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Vista exterior del muro norte de Sant Pere de Queralt

Identificador
25037_02_005
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41.9498893,0.8370294
Idioma
Autor
Nuria Font Marco
Juan Antonio Olañeta Molina
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Pere de Queralt

Localidad
Santa Linya
Municipio
Les Avellanes i Santa Linya
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Pere de Queralt

Descripción

LES AVELLANES I SANTA LINYA

Iglesia de Sant Pere de Queralt

El templo de Sant Pere de Queralt, conocido también como Sant Pere de la Vall está situado en la cima de un escarpado monte, a los pies del barranco de Sant Pere, dentro del espacio natural protegido de Aiguabarreig Segre-Noguera Pallaresa. Se accede al enclave por la pista que sale del pueblo de Santa Linya en dirección a la estación de tren. Tras avanzar  unos 3 km por un camino pedregoso en dirección a Montclús, se ha de tomar en el tercer cruce otro camino en dirección a Sant Pere de la Vall, el cual se ha que recorrer a pie a lo largo de 5,1 km. El trayecto se va complicando a medida que se pasa por el barranco de Sant Pere, hasta el punto de tener que ayudarse de cadenas no muy estables para salvar varios desniveles. Al llegar al final del camino, hay un panel informativo que recomienda no subir al templo por riesgo de derrumbe. No obstante, los más intrépidos y habituados a moverse por la montaña, pueden subir por una cuesta que no está señalizada y escalar una altura de 2 m con la ayuda de una cadena incrustada en la roca desde la fachada occidental del templo.

 

Los orígenes de esta iglesia, dedicada a san Pedro, se remontan a la ofensiva que Ermengol II de Urgell y Arnau Mir de Tost llevaron a cabo a partir de 1035, y en la que conquistaron el castillo de Santa Linya y sus aledaños. Al ser territorio de frontera, se establecieron en las montañas que dominan el barranco de Sant Pere pequeños núcleos de población, al objeto de garantizar el control del mismo. En una donación de tierras que Ramon de Rubió  hizo a la iglesia de Sant Pere de Àger en 1186, se indicaba que éstas se encontraban en la villa de Queralt. La primera referencia documental sobre el castillo de Queralt aparece en el testamento de Arnau Mir de Tost de 1072. En él mismo se hacía donación, entre otros, del castillo de Cheralto con todos sus términos y pertenencias a su nieto Guerau, a su hija Ledgarda y a su marido, Guerau Ponç de Cabrera. Por su parte, la primera noticia sobre la iglesia de Sant Pere de Queralt es la donación que en 1115 Guitard Guillem de Meià hizo de la fortaleza y la iglesia a su hijo con la condición de que cuando éste muera dichos enclaves fueran dados al monasterio de Santa Maria de Meià. Así, en 1137, en el registro de las propiedades del cenobio, se cita entre otras, el templo de Sant Pere. Seguramente el templo no fue nunca una parroquia, pues en la visita efectuada en 1315 por el arzobispo de Tarragona a las parroquias del priorato de Santa Maria de Meià no consta como una de las visitadas. Probablemente, ya desde la Baja Edad Media, fue una ermita o un santuario dependiente de Meià. Actualmente está sin culto, en un estado de completo abandono y en grave riesgo de derrumbe.

 

La planta del edificio esta formada por una nave rectangular y un ábside semicircular. La cabecera se alza sobre un zócalo que permite salvar el pronunciado desnivel del terreno en el que se asienta. En el centro del paramento absidal se abre una ventana cuadrada de doble derrame, seguramente modificada en una fecha posterior. Los paramentos exteriores son lisos. El meridional, colgado sobre el precipicio, tiene una menor altura, escasamente 1 m, lo que permite observar la parte superior de la bóveda de cañón que cubre la nave, ya que se ha perdido el recubrimiento original de losas de la techumbre. En el tramo más oriental de ambos muros laterales se abren sendas sencillas ventanas de derrame simple. Dado que es el punto de más fácil acceso, la puerta de acceso al templo, formada por un arco medio punto, esta situada en el muro norte. Ésta se encuentra en un estado lamentable, pues ha perdido buena parte de sus dovelas. Se observan en este paramento dos tipos de aparejo diferenciados, que corresponden, seguramente, a dos períodos constructivos. Los sillares de la mitad occidental son de mayor tamaño y han perdido gran parte del mortero. Bajo esta zona del templo se conservan los restos de una construcción adjunta que, seguramente, corresponde a un periodo posterior. La fachada occidental, que está construida con el mismo tipo de aparejo descrito para la mitad oeste de los muros laterales, se eleva directamente sobre el escarpado barranco. En lo alto de su parte central poco queda de lo que fue una ventana cruciforme. Una gran grieta vertical en la parte norte de este lienzo amenaza seriamente la integridad de esta parte del templo. Varios mechinales se observan en la parte occidental de los paramentos murales.

 

En el interior, un arco fajón apoyado sobre pilastras divide en dos el espacio de la nave. La zona absidal, cubierta con bóveda de cuarto de esfera, está precedida por un estrecho arco presbiterial apuntado. A ambos lados del tramo oriental de la nave se abren sendos arcosolios compuestos por un arco de medio punto, los cuales funcionan a modo de pequeñas capillas, solución que también se observa en templos cercanos como en Sant Bartomeu de la Vall d´Ariet o en la Mare de Déu del Remei d´Oroners. Una imposta de bisel recorre perimetralmente el primer tramo de la nave y el cuerpo absidal. Bajo ella, sendos grupos de cinco orificios cuadrados alineados posiblemente sean los puntos de anclaje de la cimbra que se utilizó para la construcción de las bóvedas. El tramo occidental de la nave carece de esta imposta, y presenta un aspecto muy diferente al descrito para la parte oriental, lo que confirma la idea de las dos posibles fases del proceso constructivo.

 

Los especialistas han señalado que el ábside y el primer tramo de la nave, construidos con un paramento de sillares irregulares y pequeños bien dispuestos y reforzados con mortero de cal, corresponden a un primer proyecto primitivo, que se realizaría a finales del siglo xi o incluso en la primera mitad del siglo xii. Seguramente, el templo se amplió  posteriormente mediante sillares más irregulares en el siglo xii.

 

Texto: Nuria Font Marco/Juan Antonio Olañeta Molina ­- Fotos: Nuria Font Marco - Plano: Marta Buira Ferré

 

Bibliografía

 

Catalunya Romànica, 1984-1998, XVII, pp. 217-218; Fité i Llevot, F., 1985, p. 102, 133; Fité i Llevot, F., 1986a, II, p. 555; Fité i Llevot, F., (en prensa); Fité i Llevot, F., González i Montardit, E., 2010, p. 262; Mora Giné, X., 2010, pp. 19, 25, 82; Sanahuja Vallverdú, P., 1961, pp. 342-347.