Su iglesia es una construcción moderna de planta de cruz latina, con portada en la fachada meridional y torre cuadrada a los pies. En las jambas del acceso se reutilizaron dos sillares de aristas aboceladas del primitivo edificio, e incluso la torre, salvo el piso superior de campanas, parece mantener pese a las reformas su estructura medieval, con sillares en los esquinales labrados a trinchante con marcas de cantero y grafitos, una saetera en el piso bajo y otras dos abocinadas y coronadas por arco de medio punto en el medio, y ello en sus caras meridional y occidental. Sin embargo, es en el interior, a los pies del edificio, donde se conserva una hermosa pila bautismal románica, de sección semiesférica de 121 cm de diámetro por 50 cm de altura, alzada sobre tenante cilíndrico de 35 cm de alto, moldurado con toros y escocia. El frente de la copa divide su decoración en dos registros marcados por un bocel y filete, ornándose con gallones el inferior. El inmediato a la embocadura muestra una sucesión de veinte cabecitas humanas -una destrozada- bajo arquillos de medio punto, a las que la ruda talla, casi al bisel, da un aire hierático. Todas muestran saltones ojos almendrados, nariz triangular y carnosos labios, diferenciándose únicamente en la diversidad de peinados y la presencia de barbas y bigotes en algunos casos. El modelo de pila gallonada con cabecitas lo vemos repetido en las de La Cuesta, Aldealengua de Pedraza, Rebollo, Cuevas de Provanco o Castroserna Arriba, entre otros ejemplos, aunque más particular resulta la serie de arquitos que albergan estas cabezas, en disposición que no deja de recordar la de los arcos en los pórticos de El Arenal de Orejana o Sotosalbos.