LA VANSA I FÓRNOLS

Ermita de Sant Jaume i Sant Marc de Fórnols

Esta ermita dedicada a Santiago y san Marcos se encuentra al Oeste de Fórnols, en el lugar conocido como Sant Jaume. El mal estado de la pista que conduce al lugar hace preferible recorrer a pie 3 km por el llamado camino de Sant Jaume, que arranca en el flanco oeste de Fórnols y bordea por el Sur el Serrat dels Artigons, el Serrat de la Parella y el Serrat del Cortal.

La ermita, visible desde Fórnols a pesar de la distancia, apenas es mencionada por las fuentes conservadas, pero consta que el 1072 se hizo la publicación sacramental de un testamento sobre el altar de Sancti Yachobi apostoli, cuius ecclesia constructa permanet in pago Corneliani. Pese a que la referencia topográfica empleada remite a Cornellana, una localidad al Este de Fórnols, se ha considerado que se trata de la iglesia que nos ocupa, pues es el único templo de la zona en el que se venera a Santiago apóstol –su doble advocación es de época reciente–.

Se trata de un edificio con la planta compuesta por una nave rectangular y un ábside semicircular de menores dimensiones. En época moderna el conjunto experimentó una intervención muy profunda en la que se recrecieron los muros y se le añadió una construcción en su flanco norte, la cual modificó sensiblemente tanto la fachada occidental como todo el sector septentrional. La parte original de aquella es lisa, presenta en su centro una ventana de doble derrame y arco de medio punto, y conserva unos mechinales dispuestos en dos hileras horizontales paralelas. El aparejo de esta parte del frontis, realizado con sillarejo colocado en hiladas uniformes, contrasta con la tosca e irregular mampostería del cuerpo añadido al norte, el cual se extiende sobre la vertiente septentrional del frontis primigenio para crear un nuevo hastial sobre el que se eleva una espadaña de un solo ojo. En el liso muro sur se abren una puerta de arco de medio punto y, en su extremo oriental, una ventana de doble derrame y arco de medio punto. En este paramento se aprecian cuatro tipos de aparejo diferenciado, que son testimonio de diversas fases y reformas. La parte inferior está compuesta por sillarejo dispuesto en hiladas más o menos uniformes; por encima, se utilizan piedras más toscamente talladas, sin escuadrar; bajo la cornisa, dos hiladas, una realizada con losas y, sobre ella, otra formada por sillares bien labrados, corresponden al sobrealzado del muro; finalmente, en la esquina oriental, se utilizan sillares bien trabajados, escuadrados y pulidos, alguno de ellos de buen tamaño, aparejo éste coincidente con el que se observa en el ábside, en el que el material está cuidadosamente colocado en hiladas uniformes. Se abre en el centro del paramento absdidal una potente ventana de arco de medio punto y doble derrame, muy marcado al exterior y cegada en el interior. Corona el lienzo, bajo la cornisa, una imposta biselada. Mientras que la techumbre troncocónica del ábside está formada por losas de piedra, la de la nave, de doble vertiente, está compuesta por teja árabe y corresponde a una reforma posterior

En el interior, la nave se cubre con una bóveda de cañón peraltada y levemente apuntada. Un arco presbiterial antecede al ábside, que queda cubierto por la habitual bóveda de cuarto de esfera, la cual también está ligeramente peraltada y arranca de una imposta biselada que, tras recorrer el hemiciclo absidal y el arco presbiterial no prosigue por la nave. Tampoco se prolonga por los muros laterales del templo el zócalo que se encuentra en la base del paramento absidal. Esta discontibuidad en la imposta y el zócalo, junto a las diferencias en el aparejo ya comentadas, llevan a pensar en que la cabecera fue realizada en una fase diferente a la nave. En el lado sur del ábisde se encuentra una credencia. En una de las reformas acometidas en el edificio, se añadió un coro en alto a sus pies.

Aunque algunos autores han hablado de una pretendida uniformidad del edificio, como hemos visto, se observan marcadas diferencias entre la cabecera y el resto. Si bien parece razonable situar la realización de aquella a finales del siglo xii, más problemática es la datación de la nave. Ésta podría haber sido edificada con anterioridad al ábside, en la primera mitad de dicha centuria, sobre todo a juzgar por las características de la fachada occidental y por el aparejo utilizado en la mitad inferior del muro sur. Posteriormente, los paramentos de la nave se habrían sobrealzado y se habría sustituido la bóveda original por la actual.

Texto: Juan Antonio Olañeta Molina/ Esther Solé Martí - Fotos: Esther Solé Martí

Bibliografía

Arbués i Garcia, C., 2001a; Baraut i Obiols, C., 1983, pp. 199-201; Catalunya Romànica, 1984-1998, vi, p. 224; Serra i Vilaró, J., 1930-1950, iii, p. 222; Vidal Sanvicens, M. y López i Vilaseca, M., 1977, pp. 136-137.