Punto de partida de esta ruta por el románico en tierras de la comarca de las Cinco Villas.
Sos del Rey Católico, cuna del rey Fernando II de Aragón, en el extremo septentrional de la provincia de Zaragoza, se levanta sobre el espolón de la Peña Feliciana, una villa que conserva su sabor medieval, con el trazado de sus calles empedradas e irregulares, restos de sus fortificaciones y bellas construcciones en estilo románico y gótico, que fue declarada Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural el 6 de Junio de 1968.
Iglesia parroquial de San Esteban.
Podemos admirar, en la zona más alta de la localidad, al norte, sobre el frente sureste de la plataforma del castillo, la iglesia parroquial de San Esteban (ss. XI-XII), con aspecto de fortaleza, que guarda en su interior la cripta dedicada a la Virgen del Perdón (finales del s. XI-XII), con pinturas murales góticas (s. XIV) y bellos capiteles esculpidos. Al interior el templo se San Esteban muestra tres naves, más ancha y elevada la central, rematadas por medio por ábsides semicirculares, y amplio transepto. Al exterior, los tres ábsides engloban a la iglesia inferior. Cabe señalar la portada septentrional, de medio punto abocinada, cobijada sobre bóveda de crucería gótica, con un rico programa escultórico.
El castillo.
El castillo, cuyos vestigios podemos contemplar a día de hoy, datan de la época de Sancho Garcés II de Navarra y Sancho Garcés III el Mayor (s. X-XI). Dicho recinto fortifico es de planta irregular y pequeñas dimensiones. La torre levantada a posteriori (s. XII), erigida en piedra sillar, se asienta sobre la roca madre, y presenta planta cuadrada y remate almenado. Debido al mal estado de la estructura interior se desaconseja su acceso.
Iglesia de San Martín de Tour.
La iglesia de San Martín de Tour (s. XIII), en una pequeña elevación en el extremo meridional del casco urbano, constituía la capilla privada del Palacio de la familia Sada (ss. XVI-XVII), donde según la tradición había nacido Fernando El Católico el 10 de marzo de 1452. Actualmente acoge el Centro de Interpretación sobre la época de Fernando II de Aragón. Detrás del palacio, alrededor de la Plaza de la Sartén, se encuentra el barrio de la antigua judería. En la Plaza Mayor se sitúan el Ayuntamiento (s. XVI) y el Colegio Isidoro Gil de Jaz (s. XVIII).
A extramuros del antiguo recinto amurallado de la villa se halla la ermita de Santa Lucía, antes bajo la advocación de San Miguel Arcángel, que responde a las características del románico tardío (s. XIII). De nave rectangular, con bóveda de cañón apuntado con arcos fajones que descansan en medias columnas sobre ménsulas, rematada en ábside semicircular. La portada, ya de estilo gótico, se abre en el muro occidental. También llama la atención, la colección de piezas iberoamericanas que custodia el Monasterio de Valentuñana (s. XVII), a medio kilómetro de la localidad, procedente de las misiones. Cabe señalar que en el siglo XVII trece eran las ermitas de estilo románico tardío que había en las cercanías de Sos.
Si nos desplazamos a siete kilómetros al sur por la A-127 nos encontraremos con la población de Barués.