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Ventana del ábside

Identificador
34810_02_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 48' 46.57'' , -4º 22' 47.57''
Idioma
Autor
José Luis Alonso Ortega
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de La Asunción de la Virgen

Localidad
Barrio de Santa María
Municipio
Aguilar de Campoo
Provincia
Palencia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LA IGLESIA PARROQUIAL DE LA ASUNCIÓN se encuentra en el interior del núcleo rural, a la vera del arroyo Realista y junto a señeras casas solariegas, en una pequeña elevación del terreno. Está rodeada casi totalmente por un muro de mampostería. Dos accesos escalonados -al este y al sur- permiten llegar al edificio. El edificio, construido en distintos materiales -aparejo de sillería que combina la arenisca con la caliza blanca en zonas como el ábside-, presenta actualmente dos naves comunicadas mediante un gran arco apuntado que ocupa dos tercios de la longitud del templo. Posee una capilla en el lado de la epístola, un ábside semicircular y una sacristía. Sin embargo, no toda la edificación conservada responde a una cronología románica, ya que de estos momentos tan sólo se conserva la nave del evangelio y el tambor absidal. La primera se cubre con bóveda de cañón apuntado ceñida por tres arcos fajones que descansan sobre simples pilastras sin basas. Una sencilla moldura de nacela marca el arranque de la bóveda. Conserva esta primitiva nave del evangelio -en el muro este- un ventanal gótico de arco de medio punto, con alfiz flamígero exterior, que ilumina un interior cubierto con bóveda de crucería. El ábside románico semicircular queda semioculto al exterior por los añadidos posteriores y completamente al interior por el retablo mayor. Conserva tres ventanas saeteras abocinadas originales (una de ellas iluminando la actual sacristía), con una imposta decorada que divide horizontalmente el paramento en dos niveles. En su exterior se observa claramente cómo, en fechas posteriores, el tambor absidal sufrió un recrecimiento en altura, dotando a esta parte del edificio de una esbeltez muy pronunciada, más propia de una torre circular que de un ábside. Será en la época moderna cuando el templo sufra las mayores transformaciones y re f o rmas. Las advertimos fácilmente en la capilla de la epístola, el baptisterio instalado a los pies de la nave central y las cubiertas de crucería y estrellada en la capilla de la epístola, la cabecera de la nave del evangelio y la nave central. La reforma renacentista fue determinante sobre los soportes del interior y la espadaña. De la primitiva espadaña todavía se conservan dos arcos de medio punto originales animados con chambrana lisa que fueron reutilizados en el acceso a la torre adosada a los pies. Los restos románicos más antiguos de la Asunción de la Virgen nos hablan de un edificio que podría datarse hacia el tercer cuarto del siglo XII. El ábside semicircular es todo lo que nos resta de esta cronología. Sea como fuere, en un momento inmediatamente posterior, dentro incluso del mismo siglo XII, se añadió la nave del evangelio. En pleno siglo XVI, tiene lugar la reforma global del edificio. Se procede a abovedar de nuevo el templo, se añade la capilla de la epístola y se replantea la nave principal. Un interesante documento epigráfico nos sirve para datar estas reformas: en el sólido alero suroriental de la nave principal, poco antes de su unión con el hemiciclo absidal románico podemos leer: “SIENDO CURA EL LICENCIADO ALONSO GUTIÉRREZ SE HIZO EL AÑO DE 156(?). SIENDO MAESTRO FRANCISCO DE LA TEXA”. Carecemos de datos con respecto a este maestro, si bien aparece documentado un cantero llamado Hernando de la Teja en Carrión de los Condes en 1561. En el XVIII se añadió la sacristía, de planta cuadrada y cubierta plana decorada con casetones triangulares de yeso. Muy escasa es la decoración escultórica de cronología románica que nos ofrece este templo. Tan sólo la serie de canecillos del ábside, donde apreciamos varias piezas de simple nacela, uno de rollos y otro figurado con un personaje que sujeta un barrilillo. También conserva fragmentos originales de cornisa decorada con retícula ro mboidal en la nave septentrional. En cuanto a los canecillos del ábside y debido al recrecimiento en altura sufrido por el mismo sector, es muy probable que fuesen desmontados y vueltos a colocar una vez realizado dicho recrecimiento. Por lo que respecta al exterior de las ventanas absidales, la que se abre al norte -parcialmente fragmentada y sin las correspondientes columnillas- apenas presenta decoración en su arco y arquivoltas, que se limita a bolas, puntas de diamante y sogueado, motivos que volveremos a encontrar en la central, que además conserva sus dos capiteles, el izquierdo con dos personajes que blanden espadas entre caulículos y el derecho con tres niveles de caulículos sobre los que asoman dos rostros de personajes barbados. Los cimacios aparecen decorados con un curioso taqueado diagonal que se prolonga a modo de imposta por el lienzo absidal. Como ya señalaba García Guinea, está clara la asignación de estos capiteles al mismo taller activo en la portada de San Juan Bautista de Moarves de Ojeda, el mismo espíritu se apreciaba en alguna de las cestas del crucero de Santa Eufemia de Cozuelos y en Nogales de Pisuerga. En el interior de la ventana central del ábside de la Asunción de Barrio de Santa María, aparecen dos capiteles más, si bien éstos son más tardíos, con restos de policromía moderna, representan sencillos motivos vegetales. A una cronología más tardía, de los últimos momentos del gótico, responde la ventana de la nave del evangelio, que además de alfiz, presenta al exterior dos pequeños capiteles de banda con motivos vegetales y geométricos y una franja decorada con similares motivos. No conserva la portada románica original. Aunque sí existe otra de excelente factura datable a mediados del siglo XVI. Abierta en el muro sur de la nave principal y protegida por un tejadillo de madera, presenta una clara factura renacentista. Habría que señalar, por último, el relieve que aparece tallado en un sillar de la nave del evangelio, ubicado en el ángulo superior noroeste. Dada la altura a la que se encuentra es difícil determinar su contenido y datación. A simple vista parece tratarse de un fragmento incompleto en el que aparecen los anagramas “IHS, M y CA...”, seguido de un disco solar antropomorfizado. Desconocemos su procedencia y dada su ubicación debemos pensar que fuera un reloj de sol descontextualizado. La pila bautismal es semiesférica invertida, si bien delata forma octogonal en su parte superior. En el interior del ábside románico se conservan una serie de pinturas murales de cronología gótica que permanecen ocultas tras el retablo. Representan la Asunción de la Vi rgen, San Sebastián y los bustos de dos apóstoles o evangelistas. Por su estilo se pueden adscribir al denominado maestro de San Felices, activo en las comarcas de Aguilar, Cervera y Valdeolea, a finales del siglo XV.