Iglesia de Santa Bàrbara de Pruneres (o Prunera)

La iglesia de Santa Bàrbara de Pruneres se encuentra encaramada en la montaña de Santa Bàrbara, en el centro del término municipal de Montagut i Oix. Se llega al templo desde la carretera GIC-5221, dirección Norte, tomando, en el km 7’2, una pista forestal que avanza hacia el Oriente. Tras unos 5 km, se alcanza una masía llamada La Sala, pasada la cual debe subirse hasta la cima de la montaña donde se sitúa el templo.

Este aparece citado por primera vez en el año 966, en el testamento del conde Sunifred II, siendo legado al monasterio de Sant Pere de Camprodon. En un documento por el que el conde Miró II dona a Sant Vicenç de Besalú ciertos alodios junto con la iglesia de Sant Joan de Balbs (977), el lugar de Prunas aparece como una de las afrontaciones de la villa de Scalis. Aparece también citada en la confirmación de bienes de Sant Pere de Camprodon por bula de Benedicto VIII (1017). En el testamento de Bernat de Calabuig se cita un alodio en Pruneres que es redimido mediante el pago de 10 libras de plata.

Los otros datos conocidos refieren al hecho de que la iglesia fue sufragánea de Santa Maria del Coll de Panissars, y a partir de 1617 de Sant Llorenç d’Oix. Se conoce la advocación de tres altares, dedicados a santa Bárbara, santa Catalina y san Bartolomé. Durante el siglo xiv, el linaje rosellonés de los Blau y de los Barutell, señores de Bestracà, se asocia a este edificio por el que demostraron un gran interés hasta convertirlo en panteón familiar. Durante la Guerra Civil desapareció una lápida en alabastro que conmemoraba un óbito de este linaje, de la que actualmente se conserva una reproducción en yeso en el Museo de Olot.

La iglesia de Santa Bàrbara de Pruneres es un templo de nave única con cabecera formada por un ábside semicircular. La cubierta de la nave es de bóveda de cañón apuntado hecha de grandes sillares bien cortados y colocadas en hiladas regulares, mientras que el ábside está cubierto con bóveda de cuarto de esfera. Ambas bóvedas arrancan de una cornisa que en la nave se interrumpe tan sólo en el muro oeste. Nave y ábside conectan mediante un arco triunfal de medio punto. En el extremo oriental de la nave, a cada lado del arco triunfal, se abre una capilla que simplemente rebaja el muro, sin diferenciarse en el exterior.

La iglesia fue restaurada en las décadas de 1960 y 1970, momento en el que también se reconstruyó el pórtico sur que protege la entrada principal. En fotografías antiguas se observa que dicho pórtico estaba abierto por cuatro arcos de medio punto y que el acceso a su interior se efectuaba por un cuerpo arquitectónico adosado a la fachada oeste. En la restauración se añadió un arco que permite el acceso por la parte sur. Según se constata también mediante la observación de fotografías antiguas, antes de la reconstrucción, el templo estaba sobrealzado con un piso superior construido en el siglo xviii y el alzado oeste estaba coronado por una torre, que fue convertida en la actual espadaña.

En el templo se abren cuatro ventanas. La primera de ellas se halla en el muro del ábside y consiste en una saetera abocinada de doble derrame y dintel monolítico. Otras dos saeteras de doble derrame están practicadas en el lado sur, la más oriental de las cuales se abre al interior de una de las capillas. Con respecto a la otra se observa que presenta un abocinamiento hacia el exterior muy reducido, mientras que es más pronunciado hacia el interior. Por último, en la fachada oeste se abre una ventana con doble derrame coronada por un arco de medio punto. Hay que decir, además, que por encima del ábside se abre un pequeño óculo monolítico que se abocina hacia el interior. El acceso al interior del templo se realiza por una puerta abierta en el muro sur. La portada es de arco de medio punto de dovelas muy alargadas, sin dintel ni arquivoltas. La fachada sur queda parcialmente tapada por el pórtico, que es el elemento más característico del edificio.

El paramento de este templo es muy homogéneo. Está hecho a base de sillares grandes bien labrados dispuestos en hiladas a soga y tizón que apenas presentan argamasado. Por el exterior, toda la nave va perfilada por una cornisa bajo la cubierta moderna. La reconstrucción ha contribuido a la conservación del templo, aunque claramente ha modificado su aspecto original. Por la técnica constructiva de sus muros, el edificio podría fecharse a finales del siglo xii o principios del xiii.

Virgen con el Niño

En el Museu Nacional d’Art de Catalunya se conserva una imagen de la Virgen procedente de Santa Bàrbara de Pruneres (núm. inv. 4386), de notable calidad y que se ha fechado en el siglo xii.

La talla, que se conserva bastante maltrecha y con numerosas pérdidas, responde al tipo habitual de la Sedes Sapientiae. Tanto la figura de María como la del Niño, sentado en su regazo, resultan ligeras y, aunque sencillas, talladas con esmero y delicadeza; se aprecia el buen hacer del escultor en los rostros, de ojos expresivos, y en los ropajes harmónicos y nada pesados. En alguna fotografía antigua se observan todavía las coronas de ambos personajes, hoy desaparecidas.

Texto y Fotos: Marcos Ojosnegros Marín – Planos: Francesc Xavier Llagostera Gelis

Bibliografía

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