LA ACTUAL IGLESIA DE SAN JUAN es un edificio de magnífica construcción, íntegramente de sillería, renovado prácticamente en su totalidad en tiempos muy tardíos, seguramente ya a lo largo del XVIII o incluso a principios del XIX, según la inscripción que reza en el testero de la cabecera, que fecha la obra de la capilla mayor en 1815, aunque la portada pudiera ser aún del XVII. Sólo una parte del paramento exterior de la nave puede remontarse a los siglos del románico, unos retales, también de sillería, que se reconocen tanto en la fachada norte como en la sur. En este último lado se aprecia claramente el aparejo primitivo recorriendo los dos tercios inferiores de los tres tramos de la nave, presentando incluso alguna reforma posterior, como es la apertura de la portada, en sillería muy distinta, y alguna ventana cuadrada, posmedieval, ya cegada. Más interesante es el lado norte, donde encontramos un aparejo similar, igualmente recorriendo los dos tercios inferiores del muro. Aquí, en el actual tramo central, se advierte la presencia de una portada cegada, situada a ras de muro y formada por arco de medio punto doblado, con dovelas de aristas vivas, sin decoración, aunque la rosca interior parece haberse perdido parcialmente. Lo apoyos están muy modificados y apenas si llegan a verse, aunque se aprecia parcialmente la imposta oriental, de nacela, estriada. Inmediatamente sobre esta portada da la impresión de que el aparejo es distinto al de la base, aunque sigue siendo una sillería peor trabajada que la más moderna. Son cuatro hiladas que pueden corresponder a una reforma postrománica, en cuyo remate parecen averiguarse al menos dos canes recortados a ras de muro. Otra pieza que pudiera ser igualmente de cronología románica, aunque reutilizada, es la que aparece como alféizar de la hornacina que hoy se halla en medio de esa antigua portada, una pieza de imposta o alero con perfil de nacela. Aunque no son muchos los elementos para calificar como románicos esos paramentos y portada, las formas de esta última sí parecen ser más evidentes, en la misma línea de sencillez y de cronología tardía que caracteriza otras portadas de la misma comarca, como por ejemplo la inmediata de Cozcurrita.