Castillo de Alta-riba

Los vestigios de la fortaleza se sitúan en lo alto de un cerro al Noroeste de Alta-riba. Para acceder desde Estaràs se debe salir por la carretera LV-1005 en sentido noroeste y, tras recorrer unos 4 km, tomar un camino sin asfaltar a la izquierda que llega al lugar.

Alta-riba aparece documentado desde el siglo x como parte del condado de Berga, territorio al que se incorporó tras su conquista junto a Castellfollit de Riubregós, el Portell, Pujalt, Ferran, Malacara, Gàver y les Oluges. La fortaleza quedó bajo el dominio de varios castellanos impuestos por el conde de Berga como los Pujalt y los Cervera, que a su vez los pusieron bajo el mando de otras familias como los Alta-riba, documentados a principios del siglo xii. A inicios del siglo siguiente, fue esta estirpe la que vendió sus derechos sobre el territorio y sus habitantes al monasterio de Santes Creus, el cual en 1238 se hizo también con los derechos de los Cervera. A raíz de la Desamortización de Mendizábal dejó de pertenecer a este cenobio y su la propiedad se subastó públicamente.

Del castillo tan sólo se conserva en pie una torre, parcialmente derruida, de planta circular, construida directamente sobre la roca. Tiene unos 5 m de diámetro exterior y una altura máxima conservada de 6 m en el muro septentrional. El grosor del muro es de 140 cm. Como suele ser habitual en este tipo de estructuras defensivas, la puerta seguramente se situaría en el primer piso, a una altura tal que se dificultara el acceso del enemigo en caso de ataque. En el paramento no se aprecia ningún vano, aunque sí varios mechinales. De la sección meridional no queda más que algunos vestigios desperdigados por el suelo.

El interior de la torre estaba ocupado, en un piso inferior, por un habitáculo de planta cuadrada de 130 cm de lado y 4 m de altura, sin puertas, al que se accedía por medio de una estrecha abertura rectangular abierta en la falsa bóveda que lo cubría y que comunicaba el piso principal con este espacio. 

En la zona noroeste dos grandes grietas en el muro hacen peligrar la estructura de la torre, la cual parece estar soportada por la construcción que se adosó en época moderna en dicho lado.

Para la construcción de la torre de Alta-riba se utilizó sillarejo unido con mortero y dispuesto en hiladas muy ordenadas. Sus características constructivas, su similitud estructural con la torre de Gàver y la historia del lugar hacen que el fuerte se sitúe hacia la segunda mitad del siglo xi, momento cuando la frontera se encontraba en el valle del río Sió. 

Texto y foto: Raquel Cardona Segura

Bibliografía

Adell Gisbert, J.-A., 1986, pp. 27 y 94; Castells Catalans, Els, 1967-1979, VI, pp. 597-600; Catalunya Romànica, 1984-1998, XXIV, pp. 406-407; Diví López, M. del C., 2002, pp. 31-33, 53 y 54.