Sant Cebrià de Pujarnol
Iglesia de Sant Cebrià de Pujarnol
El núcleo de Pujarnol está situado en el inicio del valle de Matamors, entre las sierras de Sant Patllari y Biert. Para llegar, desde Banyoles, sólo hay que tomar la carretera GIV-5247, que conduce hasta la pequeña localidad. La iglesia tiene en frente un castillo que conserva una torre del siglo xiii.
El lugar de Pujarnol lo encontramos citado por primera vez en el año 1017 en la bula del papa Benedicto VII. Este documento nos informa sobre las posesiones que tenía el monasterio de Banyoles en el lugar llamado Podio Arnulphi o Puigarnolf, en el condado de Besalú. El 24 de abril del año 1248 el obispo de Girona Berenguer de Castellbisbal consagró la iglesia dedicada a Sant Cebrià. Está documentado que en el año 1359 el entorno de la iglesia acogía una población de siete fuegos. En el año 1426, la iglesia tenía dos altares, el mayor dedicado a san Cebrián y otro dedicado a san Pedro.
La iglesia de Sant Cebrià es un templo románico que en origen disponía de una sola nave terminada con un ábside semicircular. Al lado norte se le adosó un cuerpo que se divide en tres ámbitos: la sacristía, una capilla y el acceso a la torre-campanario. El campanario en origen era de espadaña, aunque fue reformado y adoptó una planta cuadrada. La nave está cubierta con una bóveda ligeramente apuntada, mientras que el hemiciclo se cubre con una bóveda de horno que arranca de una imposta. Los muros interiores del templo están enlucidos y sólo se han dejado descubiertos los sillares del ábside. Por el exterior de la nave corre una imposta con perfil de caveto. El templo presenta dos ventanas de doble derrame, una en el centro del ábside, con arco de medio punto, y la otra en el muro de mediodía, también con arco de medio punto, tallado en un dintel monolítico. Los muros de este templo son de sillares de piedra arenisca, bien trabajados y colocados en hiladas regulares de alturas alternas. La fachada principal, fruto de una refacción, presenta una puerta de arco de miedo punto adovelado y un rosetón. De la puerta original se conservan los elementos de forja, entre los que destaca una cabeza zoomorfa a modo de cerrojo.
Incensario
En el Museu d’Art de Girona conserva un incensario de bronce procedente de Sant Cebrià de Pujarnol (núm. inv. 60). Su forma es prácticamente esférica y consta de dos piezas: la caldereta o casquillo y la tapa. No conserva ni las cadenas ni el soporte superior. En el casquillo inferior fue soldado un pequeño pie en forma de anilla. Las dos piezas presentan el mismo tipo de decoración, aunque ejecutada con técnicas diferentes: la caldereta está trabajada en relieve con buril, mientras que la tapa está calada para dejar pasar el humo. La realización del calado de la pieza superior es más tosca que el relieve de la pieza inferior. La decoración está dividida en triángulos que forman medallones en la parte inferior, a base de hojas y tallos, y otro medallón superior con el mismo motivo. El borde de la caldereta está decorado con cenefas en zigzag y tiene unas pequeñas palmetas en los espacios triangulares. Por su comparación con otras piezas, así como por su ornamentación y características, la pieza puede fecharse hacia finales del siglo xii.
Texto: ALMUDENA MONTENEGRO GALLARDO – Fotos. ALMUDENA MONTENEGRO GALLARDO– Planos. MODESTO CARRERAS CORT
Bibliografía
AA.VV., 2005, pp. 489; Badia i Homs, J. y Olavarrieta i Santafè, J., 1991, pp. 141; Catalunya Romànica, 1984-1998, V, pp. 449-450; Constans i Serrats, L., 1954, pp. 77; Duran-Porta, J., 2015, II, pp. 142-143; Marquès i Planagumà, J. M., 2000, pp. 115; Monsalvatje y Fossas, F., 1889-1919, XVI, pp. 309;