Sant Romà de Casós
EL PONT DE SUERT
Iglesia de Sant Romà de Casós
A la pequeña localidad de Casós se accede por una pista asfaltada que arranca de la carretera N-230 a la altura Vilaller.
A pesar de que no se conocen noticias de época altomedieval sobre Casós o su iglesia, se considera que, por su contexto geográfico, esta parroquia pudo haber estado en la órbita del desaparecido cenobio de Sant Andreu del Barrabés. Se tiene constancia de que en 1380 Casós fue entregada por el rey Pedro el Ceremonioso a la sede episcopal ilerdense, bajo el dominio de la cual estuvo hasta la extinción de los señoríos.
Esta iglesia, dedicada a san Román, presenta una planta compuesta por una sola nave rectangular, algo irregular, y un ábside semicircular, también irregular, pues está levemente desviado hacia el Noroeste. En el centro del paramento exterior absidal, se abre una ventana con arco de medio punto monolítico cuyos extremos laterales se extienden para conformar la parte superior de las jambas. Corona este lienzo un friso de once arquillos ciegos que enmarcan sendas piezas semicirculares monolíticas. La forma de articularse el cuerpo del ábside con los muros laterales de la nave es asimétrica. Mientras que en el lado sur existe un marcado retranqueo entre ambas estructuras, en el norte este encaje es más deficiente, lo que ha llevado a J.-A. Adell a plantear que podría ser el resultado de dos fases constructivas diferenciadas. El muro meridional es totalmente, y en él se abre la puerta formada por un arco de medio punto doblado. La fachada occidental es lisa, está rematada por una espadaña de dos ojos, bajo la cual se abre una ventana de derrame simple hacia el interior y arco de medio punto rebajado y monolítico. El aparejo del ábside y la fachada oeste está formado por sillares alargados y de notables dimensiones cuyo tamaño se reduce conforme se gana altura, y dispuestos en hiladas uniformes. En el lienzo sur, por el contrario, se empleó sillarejo más tosco e irregular, de tamaños diversos, pero más reducidos que en los otros dos muros. En la parte superior de los muros perimetrales de la nave se utilizó un tosco aparejo de mampostería para sobrealzar el templo. La techumbre actual de la nave, a doble vertiente, está realizada con uralita, mientras que la del ábside, troncocónica, todavía conserva la cubierta de losas
En el interior, que fue totalmente reformado en el siglo xviii, la nave se cubre con una bóveda de cañón que queda oculta por dos falsas bóvedas de lunetos, y que está reforzada por un arco fajón apoyado en pilastras. En los pies del templo se construyó un coro elevado.
Se ha situado la construcción de este edificio haciaa la segunda mitad del siglo xii.
Cerrojo de la puerta
En la puerta se conserva un cerrojo de hierro forjado, compuesto por dos piezas: un pasador con tirador sostenido por tres argollas y por una placa de hierro en forma de lingote chipriota. El pasador presenta inciso un repertorio decorativo compuesto por motivos geométricos, y su extremo está rematado por una cabeza de animal con alargado hocico y orejas puntiagudas. El tirador, de forma oval, presenta una combinación de motivos geométricos y florales. El cerrojo se encuentra fijado a la puerta por una serie de clavos, también de hierro forjado, situados en sus cuatro extremos que se encuentran remachados. A. Monsó ha planteado que el ejemplo más cercado es el que se conservaba en Santa Margarida de Peranera. Esta autora lo ha datado en el siglo xii o la primera mitad del xiii.
Texto: Juan Antonio Olañeta Molina/Nuria Otero Herráiz - Fotos: Nuria Otero Herráiz - Plano: Xavier Gil Piqué
Bibliografía
Catalunya Romànica, 1984-1998, XVI, p. 169; Iglesias Costa, M., 1998-2002, pp. 75-110.