Identificador
47130_01_022
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 35' 25.49'' , -4º 49' 40.38''
Idioma
Autor
José Luis Alonso Ortega
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Simancas
Municipio
Simancas
Provincia
Valladolid
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
LA PARROQUIA DE SAN SALVADOR se levantada en el extremo septentrional del punto más elevado de la villa. Aseguraba Quadrado en 1885 que la primitiva iglesia parroquial de estilo románico había ardido a comienzos del siglo XVI, poco antes del estallido de la Guerra de las Comunidades. De aquel templo sólo resta la torre, embebida entre los muros de los pies de la actual iglesia, de tres naves y planta de salón, que fue levantada durante el primer cuarto del siglo XVI. En 1578 la torre sufrió un incendio y en el curso de su reparación se añadió un cuerpo de ladrillo en donde se ubicaron las campanas. La magnitud de esta torre invita a pensar que el templo primitivo tuvo que tener dimensiones considerables. Se trata además de una torre - pórtico, evidentemente inspirada en la torre - pórtico de la iglesia-colegial de Santa María la Mayor de Valladolid. Ésta última había sido construida a comienzos del siglo XII, razón por la cual debiéramos fechar la que nos ocupa en la segunda mitad del mismo siglo. Es, por lo tanto, anterior en el tiempo a las torres vallisoletanas de Santa María de la Antigua y de San Martín. Su estructura completa es visible solamente desde el hastial occidental del templo, pues, como hemos apuntado, los otros tres lados permanecen ocultos entre los muros de la obra tardogótica. Está dividida en tres cuerpos, construidos en sillería de hiladas de diferente altura. El primero es mayor en altura que los demás y, como en el caso de la torre-pórtico vallisoletana, está dividido en dos pisos. En el inferior se abre la antigua puerta de acceso al templo, hoy cegada, pero iluminada por una ventanita de aspillera. Tiene la puerta arco de medio punto. Recorren su rosca finas molduras lisas, pero el estradós presenta chambrana decorada con seis filas de tacos, que se prolongan hacia los extremos del muro a modo de imposta. Interiormente este pórtico se cubre con una bóveda de cañón sencilla, cuyo eje es paralelo al longitudinal de la iglesia. Descarga sobre una imposta que presenta cuatro filas de tacos en el muro norte y seis en el frontero. El acceso a los pies de la iglesia, en la nave central, se resuelve mediante un arco de medio punto doblado. Una pequeña puerta situada en el muro Norte de la capilla meridional de los pies sirve de entrada a la escalera que sube a los cuerpos altos de la torre. Es de tiros rectos. Con bóveda de cañón en idéntico eje al de la iglesia se cubre el segundo piso del primer cuerpo. Está abierto al interior de la iglesia y ocupado por una sillería de traza sencilla labrada en 1728. Hace, pues, las veces de tribuna, a la que se llega ascendiendo por la escalera septentrional de los pies, que tiene tres tiros. Desde ella se pasa a una puerta que sale al balcón corrido de dicha tribuna. Este piso muestra al exterior de la torre una ventana románica de ancha luz, con arco de medio punto, rosca con baquetón y extradós con chambrana ajedrezada de cinco filas de tacos, que continúa en las impostas de arranque. El segundo cuerpo se independiza de los demás mediante líneas de imposta decoradas con ajedrezado. Tendría una ventana geminada en cada frente, pero sólo la occidental es visible, pues las demás permanecen ocultas por la techumbre de la iglesia. Hace las veces de parteluz un grueso pilar que lleva adosada una semicolumna, con su basa ática, fuste y capitel con figuras simétricas esculpidas en relieve, y cimacio de taqueado. En cada extremo hay una columna acodillada, con capitel de motivos vegetales y cimacio de tacos. Estos cimacios se prolongan hacia los extremos en línea de imposta ajedrezada, dividiendo el cuerpo en dos partes desiguales, del mismo modo que ocurría en las torres vallisoletanas de la colegiata, la Antigua y San Martín. A diferencia de éstas, en el caso de Simancas no parecen haber existido columnillas en los ángulos de la torre. En esta ventana hay que reseñar los capiteles historiados que presenta. El central lleva esculpida una figura human a con los brazos extendidos, sujetando por la boca a dos leones. Felipe Heras apunta a una posible interpretación del tema de Gilgamés, que también aparece en la iglesia de Berceruelo. Se organiza el tercer cuerpo del mismo modo que el anterior, limitado por líneas horizontales de imposta decoradas con tacos. La ventana geminada muestra columnas con capiteles lisos. No falta la prolongación de los cimacios en una línea de imposta intermedia decorada con ajedrezado. Desde el sur es visible, sobre el tejado, el remate de la ventana geminada de este lado, hoy cegada. Aún existe un último nivel. Se trata de un campanario de ladrillo que no se corresponde con la estructura original de la torre. En efecto, este nuevo remate –ya denostado por Quadrado– fue trazado hacia 1558 por el maestro de las obras del obispado de Palencia. En 1633 colocaron en su vértice una bola con su veleta. El remate original de la torre románica terminaría en un chapitel piramidal similar al que presenta la torre de Santa María de la Antigua de Valladolid. Hoy muestra otra vez techumbre piramidal, pero a finales del siglo XIX terminaba en un chapitel con forma de cúpula, como puede verse en un dibujo de Martí y Monsó de hacia 1900.