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Ábside de Sant Pere de Ametlla de Segarra

Identificador
25141_01_002
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41.57531, 1.24127
Idioma
Autor
Montserrat Cano Colldeforns
Juan Antonio Olañeta Molina
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Pere de l’Ametlla de Segarra

Localidad
Ametlla
Municipio
Montoliu de Segarra
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Pere de Ametlla de Segarra

Descripción

Iglesia de Sant Pere de L’Ametlla de Segarra

La iglesia de Sant Pere aparece, con el nombre de Amenla, incluida en varias relaciones de parroquias pertenecientes al obispado de Vic durante los siglos xi y xii. En 1239 el señorío de L’Ametlla pasó a ser propiedad de la encomienda de Cervera, de la Orden de San Juan de Jerusalén, la cual ya poseía el castillo desde 1215. En 1272, Guerau de Jorba dejó escrito en su testamento que donaba su cuerpo a dicha encomienda y que su deseo era que se celebrara una misa por su alma todos los días. 

 

Se trata de un edificio que presenta una planta formada por una nave rectangular y un ábside semicircular precedido de un arco presbiterial que facilita la transición entre la diferente anchura de ambos espacios. Las reformas posteriores transformaron severamente la planta primigenia, mediante la adición de una sacristía en la esquina sureste, de capillas laterales ‒sobre todo en el muro norte, en el que la construcción de un gran arco que antecede a dichas capillas, hizo desaparecer buena parte del muro septentrional‒, de un coro alto a los pies del templo y una torre campanario en la esquina suroeste. 

 

Exteriormente, el paramento absidal es liso, y en su centro se abre una curiosa ventana con arco de medio punto monolítico, en cuya esquina se representa una arquivolta con moldura de baquetón. En las esquinas de las dos jambas, también monolíticas, se tallaron sendas columnillas con sus respectivos capiteles, fustes y basas. Bajo la cornisa recorre una moldura formada por alargadas piezas prismáticas en las que se rebajó la parte central, las cuales se apoyan en unos canecillos decorados con motivos geométricos, entre los que se aprecian algunos cilindros y bolas. Bajo los canecillos, discurre una serie de orificios cuadrados alineados horizontalmente, que pos su número y escasa separación entre ellos, no cabe pensar que sean mechinales. La puerta de acceso, situada en la fachada oeste, está formada por un arco de medio punto con una arquivolta de baquetón que descansa sobre dos columnas. En las caras de los capiteles que coronan éstas se tallaron sendas cruces inscritas en círculos. Enmarca el arco exterior una chambrana biselada que rodea las dovelas prolongándose por la línea de impostas. Por encima de la puerta hay un óculo de factura posterior. 

 

En el interior, la nave se cubre con una bóveda de cañón apuntada, que es el resultado de la reparación acometida en el siglo xv a raíz de los destrozos que provocó un terremoto en 1427. El ábside se cubre con bóveda de cuarto de esfera, también apuntada.

 

El aparejo utilizado combina los sillares alargados con los cuadrados, si bien la altura de todos ellos es bastante homogénea. Están dispuestos de forma cuidada en hiladas bastante regulares. En el interior del ábside, se observa un claro cambio de aparejo, entre el muro del hemiciclo y la bóveda, la cual fue realizada con un material mucho mejor labrado, pulido y escuadrado.

 

Aunque las numerosas transformaciones realizadas en el edificio dificultan su datación, se ha situado su construcción en el siglo xii, si bien, también podría retrasarse dicha cronología hasta comienzos del siglo siguiente. 

 

TEXTO: JUAN ANTONIO OLAÑETA MOLINA/ MONTSERRAT CANO COLLDEFORNS – FOTOS: MONTSERRAT CANO COLLDEFORNS – PLANO: XAVIER JOSEP GELONCH PIFARRÉ

Bibliografía

 

Catalunya Romànica, 1984-1997, XXIV, pp. 425-426; Vidal Sanvicens, M. y López i Vilaseca, M., 1981, pp. 229-231.