PALOL DE REVARDIT

El municipio de Palol de Revardit se sitúa al Sureste de la comarca de El Pla de l’Estany. Limita con los municipios de Cornellà del Terri por el Norte, con Sant Julià de Ramis y Medinyà por el Sur y con Canet d’Adri por el Oeste. Está formado por tres poblaciones: Palol, Riudellots de la Creu y la Mota, y por los vecindarios de la Banyeta, la Banyeta Nova, Can Vinardell, la Costa, la República y la urbanización de Can Comes. Todos estos pequeños núcleos de población diseminada, rodeados de un amplio territorio, constituyen una extensión total de 18,28 km². Palol de Revardit conserva el castillo que domina la población. En el año 2011 se empezó la remodelación y recuperación de la muralla y de la base del castillo.

En el año 1076 el obispo Bernat Bernat de Carcassona, encontrándose en estas tierras, enfermó gravemente y murió en el castillo de Palol, del que era señor Dalmau Gausbert. El testamento fue ejecutado ese mismo año, dentro de los seis meses posteriores a la muerte del testador, por medio del sacramento realizado sobre el altar de Sant Genís de Cornellà de Terri. El linaje de los Palol, señores del castillo, se documenta des de finales del siglo xi con el citado Dalmau Gausbert y sigue una sucesión ininterrumpida hasta la edad moderna, cuando se une al de los Cruïlles-Sarriera. Los Palol poseían bienes en Ravós del Terri, Riudellots de la Creu, la Mota, Cornellà del Terri y Rocacorba. En 1698 Palol de Revardit era lugar real. El topónimo, documentado a partir del siglo xii, consta de dos elementos: “Palol”, que debe su nombre al citado linaje, y “Revardit” que se toma de la riera que pasa al pie del castillo y que en los documentos se cita como Rivo David (1116), Riudevitis (1359) y Rivovitis (1362).

Iglesia de Sant Miquel

La iglesia de Sant Miquel se encuentra en el centro de la población de Palol de Revardit, en el interior del recinto amurallado y unida al castillo. En cuanto a la advocación, hay que recordar que el culto a San Miguel Arcángel era habitual en fortificaciones o castillos, debido a su carácter guerrero.

La iglesia de Sancti Michaelis de Paladel se documenta por primera vez en el testamento del obispo de Carcassona Bernat Bernat (1074). En el año 1362 ya se conocía como Sancti Michaelis de Rivovitis, lo que responde a una transformación del antiguo Rivo David (que se cita en 1116), y en 1372 aparece como Parrochia Castri de Palaciolo de Rivoritis. En el siglo xv tenía dos altares, el mayor dedicado a san Miguel y otro dedicado a san Bartolomé. En 1691 el lugar es conocido como Sancti Michaelis de Palaciolo de Rivovitis, hecho que remite al uso efectivo del castillo. Dicho castillo, de origen románico, está muy reformado, tanto en el interior como en el exterior, y a fecha de hoy está en fase de restauración. Las últimas excavaciones, efectuadas en los años 2011 y 2012, han localizado el antiguo foso y parte de la muralla medieval, lo que contribuye a vislumbrar el conjunto antiguo.

La iglesia de Sant Miquel de Palol de Revardit contaba originalmente con una sola nave cubierta con bóveda de cañón y era recortada a levante por un ábside semicircular separado de la nave por un doble arco en degradación. Posteriormente se abrieron dos capillas laterales, lo que le confirió una especie de forma de crucero, así como otras dependencias, como una sacristía y una pequeña sala que actúa de almacén. La torre campanario, de planta cuadrada, se trata probablemente de un añadido posterior que aprovechó la construcción primigenia. En la fachada principal destacan la portada, de vano rectangular, y un pequeño rosetón, ambos tardíos. Es muy probable que las modificaciones más notables sean fechadas en el siglo xviii y más tardíamente. Por el interior, manifiesta el resultado de una reforma efectuada en la década de 1990, con las paredes enlucidas y una pintura contemporánea en el muro en el ábside. En el fondo del hemiciclo se abre una ventana correspondiente a la fase románica, de doble derrame y con un arco de medio punto formado por pequeñas dovelas. Por el exterior, el muro curvilíneo muestra dos lesenas de tradición lombarda que se unen a la imposta superior, con perfil triangular.

La construcción presenta sillares de piedra bien labrada que alterna hiladas de sillares de reducidas dimensiones dispuestos longitudinalmente con otros más grandes y cuadrangulares. Por sus características, la parte correspondiente a la iglesia primitiva se puede fechar a finales del siglo xii o principios del xiii. La conservación del edificio es muy buena.

Texto y foto: Almudena Montenegro Gallardo

Bibliografía

AA.VV., 2005, pp. 434-438; AA.VV., 2011, p. 8; Badia i Homs, J. y Olavarrieta i Santafè, J., 1990, pp. 169-170; Badia i Homs, J. y Olavarrieta i Santafè, J., 1991, pp. 127-129; Catalunya Romànica, 1984-1998, V, pp. 437-439; Marquès i Planagumà, J. M., 2000, p. 114.