Identificador
09212_03_005
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 48' 19.11'' , - 3º 12' 45.10''
Idioma
Autor
Augustín Gómez Gómez
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Pajares de Tobalina
Municipio
Valle de Tobalina
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
EL CASERÍO SE DISTRIBUYE a lo largo de la calle que viene de Gabanes formando junto a la parroquia una pequeña plaza. Está dedicada a Santiago que aparece como “Matamoros” tal y como se refrenda en el retablo que se talló en 1760. La iglesia conserva de su pasado medieval la nave dividida en tres tramos, mientras que la cabecera románica, al igual que la de otras iglesias del Valle de Tobalina, desapareció al ser reemplazada por otra muy espectacular de gran esbeltez y amplitud de espacio. El acceso al interior se realiza por una sencilla portada abierta en el segundo tramo del muro lateral orientado al sur. Está delimitada por dos cortos y gruesos contrafuertes y se encuentra protegida por un pequeño tejadillo. La espadaña está adosada al hastial del edificio y resulta especialmente noble al construirse en piedra de sillería en contraste con la mampostería y sillarejo del resto del aparejo del edificio. Consta de tres vanos apuntados, las dos troneras de mayor tamaño albergan las campanas del templo. Una sacristía se adosa al tramo norte del presbiterio. El interior se encuentra totalmente encalado no pudiéndose percibir claramente el aparejo de la bóveda de cañón apuntado de la nave y los distintos motivos vegetales de los capiteles y ménsulas que soportan el peso de los arcos fajones y del triunfal. En este templo, al igual que en otras muchas iglesias de finales del románico, se representaron únicamente temas vegetales realizados de una forma tosca y muy esquemática. Una imposta lisa recorre horizontalmente ambos muros laterales a la altura del cimacio de los capiteles señalando el arranque de la bóveda. Por debajo, en alguno de sus tramos, dos en el muro norte y uno en el sur, se han abierto pequeños nichos que sirven de capillas laterales decoradas algunas con pinturas que representan escenas de la vida de Jesús. El paso de la pequeña nave, testimonio de un arte tardorrománico muy popular, al monumental presbiterio, consecuencia directa del aumento demográfico vivido en muchos de los pueblos del Valle de Tobalina a mediados del siglo XVI, se realiza por un modesto arco triunfal apuntado. La capilla mayor, cuadrada y cubierta con bóveda estrellada, responde a la tendencia de los canteros montañeses a emplear un gótico residual durante buena parte del siglo XVI. Consta en la documentación que en 1586 el cantero Juan de Ribas trabajaba en la construcción de la capilla mayor y sacristía por lo que se le abonaron 61.592 maravedís con otros pagos posteriores. En uno de los nichos abiertos en el muro está depositada la pila bautismal románica. Un pequeño pie cilíndrico sirve de soporte a la copa circular que presenta amplios gajos circundando todo su perímetro. El reborde se destaca pero no presenta ningún motivo ornamental. Se trata de una más de las numerosísimas pilas de “gallones” o de “concha” que se hicieron en el período románico. De factura similar es la pila que se encuentra en el cercano templo de Orbañanos. Tanto la traza arquitectónica románica conservada en la nave como lo rudimentario de su escultura lleva a pensar que este edificio corresponde con uno de los muchos templos rurales y pobres construidos en un románico ya muy tardío de un siglo XIII iniciado.