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Vista exterior de la cabecera de Sant Antolí de Sant Antolí i Vilanova

Identificador
25905_12_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41.6251, 1.34156
Idioma
Autor
Nuria Montoya Vives
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Antolí de Sant Antolí i Vilanova

Localidad
Sant Antolí de Vilanova
Municipio
Ribera d'Ondara
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Antolí de Sant Antolí i Vilanova

Descripción

RIBERA D’ONDARA

Ribera d’Ondara es un municipio situado al Sureste de la comarca de la Segarra, que se formó en 1972 por la fusión de los términos de Sant Pere dels Arquells y Sant Antolí i Vilanova. Además de Sant Antolí i Vilanova, que ejerce como la capital del municipio, y de Sant Pere dels Arquells, el término agrupa las poblaciones de Montpalau, Montlleó, Montfar, Pomar, Briançó, Rubinat y Gramuntell, y los lugares de La Sisquella, Els Hostalets, Llindars y Mas Claret, además de los despoblados Timor y Montpaó. Ocupa la cabecera del río Ondara. Su paisaje, formado por pequeñas colinas aisladas y llanuras por donde corren los riachuelos, configura la morfología típica de la Segarra. Tradicionalmente, las pequeñas poblaciones se situaron en lo alto de estas cimas aisladas, a excepción del sector de la ribera del Ondara, ocupada por los núcleos más poblados en la actualidad. Desde Cervera hasta Sant Antolí hay unos 8 km por la carretera N-IIa. 

 

Las poblaciones de la Ribera d’Ondara se formaron cuando los condes de Urgell y de Barcelona ocuparon los territorios de frontera que formaban parte del dominio musulmán. El castillo de Cervera, que estuvo bajo la jurisdicción de la casa condal de Barcelona, fue clave para la repoblación del lugar. Otros castillos construidos a mediados del siglo xi, como los de Montlleó o Rubinat, también adquirieron un papel importante en la defensa de ese sector.

Iglesia de Sant Antolí de Sant Antolí i Vilanova

El pueblo está formado por dos núcleos. El más antiguo, llamado Sant Antolí, que creció por la ladera de la colina, en la cima de la cual estaba la antigua iglesia de Sant Antolí y el castillo que domina la localidad. Con el crecimiento de la población en una etapa más tardía, quedó cerrada por dos portales y la parte exterior de las viviendas hacía de muralla. La iglesia de Sant Antolí fue abandonada en 1950, cuando se inauguró la actual parroquia de Santa María, situada en la parte baja del pueblo. El segundo núcleo, que se llamaba Vilanova de Sant Antolí, se formó durante la segunda mitad del siglo xvi, cuando se construyó una gran plaza cerca de un torrente. Cuando a principios del siglo xix se formaron los municipios modernos se unieron los dos núcleos para formar la actual localidad de Sant Antolí i Vilanova, que se extiende a lo largo del camino que trascurre paralelo al curso del río. 

 

A principios del siglo xiii, Sant Antolí pertenecía a la familia de los Cervera; algunos de los primeros señores que tuvo fueron Guillem de Cervera y Maria de Timor. Posteriormente, pasó a ser propiedad real cuando Jaime I el Conquistador se reservó durante algunos años el dominio directo de esta villa, como también de Pallarols y Montmaneu. La primera documentación donde se menciona la iglesia de Sant Antolí es una lista de iglesias que pertenecían al obispado de Vic en los siglos xi y xii. También aparece en la relación de parroquias que pagaron el diezmo para las cruzadas en 1279 y 1280 en el decanato de Urgell. 

 

El edificio conservado es una construcción del siglo xi a la que se le añadieron una nave a finales del siglo xiii o principios del xiv y una capilla dedicada a san Isidro, durante el xviii. A finales de la década de los noventa del siglo xx se restauró y se acondicionaron los alrededores. Se trata de un edificio de dos naves rectangulares, de las que la septentrional es la correspondiente a la primitiva iglesia románica, la cual, además, cuenta con un ábside de planta semicircular precedido por un arco presbiterial. En el exterior, el paramento absidal es liso, y en su centro se abre una ventana de doble derrame y arco de medio punto enmarcado por unos sillares rectangulares dispuestos a modo de chambrana. La estructura cilíndrica de la cabecera románica contrasta con la rectitud de las líneas y volúmenes del testero de la segunda nave, la cual cuenta con un potente contrafuerte. Es probable que la puerta de acceso al interior estuviera situada en el muro sur, que desapareció cuando se amplió el templo con la nave adicional. Actualmente, la entrada se realiza por una puerta situada en el muro norte, la cual está formada por un arco de medio punto de grandes dovelas enmarcadas por una chambrana decorada con círculos concatenados y una imposta en la que se alternan las flores de ocho y de cuatro pétalos, inscritas dentro de rectángulos y rombos, respectivamente. Posiblemente se trata de una obra de finales del xiii o principios del xiv. Sus trazas recuerdan a la puerta del palacio de los marqueses de la Floresta en Tàrrega.

 

Ya dentro del templo, la nave primigenia está cubierta por una bóveda de cañón, reforzada por dos arcos fajones, y el ábside por una bóveda de cuarto de esfera. Durante la ampliación de la iglesia en la baja edad media se abrieron dos grandes arcos formeros de medio punto que la comunicaron con la nueva nave, la cual es rectangular, de mayor altura y está cubierta por una bóveda de cañón ligeramente apuntada.

 

El aparejo utilizado en la parte antigua del edificio está formado por sillarejo estrecho y alargado, sin pulir, dispuesto en hiladas bastante uniformes


 

TEXTO Y FOTOS: NURIA MONTOYA VIVES – PLANOS: XAVIER JOSEP GELONCH PIFARRÉ

 

Bibliografía

 

Bach i Riu, A., 1977, pp. 19-20; Catalunya romànica, 1984-1998, XXIV, p. 445; Pladevall i Font, A., 1971-1972, pp. 283-304; Pladevall i Font, A., 1976, pp. 44-62; Rius i Serra, J., 1946, I, pp. 227 y 238; Vidal Sanvicens, M. y López i Vilaseca, M., 1981, pp. 152 y 240-241.