VILANOVA DE MEIÀ

                                                      Castillo de Cabrera

Cabrera, un pequeño núcleo que nació en época medieval al amparo de su castillo, se encuentra a los pies de la sierra del Montsec, rodeado de montañas, barrancos y bosques, a medio camino entre Santa Maria de Meià y Figuerola. Desde Santa Maria de Meià se debe tomar una pista forestal que sale en dirección a Figuerola y pasa por el alto de Orenga, donde aparece un pequeño sendero por el que hay que caminar más de una hora hasta llegar a un saliente desde el que se ven la iglesia y el castillo de Cabrera.

Si bien la primera noticia conocida del término de Cabrera data de 1051, cuando Arnau Mir de Tost vendió a Guitard Guillem de Meià algunas posesiones cerca del castillo de Orenga, el primer documento que cita el castillo es el testamento de Guillem de Meià, de 1093, en el que lo dona a su hermana Ermengarda y establece que debería pasar a su sobrino Ramon en caso que ella y su marido muriesen sin descendencia. Así sucedió y el castillo, como muchas otras posesiones de los Meià, pasó a manos de la familia de los Cervera, y desde principios del siglo xiv a la Corona. La fortaleza formaba parte de la red de castillos y torres de defensa que se alzaban y comunicaban visualmente desde el castillo del Puig de Meià hasta el de Orenga, la torre de Vallferines o la de Sant Pere.

El castillo, también conocido como la Torre d’en Lluc, es una construcción pequeña de planta ligeramente trapezoidal, que no llega a los 7 m en su lado más largo. Sus muros son bastante anchos y están hechos de piedra muy irregular, escasamente trabajada y dispuesta en hiladas más o menos horizontales, algunas de ellas en forma de opus spicatum. Aunque su altura fue mayor, actualmente cuenta con dos niveles por los que se distribuyen unas pocas ventanas. Su puerta se sitúa en el lado oeste y está conformada por un arco de medio punto sencillo de piedra toba. La construcción destaca por su sencillez y sobriedad, y se acerca más a la tipología constructiva de las casas fuertes que a la de castillo. Desgraciadamente, hoy en día se encuentra bastante maltrecho y gran parte de sus muros se han derrumbado. De acuerdo con su tipología constructiva, el castillo ha sido datado entre los siglos xi y xii.

Texto y foto: Juan Antonio Campos

Bibliografía

Bernays i Santacreu, R. y Sánchez i Agustí, F., 1999, pp. 399-400; Catalunya Romànica, 1984-1998, XVII, pp. 471-472.