Identificador
49500_01_012
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 41' 53.43" , -6º 20' 55.23"
Idioma
Autor
Jaime Nuño González
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Alcañices
Provincia
Zamora
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
LA IGLESIA PARROQUIAL se halla en el punto neurálgico de la puebla vieja. Es un edificio levantado fundamentalmente a base de mampostería granítica, aunque con algunos elementos de sillería, con cabecera cuadrangular, crucero rematado por cúpula central, con una nave y espadaña a los pies, con una escalera de caracol adosada. Al norte se han ido añadiendo la sacristía y lo que en su día fue el palacio de los marqueses de Alcañices, hoy convertido parcialmente en residencia de ancianos. A mediodía se adosa el pórtico que precede a la portada. De la construcción medieval no es mucho lo que se ha conservado, remontándose a época románica la portada y posiblemente parte de la caja muraria de la nave, aunque todo el lado septentrional queda oculto por la citada residencia. Llaman la atención especialmente unos restos constructivos que se aprecian en el oeste, adosados a la espadaña, o, mejor dicho, integrados en ella y que sin duda forman parte de un antiguo recinto fortificado, correspondiendo lo poco conservado a una puerta cuadrangular delimitada por dos arcos -junto a uno de los cuales aún se aprecia el hueco del tranco- que apoyaban en jambas rematadas por impostas de listel y chaflán, un elemento éste que aunque típico del románico tardío también puede llegar hasta el siglo XIV. En todo caso la presencia de esta puerta parece conferir a la iglesia -al menos a la primitiva- un carácter de fortificación que fue tan habitual en los templos medievales y que en este caso es más que evidente por el lugar que ocupa la parroquia dentro del recinto amurallado. Atendiendo a las estructuras propiamente románicas, la pieza más clara es la portada meridional, aunque está un tanto reformada, encontrándose ahora inscrita entre pilastras y entablamento que pueden fecharse hacia fines del siglo XVI o en el XVII, conformando una estructura de entrada muy típica de estos momentos. En consecuencia es muy probable que la primitiva puerta románica fuera desmontada y reutilizada, conservándose en la actual tres arquivoltas de medio punto, que también creemos que han sido modificadas. La arquivolta interior -que claramente presenta renovadas las dovelas- es simple, con arista en bocelillo, descansando en pilastras sin la habitual imposta; la segunda es de perfil cuadrangular y muestra en el frente una tosca decoración de simplificadas hojas, de vid o de higuera, alternando con motivos geométricos, una composición que para G. Ramos es claramente gótica. Este arco apoya en columnillas acodilladas con basas de doble toro y escocia y capiteles sumamente toscos, con unas incisiones en los ángulos superiores que pretenden, tal vez, imitar rudimentarias pomas, sobre las que llama también la atención la ausencia de cimacios. Por lo que respecta a la tercera arquivolta parece tener casi con seguridad todo el dovelaje renovado en época moderna, a juzgar por el perfil, en el que alterna cuarto de caña y cuarto de bocel, una composición tan típica de estos siglos. Sus apoyos son una vez más columnillas acodilladas, con los mismos capiteles ya descritos, aunque esta vez con la novedad de que sí rematan con cimacios de nacela. Una de las particularidades que presenta esta portada y que parece refrendar la hipótesis de profundas renovaciones a partir de una original estructura románica es el hecho de que soportes, capiteles y gran parte del dovelaje de la segunda arquivolta están tallados en pizarra verdosa, mientras que el resto -lo que parece corresponder a lo reformado- es de granito. Por encima de estas arquivoltas y dentro del alfiz que forma el entablamento posmedieval, hay algunas piezas románicas reutilizadas como mampuesto, concretándose en dos elementos ajedrezados y otro con motivo geométrico en V. El interior del templo se muestra revocado, aunque en el muro norte de la nave se aprecia la existencia de una portada antigua, más pequeña que la anterior, cuyo exterior no es visible al estar inhabilitado por la sacristía. Se llega a ver el arco de ingreso de medio punto, con impostas de listel y chaflán, enmarcado en otro arco mucho más amplio, escarzano, todo ello en granito. Aunque no hay elementos muy claros para poder aportar una fecha, es posible que se trate también de una obra románica. También dentro de la iglesia se conserva un capitelillo exento, de granito, apoyado en columnilla y aunque basa y fuste nos parecen posmedievales, el capitel puede remontarse igualmente a época románica. Es tosco y sencillo, trabajado en sus cuatro caras, con una altura de 29 cm y con 31 cm de lado, decorado con hojas planas angulares rematadas en bolas, con otras hojas similares, puntiagudas, también con pequeñas bolas, ocupando el centro de cada una de las caras. En conclusión no es mucho lo que puede considerarse como románico en Alcañices, caracterizado además por cierta descontextualización y por una calidad técnica muy pobre. Los autores que han visto la portada meridional coinciden en considerarla como de época muy avanzada, incluida prácticamente dentro del siglo XIII -G. Ramos la supone posterior a 1230- y a veces relacionándola con el momento en que la Orden del Temple se hace con el dominio de la villa, opinión que también a juicio nuestro es perfectamente viable.