Identificador
49192_01_004
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 33' 8.56" , -5º 47' 55.23"
Idioma
Autor
José Ángel Rivera de las Heras,Pedro Luis Huerta Huerta
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
La Hiniesta
Provincia
Zamora
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
Finales del siglo XII. Madera policromada (repintada), 28,5 x 12,8 x 12 cm. Iglesia de Santa María la Real En el interior del templo se venera una talla de la Virgen con el Niño que la tradición hace coincidir con la hallada por Sancho IV. La imagen está colocada en un templete de plata cerrado que sólo se abre en ocasiones excepcionales. Actualmente porta amplios ropajes de tejidos bordados, un rostrillo de plata y una corona de metal, elementos todos ellos que impiden apreciar el verdadero aspecto de la pieza. Liberada de tales aditamentos se observa una talla de madera burdamente repintada con algunas reintegraciones volumétricas llevadas a cabo en siglos pasados. Pertenece al prototipo románico de Virgen en Majestad o Trono de Dios en el que se muestra a María en posición hierática y frontal, sentada sobre un trono dotado de un respaldo rematado con bolas en los extremos. Porta corona y velo ceñido a la cabeza que cae totalmente liso sobre los hombros y la espalda. Viste túnica de pliegues rectos y paralelos bajo los que asoma el típico calzado puntiagudo. Encima lleva un manto abrochado a la altura del pecho que se despliega hacia los lados de form a simétrica ocultando gran parte de los brazos. En el centro de su regazo está colocado el Niño, ataviado igualmente con túnica y manto, pero sin comunicación alguna con la Virgen. La disposición que presentan hoy día las manos de ambas figuras responde a las modificaciones que se hicieron en ellas en el siglo XVI, según apunta Guadalupe Ramos de Castro que cita los libros del fábrica. La mano de la Virgen y del Niño fue rehecha de mayor tamaño resultando por ello desproporcionada y muy separada del cuerpo, tal vez para que pudiera asomar sin dificultad bajo los ropajes modernos. Desde el punto de vista tipológico existe un claro paralelismo con las vírgenes zamoranas de Malva y Vezdemarbán, así como con algunos ejemplares navarros (Izurzu, Torralba y Nuestra Señora de Rocamador de Estella) y catalanes (Fons del Museu Frederic Marès/1. Catàleg d´escultura i pintura medievals, Barcelona, 1991, n.º 76 y 78) fechados a finales del siglo XII o principios del XIII. El carácter hierático de esta pieza y la composición rígidamente simétrica la sitúan mejor en los últimos años de la duodécima centuria.