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Vista del exterior

Identificador
50245_01_005n
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 37' 10.40'' , -0º 55' 32.49''
Idioma
Autor
Jorge Arruga Sahún
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción

Localidad
Asso Veral
Municipio
Sigüés
Provincia
Zaragoza
Comunidad
Aragón
País
España
Descripción
La iglesia de la Asunción domina el conjunto de la población, asentándose en la parte más alta de la loma que corona el pueblo. Se trata del hito arquitectónico de mayor importancia, tanto por su emplazamiento destacado como por la total ausencia de otras construcciones de calidad. Se encuentra parcialmente adosada a otra construcción que se suele relacionar con el castillo o torreón defensivo de la población. En la actualidad es difícil discernir los límites entre ambos inmuebles, sobre todo por la gran cantidad de añadidos posteriores que salpican el edificio. La iglesia hoy visible es el resultado de una dilatada historia en la que se superponen etapas y elementos de lo más variado, en muchas ocasiones sin orden aparente, dando una sensación al visitante de conjunto inconexo. El edificio original, de una sola nave culminado en ábside al que se accede por un arco de medio punto, podría fecharse en la segunda mitad del siglo XII. La presencia de arcos apuntados en la puerta y en el arcosolio interior evidencia obras en época gótica. Fue renovado casi por completo en fechas posteriores, probablemente ya en el siglo XVI, fase a la que cabe adscribir tanto la torre de planta cuadrada adosada al edificio primigenio como la cubierta arquitrabada de madera policromada que envuelve el interior. El retablo mayor, dedicado a la Asunción de la Virgen, puede datarse en el siglo XVIII, al igual que otros detalles estructurales casi a la manera de elementos decorativos, como son los aleros de remate. Ya en fechas contemporáneas difíciles de precisar se han acometido reformas de mantenimiento, evidentes por el profuso empleo del cemento, como es el caso del tramo de paso por encima de la portada principal como tránsito de comunicación hacia la torre, en el cual los añadidos de hormigón aparecen a la vista de modo inequívoco. La planta queda definida por una nave única rectangular rematada en ábside semicircular, que es el elemento que conserva a la vista restos románicos. El tamaño total de la nave de la iglesia alcanza 15 m de longitud y 5,1 m de anchura. El ábside se halla justo al borde de un acusado desnivel de unos quince metros, por lo que su silueta únicamente puede ser contemplada desde una cierta lejanía. No aparece ningún vano en el muro curvo, interrumpido por dos contrafuertes y una pareja de mechinales a una altura de unos 6,5 m, en la zona inmediatamente anterior al cambio de aparejo entre el sillar de buena escuadría y la mampostería irregular. La construcción inicial fue realizada en sillar, con hiladas bien trabadas cuyas medidas oscilan en torno a los 30 cm de altura. De esta fase nos ha llegado la parte inferior del núcleo central del ábside, parte de los contrafuertes y casi todo el alzado de los laterales del semicilindro. Una moldura parcialmente existente nos indica cuál fue la altura inicial de la construcción románica. En la parte media del ábside y en los laterales por encima de dicha cornisa el aparejo antiguo se ve sustituido por mampostería constituida por piezas irregulares de menor tamaño, unidas mediante mortero. La diversidad de aparejos explica la ausencia de ventana en el eje, que debió de ser suprimida en una intervención posmedieval, cuando ya no resultara útil por la existencia de un retablo. Quedan áreas de enlucido irregularmente repartidas por el exterior. La presencia del cuerpo torreado anejo y el revestimiento pintado que afecta a la totalidad del interior hacen difícil verificar en qué medida se conservan los muros laterales originales. Desde luego la puerta abierta en el muro meridional corresponde a época gótica. Tras las sucesivas capas de revoco se entrevén los sillares que configuran el arco apuntado. Cuenta con 1,4 m de luz y se encuentra levemente elevada sobre la cota de la calle, facilitándose el acceso por medio de un doble escalón de piedra. La torre, aunque parcialmente enlucida, posee una fábrica bastante regular de piedra sillar de menor tamaño. El muro septentrional es todavía más simple que el resto de la iglesia, ya que discurre recto, sin la presencia de vano alguno que rompa la uniformidad de la fábrica. Ésta se conserva, además, sólo de modo parcial, ya que grandes franjas se han visto tapadas con cemento en fechas recientes, si bien en la zona más próxima a la cabecera todavía se alza un contrafuerte. En el interior se aprecia la moldura que marca la imposta en el ábside y el estrecho anteábside, semejante a la constatada en el exterior absidal. El arcosolio apuntado es posterior. Una bóveda de medio cañón cubre la sacristía. El conjunto primitivo de la iglesia, que incluye las zonas antiguas del ábside y quizás también el arranque de la nave, carece de elementos de referencia que certifiquen su cronología. El sencillo aparejo antes descrito fue utilizado desde finales del siglo XI, pero siguió siendo empleado en edificaciones rurales durante centurias. El perfil de la moldura citada en el interior y exterior se corresponde con uno de los más habituales en las construcciones rurales románicas. El hecho de que el arco de embocadura sea de medio punto invita a proponer una fecha en la segunda mitad del siglo XII para los elementos más antiguos de la construcción. Las sucesivas ampliaciones y reformas llevadas a cabo entre los siglos XVI y XVIII así como los retoques ya contemporáneos, han contribuido a aumentar la confusión de estilos.