Castell de Comiols
ARTESA DE SEGRE
Castillo de Comiols
El pueblo de Comiols, actualmente abandonado, está situado sobre los acantilados que marcan el límite de la sierra de Sant Miquel. Forma un interesante conjunto integrado por el edificio militar, el conjunto de viviendas y la iglesia de Sant Romà. Históricamente la aldea ha gozado de una envidiable posición estratégica, pues ya formaba parte de la ruta seguida, desde la época del Imperio romano, para transitar hasta Isona. Durante la Edad Media mantuvo una situación dominante de la llanura del Segre, guardando el paso del puerto de Comiols en contacto visual con otros castillos, como el de Montmagastre. Para acceder, hay que seguir la carretera que va de Artesa de Segre a Tremp hasta que, transcurridos unos 22 km, tomar un desvío a la izquierda que llega a Comiols. Una vez en esta población, hay que caminar por un sendero hasta la cima de la sierra.
Aunque las referencias más antiguas sobre el pueblo de Comiols hacen mención de la iglesia de Sant Romà, parece lógico pensar que la edificación de ésta fue posterior a la de la fortaleza, que podría haber tenido su origen a causa de la ya citada posición estratégica del emplazamiento. El castillo de Comiols es nombrado por primera vez, en 1010, en la dotación inicial a Sant Miquel de Montmagastre por parte de Ermengol II y su esposa e hijo. Más tarde, en 1054, vuelve a citarse, como castrum de Chomedols, en otra acta de dotación a la canónica de Sant Miquel de Montmagastre por parte de Arnau Mir de Tost, junto a su mujer e hijo. Posteriormente, figura en el testamento firmado por Arnau Mir de Tost en el año 1071, en el que designa como heredero a su nieto, Guerau Ponç, a la vez que se confirman todas las donaciones realizadas anteriormente a favor de la abadía de Sant Pere de Àger y que suponen el nacimiento del vizcondado de Àger. En 1190, aparece documentado en la donación llevada a cabo por Sança de Rubió a los hospitalarios de Sant Salvador de Isot, en la Baronía de Rialb, junto con todo el diezmo que poseía el término de dicho castillo.
Los restos que de la antigua fortaleza quedan en pie son bastante escasos en relación con lo que debió de ser en el momento de su construcción. El baluarte está rodeado de vestigios de otras construcciones que son, seguramente, posteriores. Lo que se conserva hoy en día es principalmente el piso inferior de la torre de vigilancia, de planta circular, la cual originariamente constaría de tres plantas. Está construida directamente sobre el suelo rocoso de un gran peñón que se eleva entre dos profundos barrancos. La técnica constructiva empleada para levantar esta estructura se basa, como suele ser habitual, en la utilización de dos paramentos distintos, uno exterior y otro interior, rellenando el espacio intermedio con piedras de pequeño y mediano tamaño trabadas con una argamasa de cal. El paramento exterior está formado por sillares de reducido tamaño alineados horizontalmente, entre los que se intercala algún pequeño bloque vertical. La cámara que forma la planta inferior está cubierta por una falsa cúpula, que se obtiene por la aproximación sucesiva de las hiladas de piedras. En el lado sur de la misma se conserva una abertura que originalmente permitía el acceso al nivel superior. La puerta, orientada hacia el Sur, es de una gran simplicidad y de escasas dimensiones. En los muros exteriores de la torre todavía se conservan algunos mechinales y los restos de dos aspilleras. Al lado de la torre se hallan los vestigios de una estancia que todavía conserva las ventanas en forma de aspillera, la cual podría tratarse de una posible casa fortaleza.
El castillo, tanto por la tipología del aparejo utilizado como por la concepción de la estructura circular de su torre, se puede datar de principios del siglo xi. Seguramente fue concebido para servir de vigilancia y custodia de las zonas peligrosas de frontera y llegó a formar parte de una red de fortalezas destinadas a defender un espacio repoblado y un territorio de marca, como otras fortalezas de la zona, como Cas o Alçamora.
Texto y fotos: Helena Soler Castán
Bibliografía
Castells Catalans, Els, 1967-1979; VI (I), pp. 261-268; Catalunya Romànica, 1984-1998, XVII, p. 195; Fité i Llevot, F., 1993, p. 80; Sanahuja Vallverdú, P., 1961, pp. 328-330 y 342-347.