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Vista general desde el sur del Castillo de Mur

Identificador
25904_08_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.105001, 0.856590
Idioma
Autor
David Antonio Rico
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Castillo de Castell de Mur

Localidad
Castell de Mur
Municipio
Castell de Mur
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Castell de Mur

Descripción

CASTELL DE MUR

El municipio de Castell de Mur se encuentra situado en el centro de la parte meridional de la comarca del Pallars Jussà. Su término se encuentra rodeado por los acantilados y sierras que integran la cuenca de Tremp, en la margen derecha del río Noguera Pallaresa. Para llegar, hay que salir de Tremp en dirección a Balaguer por la carretera C13 y, transcurridos 5 km, tomar la desviación a mano derecha por la LV-9124, carretera que conduce directamente al pueblo de Guardia de Noguera, actual cabeza del municipio.

Este municipio es el resultado de la integración en 1972 de los términos de Guàrdia de Noguera y Mur. El origen de su topónimo proviene del antiguo pueblo nacido al abrigo del castillo de Mur. El término municipal de Mur comprendía el castillo homónimo y su colegiata, el castillo de Guàrdia y los pueblos de Collmorter, les Esplugues, Puigmaçana, Santa Llucia de Mur y Vilamolat de Mur; además de distintos caseríos existentes por la zona. Actualmente el pueblo de Mur como tal ya no existe, dado que fue deshabitado durante la Edad Media, momento en el que Vilamolat de Mur pasó a ser la capital municipal. Por su parte, el pueblo de Guàrdia de Noguera, se trasladó desde el castillo de Guàrdia hacia las zonas más fértiles en la parte baja, e incluía, además, el pueblo de Cellers. Guàrdia de Noguera, por su situación y por tratarse del núcleo con más habitantes, pasó a ostentar la capitalidad del nuevo municipio de Castell de Mur.

 

Castillo de Mur

El imponente conjunto fortificado se encuentra en la cima de una cresta en la parte norte del Montsec de Ares. Flanqueado por las fortificaciones de Guàrdia y la casa fuerte de Miravet, el castillo de Mur se sitúa en un punto dominante desde donde se vislumbra toda la Conca de Tremp, el embalse de Terradets y el valle del río Noguera Pallaresa. Ubicado a 100 m de la iglesia de Santa Maria, la fortaleza de Mur se halla en un entorno natural de gran belleza, de fuertes acantilados y agrestes paisajes. Para llegar a la misma se ha de tomar la carretera LV- 9124 hacia Guàrdia de Noguera y, una vez pasado el pueblo, continuar por la misma hasta el conjunto fortificado.

El castillo de Mur, importante ejemplo de la arquitectura civil del siglo xi, no sigue estrictamente la línea defensiva habitual de las fortificaciones del siglo x. Construido por los condes de Pallars Jussà para la protección de la frontera meridional ante los sarracenos, y paralelo a un esfuerzo repoblador de la zona, el castillo se convertirá en un instrumento vertebrador del nuevo territorio y en un elemento defensivo para la población de Mur. La noticia más antigua referente al castillo es un documento de 969, en el que el abad de Sant Pere de Vilanega se queja a los condes de Pallars, Ramon II y sus hermanos Borrell I y Sunyer I, de un hurto que había sufrido; dichas autoridades le concedieron la iglesia de Sant Fructuós situada in Castro Muro en concepto de indemnización. En 1037, los condes de Pallars, Ramon IV y Ermessenda, hicieron donación de un alodio a García Enzo un poco más abajo del término castral. Sin embargo, la historia más conocida del castillo de Mur da comienzo a mediados del siglo xi. Por aquel entonces, el conde de Pallars era Ramon III y la Conca de Tremp estaba situada en zona fronteriza entre sarracenos y cristianos, por lo que el lugar se encontraba prácticamente despoblado. Arnau Mir de Tost se convirtió en árbitro y protagonista principal de las reconquistas a los musulmanes; luchó hacia el Sur, ocupó la Conca de Tremp, la sierra del Montsec y todo el valle de Àger. La fortaleza de Mur, gracias a la visión y empuje militar de este caballero del Urgell, desempeñó un papel clave en la defensa de los condados catalanes en territorio de frontera. El castillo fue potenciando la repoblación del lugar y se convirtió en centro político y administrativo de la zona. El crecimiento demográfico, así como la reorganización del territorio y el fenómeno del encastillamiento, supuso un repliegue de la población a la falda de los castillos y el surgimiento de un nuevo estamento social, el del milites o clase caballeresca.

