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Vista exterior de la cabecera

Identificador
09150_02_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 21' 8.78'' , - 3º 9' 28.65''
Idioma
Autor
Jaime Nuño González
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Millán

Localidad
Espinosilla de San Bartolomé
Municipio
Las Hormazas
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LA IGLESIA DE SAN MILLÁN es un sencillo templo organizado en torno a una sola nave con cabecera semicircular orientada a poniente, portada abierta en el muro norte y estrecha torre a los pies. En el tramo sur del p resbiterio se adosa la sacristía, obra de don Antonio Riaño, tal y como reza en la inscripción, así como el cementerio que recorre los últimos tramos de la nave norte y parte del hastial. De época románica conserva el tambor absidal con los tramos rectos del presbiterio, parte de los muros de la nave y parte de la portada primitiva, hoy tapiada. La cabecera se divide al exterior en tres paños mediante dos columnas-estribo, que se elevan hasta la cornisa, coronadas por grandes capiteles decorados con mascarones, brotes vegetales, conchas y hojas de loto. En el tramo central se abre el único vano absidal, con forma de saetera, que se protege con arco de medio punto y dos arquivoltas decoradas, la primera con puntas de diamante y con un gran bocel la segunda. Éstas recaen sobre un total de columnas acodilladas, las exteriores sin ornamentación alguna, al contrario que las interiores, cuyos capiteles se decoran en ambos casos con pares de aves de cabezas afrontadas, volutas rematando las esquinas y venera en la parte central. Los cimacios se o rnamentan mediante roleos vegetales ondulantes. Sosteniendo la cornisa ajedrezada se suceden una serie de canecillos, en un número total de quince, finamente decorados, alternando simples molduras, sierpes cruzadas, ménsula estriada en forma de brotes, cuba, cabeza de clavo, simio de medio cuerpo con criba en las manos, canes, hojas repicadas de acanto o cardo, cabeza con mordaza y piña. Románicos son también seis de los catorce canecillos reaprovechados en el muro norte de la nave, ornamentados con proa de barco y nacela escalonada. Lo poco que se ve de la portada se nos muestra en un cuerpo avanzado sobre el paramento, con arco de medio punto y tejaroz cubierto de lajas de piedra sin cornisa ni canecillos. Pasando al interior, el ábside se cubre con horno apuntado y aparece presidido por retablo rococó, que deja oculta la ventana del testero. El presbiterio, cubierto con arco apuntado, pone en contacto cabecera y nave, a través de un arco triunfal igualmente apuntado y doblado, con semicolumnas adosadas que se levantan sobre plinto, basa de doble toro y escocia intermedia, y capiteles figurados rematados con cimacios a modo de imposta. El capitel adosado al muro norte reproduce dos leones de cabezas afrontadas con volutas esquinadas y el situado en el muro sur representa una decoración vegetal de hojas rematadas en bolas, con las mismas volutas en las esquinas, compartiendo ambos la misma tosquedad. La nave, cubierta con cielo raso y coro desarrollado en altura, alberga en sus muros hornacinas en las que se colocan pequeños retablos. El último tramo del muro norte conserva parte del arco y la imposta que constituyeron la primitiva portada románica, en sustitución de la cual se abrió la actual en el año 1690. Aparece protegida por atrio abovedado con crucería compuesta, que hace las veces de baptisterio, ubicándose allí la pila. En el hastial se levanta la espadaña, obra del siglo XVIII, con dos troneras y remate a piñón. La historia cronológica de San Millán comienza en un momento del pleno siglo XII, fecha en la que se levanta la primitiva iglesia, reflejo de la cual es el ábside y los restos de la portada. De época postmedieval son los añadidos de la sacristía, la reconstrucción de la nave con la apertura de la nueva portada y finalmente la erección de la espadaña. De fábrica románica es también la pila bautismal, sita en el anexo de la portada. Posee una traza muy básica, con pie circular decorado con motivo de cordado y copa del tipo troncocónico invertido, con estrechamiento acentuado en la subcopa, lisa en su exterior y avenerada al interior, con un diámetro de 130 cm.