LA IGLESIA PARROQUIAL DE San Juan Bautista Degollado se localiza en el centro del pueblo, aislada de otras edificaciones. En origen se trataba de una constru cción románica realizada en sillería de piedra arenisca que constaba de una sola nave con su correspondiente ábside. En época posterior se añadió una segunda nave en el lado del evangelio al tiempo que se reconstruía la capilla mayor, conformando así la estructura que ofrece actualmente. El muro sur de la nave se corresponde con la vieja fábrica románica y en él se abre una portada ligeramente adelantada respecto a la línea general del paramento, cobijada por un pórtico moderno. Consta de un arco de ingreso apuntado, tres arquivoltas -la primera en forma de bocel y las otras dos lisas- y un guardapolvo abocelado. Descansa todo el conjunto sobre un cimacio liso corrido que apea directamente sobre jambas y columnas acodilladas provistas de sus correspondientes capiteles. Los del lado izquierdo representan formas geométricas en uno de ellos y en el otro dos figuras masculinas bajo arquillos -una de ellas sedente- sobre las que se dispone la siguiente inscripción: NATIVITAS / I(o)H(an)NIS (b)ABTI / STA / DE..., en clara alusión al mensaje transmitido por el arcángel San Gabriel al anciano Zacarías (Lucas, 1, 5-25), que tiene su paralelo en el anuncio del nacimiento de Cristo a San José (Mateo, 1, 20-25). Los arquillos bajo los que se disponen las figuras parecen querer reflejar la arquitectura del templo en cuyo interior tuvo lugar el pasaje evangélico, más tarde relatado en la Leyenda Dorada. Este tema del ciclo del Precursor no es f recuente en el repertorio iconográfico del románico español, de ahí la importancia que adquiere este ejemplo burgalés que fue copiado, con algunas modificaciones, en la portada de la cercana iglesia de Mundilla. Representaciones de este tipo aparecen en Notre-Dame du Port de Clermont-Ferrant y en un mosaico de Monreale. Los capiteles del lado derecho se decoran con dos arpías y con hojas dispuestas en forma de hélice que recuerdan ejemplos del cercano foco aquilarense (monasterio de Santa María la Real de Aguilar de Campoo, Zorita del Páramo, Vallespinoso de Aguilar, Villanueva del Río, Santa María de Piasca, etc.), y que fueron torpemente imitados en las cercanas iglesias de Basconcillos del Tozo, Mundilla, Pedrosa de Valdelucio y Bañuelos de Rudrón. La datación de los capiteles palentinos en los últimos años del siglo XII y de Piasca en torno a 1172 sugiere para estos ejemplos burgaleses una cronología más tardía que debe rondar el primer tercio del siglo XIII. Esta decoración evidencia la copia de un mismo modelo por manos diferentes, aunque en todos los casos se trata de artesanos populares poco preparados para la interpretación de temas figurados. A los pies del templo se yergue una torre de planta cuadrangular cuyos dos primeros cuerpos corresponden también a la fábrica románica. El nivel inferior es macizo, mientras que en el segundo, del que le separa una imposta corrida, se abre una ventana formada por un arco de medio punto que apoya sobre dos columnas coronadas por sendos capiteles de toscas formas geométricas.