Sant Martí de Guixers
GUIXERS
El municipio de Guixers, que se sitúa en la parte norte de la comarca del Solsonès, tiene una población muy diseminada y cuenta con siete entidades: Vilamantells, Sisquer, Montcalb, La Corriu, Castelltort, Casa Nova de Valls y Guixers, que da nombre al municipio. Desde Solsona se llega por la carretera de la Llosa del Cavall que cruza todo el término de Oeste a Este. Cuando las aguas del pantano de la Llosa del Cavall anegaron parte de Guixers, para salvar el puente de Vall-llonga, éste fue trasladado a un nuevo emplazamiento y la masía homónima fue desalojada. El embalse impide también el acceso a Sant Climent de Castelltort, conocido también como “el vell”, para diferenciarla de la iglesia nueva que lleva el mismo nombre. A pie del agua, se encontraba también la masía de la Creu de Pedra, cuyos vestigios –según los lugareños– son ya prácticamente imperceptibles.
Iglesia de Sant Martí de Guixers
Para llegar a la iglesia de Sant Martí de Guixers hay que tomar la carretera LV-4241 y, en el kilómetro 37, girar a la izquierda.
La primera noticia documentada de la iglesia data de 1088, cuando el conde Ermengol IV y su esposa Adelaida cedieron a la canónica de Santa Maria de Solsona seis iglesias parroquiales, entre las que se encontraba Sant Martí. Aunque parece que no todas las donaciones fueron efectivas, como el caso de Sant Serni del Grau, esto supuso un notable incremento de las posesiones de la canónica en el territorio, donde también se extendían las pertenencias del priorato benedictino de Sant Llorenç de Morunys, dependiente de Sant Serni de Tavèrnoles. Por lo menos en el siglo xiv, Sant Martí de Guixers debía de encontrarse entre el patrimonio de dicho cenobio, pues en 1343, Guillem, abad de Tavèrnoles aprobaba las obligaciones que el prior de Sant Llorenç hacía de los réditos de la iglesia, junto a las del Grau, Sant Andreu del Mosoll, Sant Quirze de la Coma, Santa Creu de Ollers y la parroquia y el pueblo de Sant Llorenç.
El edificio que ha llegado hasta nuestros días es el resultado de distintas ampliaciones y modificaciones de la primigenia iglesia románica, lo que da lugar a una compleja amalgama de construcciones. Sin duda, éstas ocultan partes del templo original, lo que dificulta su descripción. Aún así, parece claro que se trataba de una iglesia de una única nave rectangular y un ábside de planta trapezoidal en el exterior y cuadrada en el interior. En él se abren dos ventanas, una de axial, de doble derrame, de arco de medio punto adovelado con el alféizar monolítico, y la otra situada en el muro sur del ábside, también de doble derrame aunque muy desviada. En este mismo muro meridional, hacia los pies de la nave, se halla el acceso al edificio: una puerta de arco de medio punto con dovelas de dimensiones considerables. En sus batientes se encuentran herrajes que imitan la forma típica de las piezas de los siglos xii y xiii, aunque no corresponden a dicha época. En su fachada occidental, el edificio es coronado por un campanario de espadaña. El aparejo está compuesto por sillares bastante regulares dispuestos en hiladas horizontales. La lectura de paramentos permite deducir que los muros fueron elevados. La cubierta de la nave es de bóveda de cañón apuntada, como lo es el arco preabsidal. Todo el muro norte de la nave se esconde tras construcciones posteriores. Hacia el Oeste, se sitúan una escalera –similar a las que se conservan en Sant Martí de la Corriu, Joval o Canalda– y una capilla de 1633, y al Este, la sacristía. La construcción románica se ha fechado entre los siglos xii y xiii.
Texto y fotos: Montserrat Barniol López - Planos: Associació Cultural Vall de Lord
Bibliografía
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