Identificador
19002_01_049n
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
40º 53' 53.23'' , -2º 13' 45.90''
Idioma
Autor
Ana Belén Fernández Martínez
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Ablanque
Municipio
Ablanque
Provincia
Guadalajara
Comunidad
Castilla-La Mancha
País
España
Claves
Descripción
EL TEMPLO PARROQUIAL se levanta en el centro del pueblo, rodeado de caseríos. Fue construido con sillarejo en los muros, refuerzo de sillares rectangulares en las esquinas y una robusta espadaña a poniente, con dos arcos de medio punto para las campanas. Tiene planta rectangular, rematada en ábside cuadrangular de testero recto y crucero marcado sólo en altura. Presenta, en el muro sur, un pórtico adelantado, sustentado por un zócalo de sillares y cuatro columnas, dos a cada lado. Éstas flanquean el arco de medio punto que sirve de acceso a la galería porticada. La portada de acceso se presenta como un sencillo arco moldurado en sus aristas, y decoración de cinco bolas en el intradós de la moldura. Este arco se apoya en la misma jamba de entrada, labrada en sillar, que presenta decoración en arista viva, al igual que el intradós del mismo. Esta decoración de bola la podemos ver también a lo largo de la cornisa del muro sur. El interior es de una sola nave cubierta por bóveda de cañón compartimentada con arcos formeros, en cuyos tres tramos se abren ventanales. El transepto se marca en planta y en altura con el crucero cubierto con bóveda de media naranja sustentada por lunetos. El ábside, de testero apenas perceptible por el retablo, se cubre con bóveda baída, y es recto al exterior. Cronológicamente el origen del templo parroquial estaría en la época de fundación del pueblo, a finales del siglo XII. La pila bautismal se encuentra situada en el exterior de la iglesia, en el lado este de la galería porticada, protegida por una reja. Este hecho se debe a la impureza de los neófitos antes de recibir a Jesús en el bautismo y la imposibilidad, por ello, de su entrada en el templo. Concepto que cambia a lo largo de los siglos VII y VIII, cuando ya el rito de la inmersión cambia por el de aspersión y no se utiliza el recinto del baptisterio, sino que la pila se sitúa fuera del templo, en el nártex o, como en este caso, en la galería porticada. En la provincia de Guadalajara vemos esta situación en la iglesia de Abádanes. La pila es de una sola pieza de piedra, con copa alargada, apoyada en una pequeña basa semicircular. Sus medidas son 99 cm de alto y 100 cm de copa. Se divide en arcos ligeramente apuntados, apoyados en pequeños cimacios que se asemejan a la portada de entrada del templo, su parte superior está moldurada en redondo. Pilas decoradas con arcos son muy frecuentes en la provincia, como las de los templos de Aragosa, Sauca o Henche, todas pertenecientes, como ésta, a finales del siglo XII.