Pasar al contenido principal
x

Vista general del Castillo de Sarroca de Lleida

Identificador
25200_01_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41.8832835,0.1088721
Idioma
Autor
Meritxell Niña Jové
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Castillo de Sarroca de Lleida

Localidad
Sarroca de Lleida
Municipio
Sarroca de Lleida
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Castillo de Sarroca de Lleida

Descripción

SARROCA DE LLEIDA

El municipio de Sarroca de Lleida se extiende por el sector meridional del Segrià, muy próximo a Les Garrigues, comarca con la que comparte las características morfológicas. Sus mesetas se cortan por barrancos que bajan de la sierra de la Llena hacia el río Segre, como, por ejemplo, La Vall Major, procedente de Les Garrigues y que confluye en el pantano de Utxesa, en el municipio de Torres de Segre. Se llega a la localidad de Sarroca de Lleida, único núcleo de población agrupada del municipio, desde la capital provincial tomando la carretera C-12, y desviándose a la derecha en el kilómetro 120.

Castillo de Sarroca

El castillo de Sarroca se sitúa en el extremo occidental de una elevación que define la Vall Major por la margen izquierda. Se accede hasta él subiendo por las calles del sector sureste de la población, por detrás de la iglesia de Santa Maria y que conducen hasta su parte alta.

 

No hay constancia de noticias históricas inmediatamente posteriores a la conquista cristiana de Sarroca de Lleida. De hecho, los datos referentes a este lugar son más bien tardíos, puesto que las primeras datan de mediados del siglo xiv. Por ejemplo, la que documenta que el año 1357, el rey Pedro el Ceremonioso, que tenía la propiedad del castillo de Sarroca, vendió la jurisdicción a Francesc de Santcliment, miembro de la familia homónima, una de las más poderosas de la oligarquía urbana de Lleida desde mediados siglo xiii a finales del xiv.

 

Las estructuras conservadas del castillo permiten constatar que tenía dos recintos, el superior y el inferior. La planta del primero es aproximadamente rectangular, con un saliente abierto en el lado oeste. Conserva de esta parte las hiladas inferiores, de grandes sillares, así como restos de dos contrafuertes rectangulares en el muro sur. El acceso a la fortificación debía de efectuarse por el Este, donde se vislumbran restos de una estructura rectangular que se ha considerado que podría asociarse a una torre. En el lado norte del recinto alto hay una cisterna cuadrangular de 4,7 m por 4 m, con una abertura en el centro de la bóveda de cañón que la cubre. Una de las estructuras mejor conservadas de este recinto alto es una sala semisubterránea hecha de encofrado, de planta rectangular (4,7 m por 14,5 m) y cubierta con bóveda de cañón. En la parte norte tiene tres aspilleras de derrame simple, la central cegada por la base de la gran torre. Subsisten también los restos de lo que parece otro cuarto de menores dimensiones yuxtapuesto, posteriormente, al fondo de este ámbito.

 

El otro elemento que más destaca del conjunto es la gran torre rectangular con base ataludada y escalonada. Posee unos ventanales de factura gótica, abiertos en los muros norte, este y oeste, rematados cada uno de ellos con un arco apuntado con tracerías. En los alzados norte y oeste se abren, además, dos pequeñas aspilleras. La planta principal –de unos 3,8 m por 2,9 m– se cubre con bóveda de cañón apuntada. Sobre su muro sur debió de tener una gran sala que muy posiblemente estaba cubierta por un techo de madera sostenido por dos arcos diafragmáticos, cuyos arranques existen en el centro del muro, a unos 2 m del nivel del suelo.

 

En cuanto al recinto bajo, cuyo muro está compuesto por sillares de piedra calcárea, que contrasta con el gres que predomina en las otras partes, se desarrolla desde el lado noroeste, siguiendo por las partes oeste y sur.

 

La arqueología sitúa la cronología de la fortaleza en el siglo xiii, aduciendo como posible apoyo a esta fecha la presencia de cerámica gris, si bien no se descarta un precedente islámico, pese a que de él no quedan restos materiales. Posteriormente, en el siglo xiv, se debió de alzar la gran torre gótica. Otras modificaciones y ampliaciones debieron de realizarse en época moderna, antes de su abandono en el siglo xix. Por debajo de la roca de gres se excavaron varios túneles como refugio durante la Guerra Civil española. Aunque el castillo conserva una parte importante de sus estructuras, que lo convierten en un monumento de cierto interés histórico y patrimonial, actualmente se encuentra en un preocupante estado de abandono.

 

Texto y fotos: Meritxell Niña Jové

 

 

Bibliografía

 

Barrachina i Vilaplana, N., 2008, pp. 29-31; Castells catalans, Els, 1967-1979, VI, pp. 879-884; Catalunya Romànica, 1984-1998, XXIV, pp. 224-225; Lladonosa i Pujol, J., 1972-1974, pp. 227-229.