El castillo de Mur fue cambiando de titularidad hasta el 1055 en que Ramon V de Pallars Jussà cedió la fortaleza a Arnau Mir de Tost como garantía de dote por esposarse con su hija Valença. Desde entonces Arnau Mir y su mujer Arsenda pasaron a ser los señores feudales hasta 1072, año de la muerte de Arnau. Ramon V recibió de su suegro doce mil sueldos a cambio de los castillos de Mur, Llimiana, Orcau y Basturs. La posesión del castillo, en virtud de su testamento de Mir de Tost, pasó a manos de su hija Valença y de su nieto Arnau Ramon, que a la postre se convertiría en el primer señor de la dinastía de Mur, y que recibieron el castillo en franco alodio, directo y libre de todo servicio al monarca. Uno de los legados importantes que Arnau Mir de Tost dejó a sus descendientes fue el derecho de exención concedido por la Santa Sede. Todos los dominios de Mur se configuraron en pabordato propio y quedaron desvinculados de la autoridad religiosa del obispado de Urgell, siendo regidos directamente desde Roma.

Para hacernos una idea de la importancia del castillo como eje vertebrador político y económico del lugar, su término jurisdiccional se extendía por oriente hasta el término de Llimiana, pasando por el lado del Noguera Pallaresa y por los castillos de Altarriba y de Puigcercós hasta el palacio de Noguera. Por el Sur seguía hasta el término del castillo de Àger y por el Oeste continuaba por la cima del Montsec hasta el collado de la Sarga; llegaba hasta el término de Eroles con la inclusión de los castillos de Moror, Estorm, el Meüll, Beniure y Castellnou. Por el Norte, iba desde Eroles hasta el término de Talarn, Galliner y hasta el Noguera Pallaresa.

La iglesia de Sant Fructuós in Castro Muro posiblemente erauna pequeña capilla ubicada en el piso superior de la torre del castillo. Una hipótesis que no es incompatible con la presencia de un recinto religioso ubicado fuera del mismo, y al  que debían asistir los habitantes del antiguo pueblo de Mur. Resulta interesante el hecho que la cabecera de la iglesia de Santa Maria fuera consagrada el año 1069 por Guillem Guifré, obispo de Urgell, lo que parece indicar que este espacio no había estado consagrado, ni reconocido por la diócesis anteriormente. La existencia de un edificio de culto no consagrado se vería justificada por la inestabilidad política que vivía la comarca durante esos años.

En cuanto a su morfología, el castillo de Mur se mantiene en un buen estado de conservación; su muralla elíptica y la torre cilíndrica constituyen la piezas principales de la fortaleza, su planta es triangular y su volumen compacto. La muralla de piedra, con sillares pequeños y regulares, tiene unos 10 m de altura y aparece encaramada sobre una peña rocosa; aún se mantiene el paso de ronda y restos de algunas almenas. Sus dos majestuosas torres, junto con su patio de armas, los cobertizos que albergaban a los soldados y sus monturas, así como el resto de estancias, constituyen un prototipo de castillo feudal que sugiere en su conjunto la forma de un barco. La arquitectura y el emplazamiento muestran una gran calidad plástica y arquitectónica. El castillo posee una silueta muy característica, con ángulos y vértices ovalados y la base orientada a levante hacia la canónica de Santa Maria.

El castillo de Mur, que hizo reconstruir Arnau Mir de Tost, se levanta sobre un macizo rocoso al que los muros dan continuidad, y que presenta claras trazas de haber sido utilizado como cantera de la propia construcción. Esto podría sugerir que en lugar de haberse adaptado el conjunto a la forma de la base rocosa en la que se asienta, como se ha apuntado de forma generalizada, podría haber sucedido a la inversa. La puerta de acceso, de reducidas dimensiones y formada por un arco de medio punto, se encuentra situada a cierta altura en la fachada suroeste. Toda la obra está realizada con un excelente aparejo de sillería pequeño y bien escuadrado. Las medidas de la fortaleza son de 31 m de Este a Oeste; 11 m de ancho y el muro del recinto alcanza los 17,93 m en el punto de mayor altura. El grosor de los muros es de 1,56 m en el patio. En el lado de levante se alza una torre cilíndrica de 16,30 m de altura, que tiene cuatro pisos y puerta elevada. Está integrada en un recinto de 45 m x 20 m en su parte más ancha.

