Tras veintidós kilómetros por la A-127 alcanzamos la cabecera de la Comarca de las Cinco Villas, Ejea de los Caballeros, en la confluencia de los ríos Arba de Biel y Arba de Luesia, estratégico cruce de caminos, que la posicionó como un enclave importante desde antaño. Conquistada por Alfonso I el Batallador el año 1105, pasó a llamarse Exea, incorporándose al Reino de Aragón, pues hasta la fecha perteneció a la Taifa de Zaragoza de Al-Andalus.
Iglesia de Santa María de la Corona.
De la fortaleza de Ejea sólo quedan algunos lienzos de la muralla, en la parte más elevada de la villa. En el casco antiguo, destaca por su interés artístico monumental, la iglesia de Santa María de la Corona (is. XII), en el extremo nororiental, quizá levantada sobre una mezquita musulmana o un templo cristiano anterior. Se trata de una iglesia fortificada, que compartía defensas con el desaparecido castillo; su planta, de nave única dividida en cinco tramos, rematada por ábside poligonal; y su esbelta torre cuadrada, fue rematada en ladrillo en la estilo barroco.
Iglesia de San Salvador.
En la parte baja del centro histórico se halla la iglesia de San Salvador (ss. XII-XIII), también con carácter defensivo. Su aspecto actual es el resultado de las múltiples transformaciones que ha sufrido a lo largo de los siglos, con reformas en la época gótica y renacentista. Cabe destacar el rico programa iconográfico de sus portadas norte y oeste. Merece tener en cuenta sus pantanos y embalses, como el de San Bartolomé y el Bolaso, todos ellos con una extensa vegetación. Abandonamos la capital de la Comarca de las Cinco Villas por la A-1204 para conducirnos hasta Uncastillo.
Pasados cinco kilómetros podemos detenernos en Rivas.