Santa Maria de Montraveta
Iglesia de Santa Maria de Montraveta
El templo, dedicado a santa María, se sitúa junto a la casa Montraveta, construcción de origen medieval que se alza en un cerro rodeada de las colinas de
La iglesia es citada en el año 1070, en la donación realizada por Arnau de Sanç, su hermano Heribau y su madre Amaltruda –señora de Peracamps– a Santa Maria de Solsona. Pocos años más tarde, en 1084, una domum de Sancte Marie vocata de Monte de Betre vuelve a aparecer como afrontación de unas tierras que Arnau Bofill donó a la canónica en el vecino lugar de Peracamps. Por otro lado, en 1229 un documento se refiere a la iglesia de Beate Maria in locum Muntrevetre con motivo de la donación del caballero Bernat de Freixe de unos diezmos a dicha iglesia. Finalmente, en el siglo xix la iglesia pasaría a ser nombrada como Nuestra Señora del Remedio de Montraveta.
El edificio presenta planta formada por una sola nave rectangular y un ábside semicircular, a los que, posteriormente, se añadieron una sacristía moderna en el sector meridional del ábside y dos capillas adosadas a la nave. También debe atribuirse a una intervención moderna la construcción del porche del sector occidental que cobija la puerta de entrada, una solución que fue adoptada entre los siglos xvii y xviii en otras tantas iglesias de la zona como Sant Miquel de Fontanet, Santa María de Llanera o Sant Salvador de Solerdemunt, en el municipio de Torà. En el ábside, que presenta como decoración en su parte superior un friso continuo de arquillos ciegos, se abre una ventana, actualmente tapiada, de doble derrame y arco de medio punto adovelado de factura bastante tosca. En la cornisa que culmina el paramento absidal se observa un elemento esculpido identificado como un cardo, emblema de la familia Cardona. Este linaje cobró especial protagonismo en la zona del Solsonés a partir de principios del siglo xiii, aunque como ya se ha mencionado, Amaltrud, señora de Llobera a principios del siglo xi, procedía de esta familia. Finalmente, en el sector occidental de la iglesia se ubica la actual puerta, de perfil adintelado, cobijada por un porche a doble vertiente sostenido por dos columnas y recorrido por un banco. Corona la fachada una espadaña de doble ojo que tampoco corresponde a la obra románica.
En el interior, la nave, cubierta con bóveda de cañón ligeramente apuntada, presenta un espacio reducido, ampliado por las profundas capillas que se edificaron con posterioridad y que acercan la planta actual a una cruz griega. El ábside se cubre con bóveda de cuarto de esfera apuntada y se abre a la nave mediante dos arcos en degradación, de los que el exterior es interrumpido por la apertura de una puerta para acceder a la sacristía. A los pies del edificio se conserva un falso coro fruto de una intervención posterior.
Los vestigios románicos de esta iglesia han sido datados en torno a finales del siglo xi o principios del xii.
Texto y fotos: Nuria Trigueros Beltrán - Planos: Eva García Luna
Bibliografía
Baraut i Obiols, C., 1984-1985b, pp. 118-119; Catalunya Romànica, 1984-1998, XIII, pp. 158-159; Serra i Vilaró, J., 1958, p. 37; Vidal Sanvicens, M. y Vilaseca López, M., 1979, pp. 257-258.