Desde el exterior, en el extremo noroeste, el muro de cierre se levanta en forma de torre con una galería con cinco aberturas adoveladas y con arcos de medio punto. Este sector de cinco ventanas, contrasta con la escasez de vanos en el resto de la fortificación. En la fachada suroccidental, el muro no sigue una línea continua, sino que está construido por tramos separados, compuestos por aristas que van marcando el cambio de dirección y cinco pequeños desagües que se abren a la altura de la primera planta. Los paños de muro en la fachada noreste se presentan de forma continua con un solo vano a modo de aspillera situado en el centro. Dos desagües situados a cada extremo podrían ser relacionados con las estructuras internas del castillo. El tramo de paramento sureste que mira a la colegiata es más corto y tiene una altura superior al muro de cierre, a fin de dotar de una mayor protección a la torre redonda. En el mismo se abre una sola aspillera.

En el interior del castillo se pueden diferenciar dos ámbitos: el militar, compuesto por la torre del homenaje, el patio de guardia y las partes más altas de todo el recinto, y el ámbito doméstico, que se situaría al otro lado y estaría compuesto por la planta baja para el servicio y almacén y el primer piso, donde se encontrarían las estancias y la sala noble del castillo. En el lado sur del triángulo, los paños de muro rectos giran sobre la base rocosa hasta llegar al vértice donde se encuentra una torre más elevada que los lienzos y ocupada en su parte alta por una habitación triangular a la que se accede por una puerta con arco de medio punto. En el extremo oeste se construyó una arcada, sobre la que, probablemente en el siglo xiii, se amplió la zona habitable mediante la construcción de una torre de tres plantas. En el espacio amurallado, se pueden observar vestigios de almenas. A lo largo de los muros se distribuyen varias aspilleras altas, debajo de las cuales existen rastros de un suelo de vigas, que constituiría una especie de cobertizo. De estas mismas estructuras formaría parte una pared transversal, de la que se aprecia un fragmento en medio del recinto. Pegada al muro sur, se halla la torre cilíndrica del homenaje, interiormente dividida en cuatro pisos.

La distribución interna se organiza a partir del patio que se abre al acceder al castillo. En la parte derecha destaca la torre del homenaje como elemento más singular del edificio. En el lado suroeste, una construcción anexa, entre la torre y el muro perimetral, presenta una planta baja y un piso, como así lo marcan las cabezas de vigas. Adosada al muro de cierre noreste, y al lado de la torre del homenaje, se localiza una cisterna. En la parte izquierda de vislumbran los restos de un lienzo entre los que se intuye el dintel de una ventana que se abre al patio. Este mismo muro, cierra el espacio que ocupa la mayor parte del castillo y se extiende hasta el fondo, justo debajo la torre triangular.

En lo referente al piso, se hallaban dos ventanas abiertas al patio, que por las medidas y el dintel conservados podrían ser geminadas. Se trataría por tanto de una estancia iluminada y presidida por el gran arco que sustenta los pisos superiores de la torre triangular. En el muro perimetral que cierra el lado suroeste, y a nivel de suelo, se encuentran los desagües. De estos, los tres situados más al norte son simples agujeros que atraviesan el muro, orificios de salida de agua. Los otros dos, forman parte de unas estructuras en forma de hornacinas dentro del muro que presenta una repisa por debajo de la cual se encuentra el desagüe. A todo este ámbito se le adjudica una función exclusiva de residencia, salvo la parte más alta de la torre, que va ligada al ámbito militar por el paso de ronda que le da acceso. El castillo contaba en su interior con una buena estructura hidráulica de circulación y aprovechamiento de las aguas.

El muro del lado este, que forma la base del triangulo, es más alto que el resto de paredes del castillo. Esta parte, que parece proteger la torre, se muestra desligada constructivamente del muro perimetral, lo que pone de manifiesto que la edificación del recinto se inició por la atalaya, a la que se fueron añadiendo el resto de estructuras. Se trata, por tanto, de una construcción realizada de forma unitaria pero en diversas fases, y no como consecuencia del reaprovechamiento de una torre preexistente. Esta diferencia constructiva no es única, ya que también se puede observar en otros paramentos del castillo. En la fachada sur, hay fragmentos de lienzo claramente diferenciados en franjas horizontales con una parte baja con grandes bloques similares a los de la torre. Unas diferencias constructivas que, a pesar de todo, no rompen el carácter unitario de la construcción.

Por las soluciones constructivas y el material utilizado, se advierte de la presencia de buenos constructores, que a las ordenes de Arnau Mir de Tost, construyeron el castillo de Mur tal y como ha llegado a nuestros días. Datable en el siglo xi, Mur constituye un modelo propio de castillo feudal y uno de los ejemplos más elocuentes de la arquitectura románica militar en Cataluña.

Texto: Davd Antonio Rico - Fotos: David Antonio Rico/Juan Antonio Olañeta Molina - Planos: Sonia Urbina Sampedro

 

Bibliografía

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