Santa Maria de Faners
Capilla de Santa Maria o Mare de Déu de Farners
El santuario de Santa Maria de Farners se encuentra situado al pie del castillo de Farners y, por su ubicación, no hay duda de que era su capilla. Así lo indican el nomenclátor diocesano de 1368 y un capitular de finales del siglo xiv, que la mencionan como capella Sancte Marie de Fameriis, calificación relativa a las capillas de los castillos que aparece en numerosos documentos.
La iglesia de Santa Maria de Farners fue consagrada el 23 de abril del año 1200 por el obispo de Girona, Arnau de Creixell. En el acta de consagración constan las firmas de Ramon de Farners, fundador de la iglesia y castellano de la fortaleza de Farners, y de Pere Ramon de Vilademany y su esposa Ermessenda, de los cuales dependía la castellanía. El documento especifica que la iglesia fue de novo constructa ad pedem castri de Farnerio. Este tipo de menciones no son habituales en las actas de consagración de las iglesias de nueva planta, razón por la cual los historiadores creen que se trataría de la reconstrucción de un edificio anterior, destruido durante la incursión húngara que tuvo lugar en la primavera del año 942 y que fue especialmente destructora en los condados de Besalú y Girona. Efectivamente, el 31 de enero del año 950, el obispo Gotmar de Girona consagró cinco iglesias en el valle de Santa Coloma de Farners: Santa Coloma, Sant Miquel Arcàngel, Santa Cecília, Sant Joan Baptista y Sant Pere. El acta de consagración de dichos templos especifica que la basílica de Santa Coloma había sido destruida por los húngaros y reconstruida por Ennegó y su hijo Giscafred. Seguramente, Santa Coloma no debió ser la única iglesia destruida. Sea como fuere, en este documento no aparece mencionada la iglesia de Santa Maria de Farners, lo cual indica que todavía no se había construido. De hecho, las características arquitectónicas del edificio apuntan hacia una cronología a caballo entre finales del siglo x e inicios del xi, cuando se introduce en Cataluña el románico de características lombardas. Confirma esta cronología el descubrimiento de unas tumbas antropomorfas alrededor del ábside, durante una intervención arqueológica efectuada en el año 1985.
Del primitivo templo prerrománico sólo se conservan la parte inferior del ábside y los tramos inferiores de los muros laterales de la nave. El edificio románico es visible desde el exterior, ya que fue parcialmente destruido por la reforma arquitectónica efectuada en el siglo xviii. Se trata de un sencillo edificio de nave única, rematada por un ábside semicircular de proporciones alargadas. La nave está cubierta con bóveda apuntada y el ábside con una bóveda de cuarto de esfera y un tramo de bóveda de cañón. En el centro del ábside se abre una ventana doblemente abocinada. Su aparejo está formado por sillares graníticos, y no presenta ningún tipo de decoración arquitectónica.
Texto y fotos: Luisa Amenós Martínez
Bibliografía:
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