Sant Martí de Far d'Empordá
El Far d’Empordà
El pueblo de El Far d’Empordà se sitúa a unos 4 km al Sureste de Figueres, en una ligera elevación del terreno que domina la bella planicie ampurdanesa. Para llegar, desde Figueres, sólo hay que tomar la carretera local GIV-6211.
La villa que vocatur Farus aparece ya en un precepto del año 844 del rey Carlos el Calvo, donde se amplían las posesiones y donaciones a la canónica de Girona. En concreto, se especifica que esta villa había sido usurpada por Bernat de Septimània, conde de Barcelona y Girona, y mediante el precepto volvía a formar parte de las tierras de la diócesis gerundense. Dicha posesión se confirma en otros varios diplomas otorgados por monarcas carolingios (en 881, 886, 899 y 922). Sin embargo, en el año 974 parece que la posesión pasa a manos del monasterio de Sant Pere de Rodes, según se afirma en una epístola del papa Benedicto VI dirigida al abad Hildesind. La jurisdicción rodense fue ratificada más tarde por el papa Juan XV, en otra epístola fechada en 990. Ya en el siglo xii, el Far aparece como albergue de Gausfred II, conde del Rosellón.
El topónimo utilizado para este sitio, Far (faro), no debe relacionarse con la presencia de un faro para la navegación marítima (en realidad, el mar queda bastante lejos) sino con una torre (o un sencillo puesto) de vigía terrestre. Parece que habría sido levantada durante la dominación islámica (sería, pues, una manâra, luego bautizada por los conquistadores carolingios con el sustantivo latino farum), aunque nada se conserva de ella. Tampoco hay noticia documental de la antigua estructura, que debió servir de base (o ser sustituida) por una posterior fortaleza tardomedieval, de la que sí hay datos aunque tampoco se conserva. Fue construida en 1299 por el conde Ponç V de Empúries, en el contexto de unas disputas con los monjes de Sant Pere de Rodes en relación al castillo de la Verdera. A dicha fortaleza se vinculó la iglesia de Sant Martí, que cabe fechar algunas décadas antes, puesto que es románica, y que debe su aspecto fortificado al mismo contexto.
Iglesia de Sant Martí
La iglesia de Sant Martí del Far esta situada en el punto más alto del pequeño pueblo, visible desde muy lejos y bien señalizado su acceso.
El templo aparece documentado por primera vez sólo 1229, en una noticia relacionada con la donación económica de nobles y caballeros de este municipio a la canónica de Girona. No se conservan noticias anteriores, y quizás debe suponerse que el edifico fue alzado a principios del siglo xiii. En las Rationes Decimarum gerundenses de 1279 y 1280 ya consta como parroquia.
Sant Martí es un templo de nave única, cubierta por una bóveda de cañón apuntado y rematada al Este por un ábside de planta rectangular, que se vincula a la nave mediante un arco presbiterial, también apuntado, decorado en los flancos por dos columnas adosadas coronadas por capiteles lisos. La iglesia está iluminada por tres ventanas de doble derrame; una situada en el muro sur, otra una situada en el eje central del ábside, y otra, en la portada principal, a la cual se hace referencia más adelante. En el interior del templo hay cuatro capillas laterales de formato rectangular, dos por lado y, a los pies, un coro elevado, elementos que son evidentemente más tardíos, añadidos quizás en alguna reforma de hacia el siglo xiv.
El exterior del edificio proyecta una evidente robustez en su conjunto, consecuencia de su construcción mediante sillares de tamaño medio, bien trabajados y con una colocación perfecta. El sobrealzamiento de los muros del templo, como consecuencia de su fortificación en el siglo xiv, se pueden distinguir del resto de la construcción por la línea de aspilleras situadas en las partes altas, sobre la piedra ligeramente ennegrecida en comparación con el resto del sillar empleado. Rematando los muros se sitúan una especie de almenas sobre arquillos y ménsulas; que recorren todo el perímetro del templo exceptuando el muro occidental. Los muros norte y sur, en sus partes altas, están decorados con gárgolas de piedra en forma de animales fantásticos.
La puerta de acceso se sitúa en la fachada oeste. Se abre mediante dos arcos de medio punto, lisos y en degradación, con dintel y tímpano lisos. El portón conserva los herrajes románicos con decoración vegetal. Por encima de esta portada se sitúa una ventana que, de todas las existentes, es la única que tiene decoración. Se trata de una ventana de doble derrame, como ya se ha comentado, con dos arcos de medio punto en degradación, adovelados. Las dovelas interiores tienen algunos detalles esculpidos. Esta ventana está resaltada por un friso semicircular de dientes de sierra.
En conclusión, la iglesia del Far d’Empordà debió ser bastida a principios del siglo xiii. El aspecto fortificado de la iglesia corresponde a los elementos añadidos a finales del siglo xiii y principios del siglo xiv, coincidiendo con la construcción del castillo, que sin embargo ha desparecido completamente.
Texto y fotos: Lorena García Morato – Plano: Ángela Trapero Rodríguez
Bibliografía
Badia i Homs, J., 1977-1981, II-A, pp.171-173; Castells Catalans, Els, 1967-1976, II, pp. 408-414; Catalunya Románica, 1984-1998, IX, pp. 480-482.