APOCOS METROS DE LA IGLESIA PARROQUIAL, en una pequeña plaza donde se sitúa el frontón municipal, se encuentran los restos de la antigua iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Zarza. Parece que la advocación a Nuestra Señora de la Zarza contó con gran devoción durante el siglo XIII en la Alcarria, pues localidades cercanas como Tendilla, Balconete o Hueva cuentan con la misma advocación. La datación de esta antigua iglesia nos remonta a los primeros pobladores cristianos de la villa de Peñalver y probablemente fue la orden de San Juan la promotora de su construcción. La idea que en Peñalver se tiene de que la orden de los Templarios fundó el caserío, dio lugar a que en las Relaciones topográficas se citara esta iglesia de la siguiente manera: oimos a nuestros pasados que cierto edificio que se halló los cimientos del, y parte de una casa que se decia que habia sido de religiosos templarios y que oimos decir a nuestro pasados que la dicha iglesia de nuestra señora de la Zarza era iglesia de templarios. En la actualidad se ha desvirtuado tanto la función del edificio que es difícil intuir la morfología constructiva que tuvo antaño. La única nave y el ábside del edificio se han convertido en un toril para los encierros populares. En el muro norte se ha habilitado el frontón municipal. El material utilizado va desde los más antiguos, como el sillarejo y los sillares, mezclados con cemento y ladrillos actuales. El desnivel en el que se encuentra parte del ábside y el muro recto del testero hace que la construcción tenga un ancho basamento de piedra caliza que los sustenta en el ábside y con pequeños cantos de piedra a lo largo de la nave. Aún se pueden ver los recodos de sillar en las esquinas, que sirvieron como refuerzo al ábside y a los muros laterales. Este ábside semicircular cuenta con una ventana saetera que estaría en origen centrada, pero que en la actualidad ha sido desvirtuada por un recodo creado por en el muro norte para colocar una escalera de acceso al frontón. En el muro oeste, cobijado por un arco de factura moderna, se ha insertado un capitel que pertenecería a la iglesia. A pesar de la erosión podemos ver en las dos caras lo que parecen ser tres personajes, en la izquierda, y, en la derecha, decoración de pequeñas columnas estriadas. Cuentan con un grueso baquetón que daría paso a la columna de origen.