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Capitel de la portada

Identificador
40318_01_004
Tipo
Fecha
Cobertura
41º 11' 21.50'' , -3º 43' 6.59''
Idioma
Autor
Carlos Álvarez Marcos
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de Nuestra Señora del Río

Localidad
Castroserna de Arriba
Municipio
Prádena
Provincia
Segovia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
EN LA PARTE ORIENTAL del pueblo aislada del resto de construcciones encontramos la iglesia de la localidad construida con mampostería con refuerzo de sillares en las esquinas. Exteriormente se nos presenta como una edificación sencilla, de una sola nave y cabecera cuadrada con un pórtico y una torre adosados en su lado meridional. El aspecto general que hoy día nos ofrece el templo es fruto de unas obras realizadas en el siglo XVII y que tenemos documentadas gracias a dos inscripciones. Ambas se encuentran en la torre y nos aportan la fecha exacta, los promotores de la obra y el nombre del párroco del momento. Dicen así: HIZOSE SIENDO SEÑOR DE ESTA VILLA DON SEBASTIAN DURANGO DE ESPINOSA DEL CONSEJO DE SU MAJESTAD EN EL SUPREMO DE NAVARRA Y DOÑA JUANA DURANGO BERNARDO DE QUIROS. AÑO DE 1665. ALCALDE MAYOR JUAN DE CHAVIDA; y la otra: HIZOSE SIENDO CURA EL LICENCIADO DOMINGO MARTINEZ Y RUIZ. AÑO DE 1665. Así pues nos encontramos ante un templo construido en el siglo XVII en el cual se reaprovechan dos elementos de una edificación anterior. Por un lado tenemos la puerta de acceso al templo y por otro la pila bautismal. Ubicado en el muro sur y protegida por el pórtico de la iglesia, la portada está realizada en sillería y compuesta por un arco de medio punto con el intradós lobulado y que lleva tallado en cada dovela un florón de cuatro pétalos. Este tipo de arcos lobulados aparecen también en las portadas de las iglesias segovianas de Turrubuelo, El Olmo, Sotillo o Duratón, aunque establecer su verdadera procedencia resulte más problemático. Inés Ruiz Montejo aporta dos posibles orígenes: por un lado estas puertas lobuladas serían consecuencia de influencias hispanoárabes que penetran en Francia en el momento de gestación del románico y regresan a la península a través del Camino de Santiago. La segunda hipótesis nos remite a la posible existencia de artistas mudéjares en tierras de Sepúlveda, hábiles en las tareas de construcción, que incorporan este elemento arquitectónico tan característico de su pasado musulmán. Es curioso comprobar como este esquema de portadas en las que se emplea el arco lobulado se repite en iglesias alejadas de Segovia como son las de los pueblos de Campisábalos o Villacadima ya en tierras de Guadalajara. La portada se completa con dos arquivoltas, la interior con grueso bocel y apoyando en columnas monolíticas coronadas por pequeños capiteles de temática vegetal con palmetas y hojas de acanto que pueden atribuirse al taller que trabaja en Perorrubio y Santa Marta del Cerro, y por tanto relacionarse con los canteros de la iglesia de Duratón, mientras que la arquivolta exterior está decorada con boceles quebrados en zigzag, empleados también en portadas de iglesias segovianas como Cascajares, Muñoveros o la Virgen de las Nieves de Rebollo. Para completar la decoración, una imposta de decoración vegetal a base de roleos y trifolias ya vistos en Duratón o Perorrubio recorre toda la portada a la altura del cimacio y protege el conjunto una chambrana formada por tres filas de billetes. Una policromía de tonos cálidos, amarillos y rojos, adorna la portada y aunque desconocemos con exactitud su cronología creemos que es de factura moderna. Quizás durante la reedificación del conjunto se trasladó y se repintó la portada conservándose el color actual gracias a la protección del pórtico. En el interior la cabecera aparece cubierta por una falsa cúpula de escayola y se ilumina mediante dos ventanas rectangulares; la techumbre de la nave lleva un cielo raso blanco decorado con una moldura de color rojo. En el lado sur entre la nave y la cabecera se encuentra adosada la torre de la iglesia cuyo cuerpo bajo ha sido habilitado como la sacristía del templo. La pila bautismal, ubicada bajo el coro, es el otro testimonio románico que ha llegado hasta nuestros días, sin duda procedente de un edificio anterior. Mide 128 cm de diámetro y 82 cm de altura y tiene una decoración de gallones entre los que se intercalan pequeñas cabecitas humanas de ruda talla y sobre ellos una cenefa vegetal con flores cuatripétalas. El pie sobre el que apoya la copa, de unos 40 cm, tiene esculpidos unos roleos vegetales. La decoración de gallones entre los que se intercalan cabezas humanas es un motivo que aparece en otras pilas bautismales románicas de la provincia y relaciona ésta pila de Castroserna de Arriba con las que encontramos en las iglesias parroquiales de Requijada, Aldealengua de Pedraza, La Cuesta, Castroserracín y ya más alejada Cuevas de Provanco.