Castillo de Montagut
MONTAGUT I OIX
El municipio de Montagut i Oix se encuentra en la parte más septentrional de la Garrotxa, en el llamado valle alto del Fluvià; su límite superior llega a la frontera francesa. Con una extensión de 94 km2, gran parte del término municipal se integra en el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, un terreno montañoso de gran riqueza natural. Los accidentes geológicos más notables son el Puig d’en Ferran (991 m), los riscos de Talaixà, la sierra de Santa Bàrbara, la del Cós, y el valle de Hortmoier. Los ríos que fluyen por estos impresionantes valles son el Beget y el Oix, que forman la riera de Escala, cuyas aguas se unen a la riera de Sant Aniol para formar el Llierca, uno de los principales afluentes del Fluvià, que pasa por el sector más meridional del municipio.
Se llegar Montagut i Oix desde la autovía A-26 que une Besalú y Olot. Desde la autovía, se accede a Montagut por la carretara comarcal GIP-5233, mientras que para llegar a Oix hay que tomar la GIV-5221, que nace un poco más hacia el Oeste, en un cruce que hay justo antes de Castellfollit de la Roca. Además de los dos pueblos que dan nombre al municipio, en su amplio territorio se incluyen otras 14 aldeas o vecindarios más o menos dispersos, entre los cuales Sant Eudald, Santa Bárbara de Pruneres, Sant Miquel de Pera, Toralles o Monars, que cuentan con iglesias románicas.
Castillo de Montagut (o del Cós)
Para llegar hasta los restos del castillo de Montagut o del Cós, situados a 612 m de altitud, cruzamos el núcleo de Montagut por la avenida de la Garrotxa (que es la GIV-5232), y luego giramos hacia la izquierda por la avenida de les Escoles, que conduce hacia una zona deportiva. Esta vía se convierte en una pista forestal que asciende, en sentido norte, hacia el cerro del Cós, en donde se alzaba la fortaleza.
Entre 1070 y 1100 se cita directamente por primera vez el castrum de Monte Acuto quod vocant Corz, en concreto en un juramento de fidelidad, por el propio castillo, entre Bernat II de Besalú y los nobles Pere Guillem y Arnau Guillem de Castellar. Hacia 1119, Ermessenda, esposa del vizconde Udalard Bernat de Bas, dejó en testamento el castillo de Montagut, junto con los de Beuda y Mont-ros, a su nieto Udalard II de Bas, casado con Ferrana de Montcada. La muerte prematura de Udalard II hizo que su cuñado, el senescal Guillem Ramon de Montcada, asumiera su potestad durante la minoría de edad del heredero, Pere I Udalard de Bas. En 1127, el conde Ramon Berenguer III otorga al senescal la potestad de los castillos de Malan, Castilionis, Muntros, Beuda, Castlar, et Muntagud. Tras la muerte del heredero legítimo Pere I Udalard de Bas, su tia-abuela Beatriu I, mujer de Ponç Hug de Cervera, se convirtió en heredera de estas posesiones. Sus hijos Pere II y Ponç II regentaron el vizcondado hasta 1137. Del último se conocen cinco hijos, de entre los cuales regentó el vizcondado hasta 1195 Ponç III. La sucesión es confusa hasta que, en torno a 1198, Hug III de Tarroja deviene vizconde de Bas. Éste, cedió el castillo de Montagut a su primo Pere de Cervera por una concordia establecida entre ambos. La herencia del castillo aparece en diversas sucesiones hasta que en 1247 pasa a manos de la condesa de Empúries Sibil·la I, esposa de Hug V a partir de 1262, que pasa a ostentar el título de vizcondesa de Bas. Sibil·la vende el castillo, junto con otras posesiones, al rey Pedro el Grande. No obstante, la contribución durante la invasión francesa de 1285 del hijo de la vizcondesa, Ponç V, le valió la investidura del castillo de Montagut.
Los restos antiguos más visibles que se conservan de esta fortificación corresponden a una torre circular que ha sido en parte rehecha modernamente. Esta torre tiene un diámetro interior de 4,7 m y los muros tienen un espesor de 1,7 m. Al tramo antiguo pertenecería la parte inferior de la construcción hasta una altura de 5 m, cuyo paramento presenta sillares de piedra calcárea de tamaños irregulares, bien labrados y dispuestos en hiladas regulares, cuya datación se ha fijado en el siglo xi. En su interior hay una falsa cúpula construida con ripio y roca desvastada a partir de un encofrado de encañizado. No se conoce la ubicación la puerta de acceso al interior, no obstante, en la fachada norte se distingue un vano tapiado entre el paramento antiguo. La parte superior de la torre, así como la construcción anexa, en las que se abren hiladas de saeteras, se consideran reconstrucciones modernas.
Alrededor de la fortificación, apenas se distinguen algunos tramos de las murallas exteriores a modo de terraplén ataludado, algunas partes de las cuales podrían pertenecer a la fase medieval. Algunas fotografías antiguas permiten descubrir otros tramos de la muralla que discurrían en sentido Norte-Sur y que formaban una segunda torre de menores dimensiones, así como la capilla del castrum, la Mare de Deu del Cós, que aparece en la documentación desde el 1105 y que era un pequeño edificio de planta de nave única, en la que se veneraba una imagen de la Virgen con el Niño que fue destruida en 1936. La restauración llevada a cabo en los últimos años, después de la instalación de unas antenas, ha permitido conservar estos restos.
Texto y fotos: Marcos Ojosnegros Marín
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