Iglesia de Sant Feliu del Bac

La iglesia de Sant Feliu del Bac se encuentra en la cima de una pequeña colina situada en la vertiente septentrional de la sierra de Malforat, presidiendo la parte alta del valle del Bac. Se llega por una pista forestal que sale del pueblo de Llongariu y sigue paralela a la sierra de Malforat, llegando luego el coll de Capsacosta; hay unos 4 km de camino hasta el templo

El templo de Sancti Felicis de Bag aparece documentado por primera vez en el año 946, como término de una heredad que Fruila y otros ejecutores testamentarios de Goltred cedieron al monasterio de Sant Pere de Camprodon. El edificio prerrománico fue consagrado por el obispo Ot de Girona el 20 de enero del año 996. En el año 1021, un tal Roger ofreció su hijo Bernat al monasterio de Camprodon y donó a la comunidad una heredad que poseía en Sant Feliu del Bac. La iglesia de Sancti Felicis de Bacco aparece nuevamente citada en la escritura de venta de una propiedad realizada en 1269 por Pere Bac a favor del abad Guillem de Camprodon. La parroquia de Sant Feliu aparece citada en las Rationes Decimarum de los años 1279 y 1280. Más tarde pasó a ser sufragánea de Sant Andreu de Porreres.

La iglesia de Sant Feliu es un edificio extremadamente elemental, de una nave cerrada por una cabecera cuadrada sin ábside diferenciado. Se trata de un templo originalmente románico, modificado durante los siglos xv y xviii: la primera reforma tuvo su origen en los destructores terremotos ocurridos en esta zona entre 1427 y 1428, y afectó sobre todo a la nave; la segunda supuso la construcción de una sacristía ubicada detrás del presbiterio. La nave actual está cubierta con una bóveda apuntada reforzada por un arco fajón en el centro. Bajo la techumbre de tejas se conservan todavía restos de la antigua cubierta de losas. La puerta de acceso al templo se abre en el muro sur. Este mismo muro alberga uno de los vanos abocinados que permiten la entrada de luz exterior. El otro, más alargado, se encuentra en el muro oeste. El campanario espadaña de doble ojo se alza encima de él y se encontraba adosado a una torre esconjuradero, actualmente arruinada. Se accedía a ella a través de una escalera situada en el muro septentrional. En el sector norte de la iglesia se aprecian claramente los paramentos correspondientes a las tres fases constructivas del edificio: la fachada oeste, de época románica; parte del muro sur y la cubierta de la nave, reconstruida tras los terremotos del siglo xv; y la sacristía barroca ubicada junto al presbiterio.

El interior del edificio se estructura a partir de dos secciones prácticamente iguales, separadas por un arco triunfal apuntado, que señala el paso entre la nave y el espacio presbiteral. En el ángulo noroeste de la nave se conservan todavía los cuatro escalones de piedra que debieron dar acceso a un pequeño coro de madera.

Esta iglesia pertenece al mismo grupo tipológico que Sant Miquel de la Torre, Santa Maria de Llongarriu y Santa Magdalena del Coll, en el valle de Bac. Los historiadores R. Sala y N. Puigdevall afirman que esta tipología constructiva aparece en la zona del Empordà durante el siglo xiii, vinculada a un agotamiento de las formas románicas. La planta rectangular propia de este tipo de iglesias plantea el interrogante sobre su origen, acaso en un edificio prerrománico anterior, como parece que se documenta en este caso.

Texto y fotos: Luisa Amenós Martínez

Bibliografía

Arnau i Güerola, M., 1980-2006, VII, p. 368; Catalunya Románica, 1984-1998, pp. 382-385; Girona i Casagran, J., 1969, p. 233; Marqués de Vallgornera, 1974-1975, pp. 443-444; Monsalvatje y Fossas, F., 1889-1919, XII, pp. 520-522, XVII, pp. 70-71; Murlà i Giralt, J., 1983, p. 64; Murlà i Giralt, J., 1995, p. 41; Pons i Guri, J. M., 1964-1965, p. 67; Rius i Serra, J., 1946, I, pp. 75, 88; Sala i Canadell, R. y Puigdevall i Diumé, N., 1977, p. 98.