LA BARONIA DE RIALB

Iglesia de Sant Miquel del Mas Palou

Este templo dedicado a san Miguel se encuentra en Pallerols de Rialb, antiguo municipio diseminado que está agregado al término de la Baronia de Rialb, y que hoy en día está deshabitado. Para acceder al enclave se coge la carretera que une Gualter con Artesa y al cabo de unos 10 km, se toma un desvío a la derecha en dirección a la masía Perdiguers. Pasada ésta, se toma el primer camino de tierra a la izquierda, paralelo al barranco de Cornudella, y no se abandona hasta encontrar la primera bifurcación hacia la izquierda, que conduce directamente a la iglesia. Ésta se halla al lado de la masía Palou, en una planicie rodeada de maleza, donde anteriormente se agrupaba un núcleo de población dispersa. No se tiene noticia alguna acerca de este templo, pero es probable que perteneciera al término parroquial de Sant Esteve de Pallerols.

El edifico carece de ábside, por lo que su planta está formada tan sólo por una nave rectangular. Probablemente, la construcción, tal y como ha llegado hasta nuestros días, no responda al proyecto inicial, pues se aprecian diferentes intervenciones de, al menos, dos periodos o fases. Los lisos muros carecen de cualquier tipo de decoración. Los únicos vanos que se abren en ellos son dos estrechas ventanas rectangulares situadas, una en lo alto del hastial de la fachada occidental, y la segunda, de derrame simple, en el tramo oriental del muro sur. La puerta se halla en este paramento meridional, y está formada por un arco de medio punto. Aunque es la entrada original, las características de sus dovelas, de buen tamaño y muy bien labradas, denotan que seguramente fue reformada con posterioridad. Refuerzan el muro sur dos potentes contrafuertes, que, junto a las amenazadoras grietas verticales que se observan en algunos puntos de los paramentos, ponen de manifiesto los problemas estructurales del edificio. El paramento se compone de sillares regulares de dimensiones desiguales, aunque predominan los de tamaño medio, bien escuadrados y dispuestos en hiladas más o menos uniformes.

El interior, que se muestra muy austero y libre de cualquier decoración, tiene buena parte de las paredes cubiertas por revoco, y el suelo formado por enlosado. El espacio de culto se marca mediante un escalón que lo eleva respecto del resto de la nave. Ésta se cubre con bóveda de cañón apuntada. Dos pilastras refuerzan el muro norte y podrían ser vestigio de un cambio en el proyecto constructivo. Se ha datado el edificio en el siglo xii.

Texto: Nuria Font Marco /Juan Antonio Olañeta Molina - Fotos: Nuria Font Marco - Planos: Marc Santacreu Ortet

Bibliografía

Bach i Riu, A. y Gabriel i Forn, M., 2005, pp. 144-145; Cataluya Romànica, 1984-1998, XVII, pp. 283-284.