Identificador
49621_01_002
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 3' 10.1" , -5º 55' 13.53"
Idioma
Autor
Pedro Luis Huerta Huerta
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Granucillo
Provincia
Zamora
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
LA ERMITA DEL SANTO CRISTO de San Adrián se encuentra situada a un kilómetro aproximadamente del pueblo, en un entorno dominado por tierras de labor al que se accede por un camino de tierra que parte desde el puente situado a la entrada de la población. La zona en que se halla el edificio estuvo ocupada desde antiguo pues además del dolmen anteriormente citado existen restos de tégulas romanas en las inmediaciones de la ermita. Este asentamiento pudo prolongarse en el tiempo dando lugar a un poblado medieval (San Adrián) del que se conservó su iglesia transformada con el paso del tiempo en ermita. El edificio, construido en sillarejo de cuarcitas, consta de una sola nave techada de madera y una cabecera rectangular con bóveda de cañón apuntado que arranca de una imposta biselada. A los pies se eleva una espadaña rematada a piñón con dos troneras y campanil. A la vista de lo conservado podemos afirmar que el templo original era una construcción románica más modesta y de menores dimensiones que la ermita actual. A esta primera fase que puede datarse en torno a los primeros años del siglo XIII corresponde la caja de muros de la nave hasta la altura que marcan los restos del primitivo alero formado por varios canecillos lisos que soportan una cornisa con perfil biselado. Del mismo momento es la portada que se abre al sur, compuesta por un arco apuntado doblado que descansa sobre una línea de imposta lisa, y el pórtico que la protegía, del que sólo quedan algunos canes que soportaron su cubierta. En época gótica, probablemente en pleno siglo XIV, se añadió la actual cabecera con tres contrafuertes en sus lados norte y sur -como en Moratones y Villaobispo- y de mayor altura que la nave original lo que obligó posteriormente al recrecimiento de ésta pero sin destruir la primitiva cornisa románica. La espadaña parece obra más moderna, probablemente del siglo XVII.