COMO ACCESO AL RECINTO que rodea la iglesia encontramos una sencilla portada tardorrománica traída a mediados del siglo XX del cercano y hoy abandonado poblado denominado con el sugerente topónimo de Muga (frontera), situado a unos 2,5 km al este de Castrobarto. No debemos confundir esta pequeña localidad de Muga con la palentina de Campo de Muga (San Salvador de Cantamuda), donada en 1185 al obispo de Palencia Alderico por Alfonso VIII y de cuyo monasterio de San Salvador ha lugar en la avenencia del año siguiente entre el prelado y el abad Juan de Oña. A mediados del siglo XIV era lugar solariego de Lope García y de los hijos de Fernán Sánchez de Angulo, contando con derechos en su término la Orden de San Juan de Jerusalén, que imaginamos cobraba la encomienda de Vallejo de Mena. Ya Madoz señala, a mediados del siglo XIX, que el lugar no contaba sino con “8 casas de mediana construcción”. Consta la referida portada de un arco de ingreso apuntado y liso, de arista simplemente suavizada por un sugerido bocel, una arquivolta con perfil achaflanado ornado con puntas de diamante y chambrana abiselada, apoyando en jambas escalonadas, la que recibe el arco con arista abocelada y la exterior con bisel, coronadas por imposta de listel y chaflán. Presuponemos una tardía cronología para estos restos, al menos bien entrado el siglo XIII.