Sant Silvestre de Serralta
OLIOLA
Iglesia de Sant Silvestre de Serralta
En la carretera C-14 de Ponts a Andorra, a aproximadamente 1 km, y pasado el desvío a Sant Pere de Ponts, se debe tomar una estrecha pista sin señalizar a mano derecha, la cual asciende sinuosamente por las montañas que rodean Ponts en lo que se conoce como Serralta. Tras unos minutos, y tras dejar atrás la masía Els Trulls, el camino lleva en unos pocos cientos de metros a la iglesia de Sant Silvestre, que es visible desde la lejanía entre campos de cultivo y bosques.
El templo aparece citado en el acta testamentaria de Adelaida, mujer de Ponç Dalmau, datada entre 1080 y 1100, en la que lega dinero para proveerle de velas y misas. En otra donación de 1081, Bernat Senmir entrega parte de sus propiedades a la iglesia de Santa Maria de la Seu d’Urgell exceptuando la iglesia de Sant Silvestre. Desde entonces pasó a depender de Sant Tirs de Oliola, vínculo que se mantiene hoy en día.
La iglesia está situada en medio de un llano, en una terraza que presenta un ligero desnivel, el cual es salvado mediante la diferente altura de sus paramentos. Se trata de un sencillo y alargado edificio formado por una sola nave de unos 17 m de largo por 7 m de ancho, y un ábside semicircular liso, algo más estrecho y más bajo que aquella, cuya parte inferior es recorrida por un zócalo de altura desigual a causa del ya mencionado desnivel del terreno. El ábside cuenta con dos ventanas, la del centro de doble derrame, arco de medio punto y cegada, y la de la pared sur, estrecha y alargada, obra de época posterior. Por debajo de la cornisa, recorre el perímetro absidal una moldura biselada. A diferencia de la nave, cuya techumbre a doble vertiente está realizada con teja árabe, la de la cabecera está compuesta por losas. En el lado sur, en el punto en el que el ábside se une con el cuerpo de la nave, parece apreciarse lo que podría ser una lesena, lo que ha llevado a algún autor a pensar en un tipo de ejercicio experimental a partir de los elementos lombardos clásicos. Los muros laterales, en los que se ven evidencias de haber sido sobrealzados, son lisos. Tan sólo en el meridional se abre una ventana, de características similares que la del centro del ábside, aunque con las dovelas mejor trabajadas. Adosado al muro sur, hay un bloque de nichos que oculta la puerta original, la cual fue inutilizada a comienzos del siglo xx, cuando se amplió y cercó el cementerio y se abrió una nueva entrada en la fachada occidental. Ésta es lisa, tiene sobre la puerta moderna una ventana geminada en la que no se ha conservado el fuste de la columna central. Remata el hastial triangular una espadaña de un tamaño considerable y de dos ojos. Los laterales de la fachada fueron realzados posiblemente para reforzar la estructura de la espadaña. En los paramentos exteriores se encuentran dispersos unos cuantos mechinales, más abundantes en el tramo oriental del muro sur, donde se alinean en dos hileras. En la fachada oeste se observa una alineación de vanos a la altura de la base de la ventana, que más que mechinales parecen los huecos destinados a sostener la cubierta de madera de algún cuerpo adosado a esta parte del edificio, que no se ha conservado.
El aparejo está formado por sillares de pequeñas dimensiones, que se encuentran bastante desgastados, espacialmente en el muro occidental, y dispuestos en hiladas bastante regulares, salvo en el paramento septentrional, en cuya parte superior de la mitad oeste se aprecia una clara irregularidad en la disposición del material, posiblemente provocada por algún tipo de reforma o reparación.
En el interior, al que se accede bajando cuatro escalones tras traspasar el umbral de la puerta oeste, la nave está cubierta por bóveda de cañón y compartimentada en tres tramos por dos arcos fajones de medio punto que descansan en pilastras de base rectangular. Dicha bóveda está totalmente recubierta por enlucido. La zona absidal como consecuencia de una de las reformas realizadas en el edificio en 1946, según las inscripciones, permanece oculta y separada de la nave por un tabique en el que se localiza un retablo moderno. Actualmente el ábside es utilizado como pequeño almacén, al que se accede por una pequeña puerta abierta en el lado derecho del tabique. Un banco corrido se extiende por el perímetro de la nave. Sobre los paramentos laterales presentan una especie de zócalo. Junto a la pilastra suroeste, un elevado arco de medio punto enmarca una puerta ciega, con cuatro escalones en su base, que, como ya se ha comentado, era el acceso primitivo. En el lado norte, se abrieron en época moderna dos hornacinas. También en el paramento septentrional, se observan en el tramo intermedio, unos orificios cuya función resulta desconocida. Actualmente sólo se realizan oficios en días señalados, como el del patrón, o alguna otra fecha significativa como la de san Isidro, en la que se realiza una multitudinaria romería.
Se ha datado la construcción del templo a mediados del siglo xi, en línea con las referencias históricas comentadas al inicio.
Texto y fotos: Juan Antonio Campos - Plano: Marta Buira Ferré
Bibliografía
Catalunya Romànica, 1984-1998, XVII, p. 380.