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Pasaje de la torre

Identificador
37100_01_004
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 5' 26.05'' , -5º 59' 54.12''
Idioma
Autor
Sin información
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de Santa María la Mayor

Localidad
Ledesma
Municipio
Ledesma
Provincia
Salamanca
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LA IGLESIA DE SANTA MARÍA se levanta en el centro del recinto amurallado, cerrando con su costado de poniente uno de los lados de la Plaza Mayor de la localidad, frente al consistorio. Aunque inmersa en la trama urbana, permanece exenta de otras construcciones, destacándose airosa del conjunto del caserío. La fundación de Santa María la Mayor sería inmediata a la época de la repoblación de Ledesma a mediados del siglo XII, aunque del primitivo edificio románico actualmente sólo se conserva parte del hastial occidental y el cuerpo bajo de la torre. No podemos en este caso lamentar la total reconstrucción del templo desde finales del siglo XV y hasta circa 1580, pues en el lugar de la primitiva iglesia se levantó un magnífico ejemplo de arquitectura que, por las propias fechas en las que se ejecuta, combina las soluciones del último gótico con el más refinado renacimiento y ello de modo admirable. La renovación de la fábrica debió ejecutarse desde los pies y hacia el este, conservando de la recia fábrica románica sólo el hastial occidental con el pasaje y cuerpo bajo de la torre . Este hecho condicionó la traza de la nave y explica la irregularidad de su tramo occidental y el descentramiento de la portada oeste respecto al eje de la nueva estructura. Las obras de la nave, con su portada meridional, revelan un canto de cisne del gótico hispano-flamenco, bajo la dirección de obra de Juan Gil el Mozo, en los últimos años del siglo XV. La magnífica capilla mayor, con su ábside cerrado por una espectacular bóveda de horno avenerada y capillas laterales con bóvedas de casetones, fue realizada por Pedro de la Inestrosa y Pedro de Gamboa entre 1552 y 1580. Una sacristía y tres capillas abiertas en el muro septentrional completan el edificio, cuyo proceso constructivo ha sido minuciosamente analizado en la monografía del edificio de José Ramón Nieto que citamos en la Bibliografía. Los únicos elementos románicos conservados se sitúan en el hastial de poniente y el cuerpo bajo de la torre que se alza frente a éste. La torre presenta planta rectangular y aparece levemente descentrada con respecto al cuerpo actual de la iglesia. Está construida en sillares graníticos bien escuadrados y se alza sobre arcos apuntados y doblados que determinan un pasadizo, alzado sobre un basamento moldurado con bocel y cubierto por bóveda de cañón apuntado reforzada por un fajón que apea hacia el oeste en una pilastra prismática y en un capitel-ménsula sobre la portada occidental. Dos impostas marcan el arranque de la bóveda, la del muro occidental moldurada con bocel, nacela y listel -recurrente en el románico zamorano- y la oriental con un vástago serpenteante que forma clípeos vegetales en los que se enroscan tallos y hojitas, de fina talla. El capitel pinjante que recoge el fajón se decora con dos niveles de hojas de agua y nervio central, las laterales interiormente lobuladas. La portada occidental, de arco apuntado y doblado sobre impostas de perfil de nacela, fue alterada en el siglo XVI (ca. 1552), cuando los canteros Hernando del Valle y Pedro del Casar añadieron el actual arco doblado que cierra el vano, de intradós casetonado, así como la repisa con molduraciones clásicas bajo el capitel románico. La puerta conserva parte de los herrajes de la época, con clavos y flores decorativas, parte de las cuales, como las mismas hojas de la puerta, fueron sustituidas en el siglo XVI. Una imposta moldurada con listel y bisel da paso al segundo cuerpo de la torre, algo retranqueado respecto al inferior y también románico. En sus lienzos norte y sur se abrieron sendas ventanas de triple arco de medio punto sobre impostas con perfil de listel y chaflán y jambas lisas escalonadas, la meridional cegada. Sobre este cuerpo se eleva otro muy breve y liso, igualmente delimitado por impostas del mismo tipo. Sucesivas reformas postmedievales culminaron el cuerpo de la torre, añadiendo sobre la estructura descrita dos airosos cuerpos. El primero de ellos, liso, fue concertado por Juan Gil de Hontañón en 1529, aunque no debió ejecutarse. El remate, con el cuerpo de campanas, probablemente se concluyó en la primera mitad del siglo XVI, según opinión de Nieto, y posterior es la espadaña neoclásica que afea el costado meridional.