Sant Serní de Cerbí
LA GUINGUETA D’ÀNEU
Iglesia de Sant Serni de Cerbi
Partiendo de la Guingueta d’Àneu, se debe tomar la carretera C-13 en sentido norte, y desviarse hacia Esterri d’Àneu al cabo de 1,5 km. Justo antes de entrar en dicha población, se accede a una calle a mano derecha que conduce directamente a un puente, que se ha de atravesar, para seguir por la vía de la izquierda unos 6,5 km hasta hallar una bifurcación que conduce directamente a Cerbi.
La primera mención de la parroquia de Cerbi se encuentra en la falsa acta de consagración de Santa Maria de La Seu d’Urgell: Anabiensis [...] cum eius parrochias [...] vel Cervo. No se conoce otra alusión a su iglesia, si bien, la aldea aparece citada nuevamente en un excusatum de 1090 que el conde Artau II y su mujer Eslonça donaron al monasterio de Santa Maria de Gerri.
El aspecto actual de la iglesia de Sant Serni o Sant Sadurní de Cerbi se aleja notablemente de lo que fue su edificio románico, pues éste ha sido severamente modificado. Aun así, todavía conserva el cuerpo de la nave, sobre todo apreciable en el interior, donde se preservan las pilastras en las que se apoyaban los desaparecidos arcos fajones que debían de reforzar una hipotética bóveda de cañón, que habría sido sustituida por las actuales bóvedas de arista. En el muro sur se abre una ventana de doble derrame y arco de medio punto, y se hallan los restos de una puerta, posiblemente de época románica, que fue sustituida por otra, actualmente cegada, por encima de la cual asoman aparte de las dovelas del arco de aquél. También ha subsistido parte del presbiterio, en cuyo lado norte se encuentra una esbelta y profunda hornacina de sección semicircular.
En los pies de la iglesia se hallan, una pila de irregular forma circular y de tamaño muy reducido encastrada en la pared, y una pila de aceite de perfil rectangular y mayores dimensiones. Ambas piezas, de similar material y ejecución, son de difícil datación.
Por los restos conservados, puede plantearse que el edificio románico, que podría datarse en el siglo xi, presentaría una planta formada por una sola nave y un ábside semicircular precedido por un espacio presbiterial, y que tendría su entrada en el muro sur.
Pila bautismal
En una de las capillas laterales de la iglesia, se ha conservado una pila bautismal con decoración incisa. Se trata de un vaso circular, con boca de perfil plano y un pequeño bocel un tanto quebrado en la base, monolítico y de grandes dimensiones sustentado por un pie rectangular sobre una base troncopiramidal. Actualmente, las distintas piezas se encuentran repartidas por el recinto. En la boca del vaso se observa una inscripción incisa, prácticamente ilegible, y dos anillas metálicas encastadas en sendos costados que servirían para ajustar una cubierta de madera, muy usual en este tipo de piezas. La pila presenta una superficie bastante irregular, con una decoración geométrica que la divide en cuatro registros. Dos medias cañas recorren el perímetro delimitando una franja central donde se hallan, separados por franjas verticales, grupos de tres flores con seis pétalos circunscritas en sendos círculos. En algunos de estos motivos florales las puntas de los pétalos se hallan unidas por unas líneas curvas. A pesar de que este repertorio decorativo, frecuente en la zona –por ejemplo, son notables los paralelos que presenta con la pila de Sant Esteve de Gavàs–, se encuentra ya en períodos anteriores al románico, se podría situar la realización de esta obra entre los siglos xii y xiii.
Texto: Juan Antonio Olañeta Molina/Azucena Povill Espinós - Fotos: Azucena Povill Espinós
Bibliografía
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