Identificador
34815_01_015
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 42' 38.36'' , -4º 18' 9.89''
Idioma
Autor
José Luis Alonso Ortega
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Becerril del Carpio
Municipio
Alar del Rey
Provincia
Palencia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
UNA CARRETERA LOCAL que parte de la Puebla de San Vicente conduce hasta las otras dos pueblas de Becerril. La carretera se bifurca aproximadamente a 1,5 km de su inicio: el tramo de la derecha conduce hasta Barrio de San Pedro, mientras que el de la izquierda nos acerca a Barrio de Santa María. La iglesia se alza en una ladera desde donde se domina el disperso caserío. Se accede por una larga escalinata de piedra que salva el desnivel natural. Las fuentes documentales guardan un silencio absoluto respecto a la fábrica original aunque Enríquez de Salamanca la identifique como monasterio de Santa María de Domo David, priorato que fue de Mave. Diversas modificaciones enmascaran de tal modo su traza original que nos es muy difícil discernir la planimetría de su fábrica primitiva entre la combinación de volúmenes, aunque hacia el exterior destaca la poderosa imagen de la espadaña románica. Posee una nave rectangular dividida en tres tramos y cabecera rectangular que se abre a la nave por medio de un arco apuntado y doblado que descansa sobre pilastras rematadas en cimacio de nacela. A ambos lados del testero se abren sendas estancias, mientras que adosada al mismo muro oriental de la cabecera aparece la espadaña. Junto al muro norte de la nave, donde se abre la portada, aparece un atrio cubierto. En el hastial occidental se abre una puerta de medio punto adovelada y cuatro estrechos ventanales. La nave, cubierta con bóveda de cañón apuntado se refuerza con fajones doblados que descansan sobre pilastras, unas con semicolumnas adosadas y otras entregas. La portada septentrional aparece avanzada respecto al muro norte y está rematada por un tejaroz, quedando protegida por un pórtico moderno abierto al exterior mediante tres. Los canecillos del tejaroz fueron sustituidos por ménsulas de madera sobre las que apoya la cubierta del pórtico. Las arquivoltas de la portada norte son apuntadas y están compuestas por simples baquetones y escocias lisas, apoyan sobre columnas con cimacios de doble moldura. Los cuatro capiteles tienen sencillos motivos vegetales y geométricos que recuerdan piezas de la granja de Tablares y San Salvador de Cantamuda (hojas de acanto, trenzados o entrelazos, etc.), las basas áticas se componen de dos toros, escocia y toscas lengüetas. Adosada al lado oriental -y parcialmente al muro norte de la nave- aparece una capilla del siglo XVII de planta rectangular y de considerable altura. Se cubre con bóveda de crucería estrellada de terceletes y combados cuyos nervios descansan sobre pequeñas ménsulas angulares. Pudo ser patronazgo de los Villalobos, familia de un Rodrigo Gil que aparece entre los personajes procedentes de Aguilar de Campoo que figuran en el repartimiento de Sevilla. En todo el edificio se repite la misma fórmula constructiva: mampuesto para los muros y sillería reforzando las esquinas. Adosada parcialmente al muro sur de la nave se dispone una sacristía moderna de planta rectangular. La existencia de la cabecera apenas es perceptible desde el exterior dada la presencia de la espadaña, la sacristía y la capilla septentrional. En sus muros se abren varios ventanales, todos ellos de traza gótica. En el muro sur del pre sbiterio, se conserva una bella arquería ciega formada por cuatro arcos de medio punto -uno de ellos semidestruido al abrir la puerta de la sacristía moderna- que descansan sobre capiteles historiados y columnas exentas con fustes monolíticos. Las basas son típicamente románicas, con toro decorado con sencillas lengüetas, apoyan sobre un pequeño zócalo. Es posible que existiera otra arquería idéntica en el muro norte que desapareció al levantarse la capilla del siglo XVII. El exterior aparece rematado por una cornisa moldurada sustentada por una hilera de canecillos decorados con simple nacela. Sobre el triunfal se construyó una pequeña espadaña con un arco ligeramente apuntado y rematada por una cruz pétrea. No obstante, la espadaña principal, más monumental e instalada sobre una torre prismática, aparece adosada al ángulo sureste del ábside. Es la zona más antigua del edificio y para García Guinea “una excelente muestra de la prolongación hacia el sur de la escuela de Aguilar”, aunque hacia el lado meridional se transformó parcialmente en torre cuadrangular en época gótica. Se compone de dos cuerpos perforados por dos arcos de medio punto cada uno y un coronamiento macizo a piñón, mostrando las dovelas del cuerpo superior alternancia bicromática como en el triunfal de Santa María de Mave, mientras que los cuatro ventanales tienen exterior e interiormente una doble columna coronada por capitel. Los capiteles y cimacios de los dos arcos abiertos en el primer cuerpo de la espadaña, recordaban a García Guinea algunos capiteles interiores de Villanueva de Pisuerga y Vallespinoso de Aguilar. Representan elementos vegetales (acantos lisos, helechos entrecruzados, molinillos de vástagos helicoidales, hojas cuadripétalas inscritas en el interior de círculos perlados, zarcillos y hojas de palma con trepanaciones) y animales fantásticos (combates entre centauros y leones afrontados y máscaras vomitando tallos) cuyos referentes están en los capiteles del cercano atrio de Rebolledo de la Torre (Burgos). En suma, la mejor re p resentación escultórica en una espadaña palentina donde intervienen los mismos talleres activos en Vallespinoso de Aguilar, Pozancos, Santa Eulalia de Barrio de Santa María y Rebolledo de la Torre durante el último cuarto del siglo X I I (ca. 1186). Los capiteles de la arquería ciega en el muro interior meridional son figurados. Representan atlantes angulares barbados y acantos muy simples. Las cestas sobre las que apoyan los fajones de la nave tienen simples bolas con caperuza y personajes toscos y esquemáticos en su centro, alguno de éstos con cimacio ornado de dientes de sierra. El arco triunfal, doblado, presenta ornamentación de pequeñas figurillas policromadas que lo recorren en toda su longitud adaptándose a la rosca. La simplicidad vegetal en los capiteles de la portada permiten adivinar un claro goticismo rústico que contrasta con las cuidadas cestas de la espadaña, cuya cronología es sensiblemente más antigua y en palabras de García Guinea “bastante característicos de algunos maestros y discípulos de los talleres aquilarenses”. En el muro norte, junto a la pilastra que separa el segundo del tercer tramo de la nave, aparece una pequeña pila aguabenditera datable a inicios del siglo XIII. Es una pieza troncocónica que apoya sobre fuste liso y una basa compuesta por toro decorado con lengüetas angulares y varias escocias sobre plinto.