. El pórtico presenta otras dos entradas ubicadas en los laterales este y oeste. Una de ellas, la oriental, permanece cegada, ya que en este punto se adosó la sacristía de la iglesia. Tiene forma de arco de medio punto apoyado en jambas prismáticas lisas y con cimacio de nacela. La entrada occidental también ha sido descubierta, y se puede observar un arco de medio punto recogido por jambas lisas y una imposta de nacela a la altura del cimacio, que partiendo de aquí recorre el pórtico, tanto interior como exteriormente. Esta entrada se completa con una chambrana de perfil de caveto, existente solamente en la cara interna del arco. Finalmente, apuntamos como, al igual que la cabecera y la nave, el pórtico conserva prácticamente entera la colección de canecillos que sostienen la cornisa, en este caso con perfil de proa de nave. El interior sigue una tipología muy repetida en iglesias rurales románicas, cuyos interiores son muy sobrios y sencillos. Durante su larga historia se han ido provocando modificaciones del estilo original, por este motivo se observa cómo se han ido abriendo huecos en los muros de la nave para colocar altares de épocas posteriores. En el lado norte de la nave encontramos, embutido en el muro, el remate de un retablo barroco, del siglo XVIII, con policromía verde y azul y adornado con rocalla. Lo adorna una hornacina central, hoy ocupada por una pequeña imagen de porcelana de la Virgen. La nave se cubre con cubierta de madera a dos aguas, apoyándose en dos arcos fajones apuntados que la dividen en tres tramos. El paso de la nave a la cabecera se realiza a través de un arco triunfal apuntado doblado, recogido por pilastras lisas cuya única decoración reside en el cimacio de perfil achaflanado que se convierte en una línea de imposta que acaba extendiéndose por todo el presbiterio y el ábside. La cabecera se encuentra cubierta por una bóveda de horno para el ábside y una bóveda de cañón para el presbiterio. En la parte inferior del ábside se conserva un diminuto retablo de reminiscencias barrocas, quizás de finales del siglo XVIII, con una hornacina central flanqueada por dos estípites en la que figura una pequeña imagen de San Juan Bautista niño. En el muro sur, tanto de la nave como del presbiterio, se abren tres pequeños y estrechos vanos que otorgan luminosidad al interior. La iglesia presenta un coqueto coro a los pies donde se sitúa la escalera para acceder a la espadaña y también un arco de descarga de medio punto rebajado, construido probablemente para aligerar el peso de la torre-espadaña. La entrada a la sacristía se efectúa por un pequeño arco escarzano rebajado y moldurado que da paso a una estancia cuadrangular, añadida a la iglesia en el siglo XVIII, que actualmente se encuentra casi vacía y a la cual se le ha colocado un tejado nuevo en fechas recientes. A los pies de la nave, bajo el coro, se habilita una pequeña estancia cuadrada donde se ubica la pila bautismal de traza románica. Tiene unas dimensiones de 90 cm de diámetro y 75 cm de altura, copa troncocónica lisa y un bocel en la embocadura exterior.
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