Santa María de Argelaguer
ARGELAGUER
Argelaguer es un municipio de la comarca de la Garrotxa que se asienta en la confluencia de los ríos Llierca y Fluvià. Situado a 183 m de altitud, limita al Norte con Tortellà y Sales, al Este con Besalú, al Sur con Sant Ferriol y al Oeste con Sant Jaume de Llierca. Dista 16 km de Olot y 38 km de la capital provincial, Girona, que se recorren a través de la C-66 hasta la localidad de Besalú, donde se toma la A-26 que conduce a Argelaguer.
Las primeras referencias documentales que aluden a esta localidad se encuentran en un documento datado en el año 982, en el que el rey Lotario confirma las posesiones de Santa Maria de Ripoll, entre ellas el alodio de Argelagarios: In comitatu Bisuldunense (…) alodem qui dicitur Iovo, et Argelagarios, et in Valle alta, et in Iuviniano, cum casis, vineis et terris. En el 1004 la iglesia parroquial es reclamada por el obispo Ot de Girona al conde Bernat Tallaferro, y años más tarde, en el 1011, el Papa Sergio IV confirmaba de nuevo la monasterio de Ripoll el alodio de Argelaguer, entre otras posesiones incluidas en el condado de Besalú. Según informa una bula del Papa Benedicto VII del año 1017, el monasterio de Sant Esteve de Banyoles también poseía diversos bienes en el lugar: In Agelager domos, terras, vineas, silvas, cultum et eremum, cum terminis et adjacentiss suis.
La jurisdicción civil de la villa perteneció inicialmente a los señores del castillo de Sales, que en 1212 lo cedieron en feudo a los señores de Montpalau. A principio del siglo xiii, Arnau de Sales había hecho construir al lado del castillo de Montpalau la capilla de Santa Magdalena. La dependencia de la parroquia de Argelaguer respecto al citado castillo se aprecia perfectamente durante el siglo xiv. De este modo, un nomenclátor diocesano de esa época precisa: Capella sanctae Marie Magdalene in castri de Montepalatio, in parrochia sancte Marie de Argilagueriis. Mientras que un fogaje de las Cortes de Cervera expresa: parroquia Dargilaguer del terme del castell de Montpalau…32 fochs. Cuando en el siglo xv la familia Montpalau abandonó la fortaleza de la falda de la montaña, edificó en Argelaguer una mansión señorial que actualmente se conserva en el centro de la villa. En ella residía, a mediados del siglo xv, Berenguer de Montpalau, diputado de la Generalitat, que fue sucedido por Guillem de Montpalau.
Finalmente, conviene recordar que existe una leyenda muy arraigada en la zona que presupone hijo natural de Argelaguer al papa Dámaso (siglo iv). La tradición, que fue recogida por diversos cronistas como Jeroni Pujades, carece de base documental. No en vano, la devoción del Santo todavía es muy viva en la localidad.
Iglesia de Santa Maria
La iglesia parroquial de Santa Maria d’Argelaguer, ubicada en el extremo sur de la villa homónima, al lado del núcleo antiguo, aparece documentada por vez primera en el año 1004. En el acta del juicio celebrado en el castillo de Besalú, el obispo Ot de Girona reclamaba al conde de Besalú Bernat Tallaferro (970-1020) la posesión del templo de Sancte Mariae de Argelagario. La denominación se convirtió posteriormente en Sancta Marie de Argelaguerio, según consta en el Llibre Verd del Capítulo de Girona, del año 1362.
La construcción actual se presenta como una amalgama de reformas que enmascaran el proyecto original, del cual subsisten, no obstante, los vestigios constructivos del ábside y el campanario. Así, el templo Santa Maria d’Argelaguer es el producto de una gran reforma asumida durante los siglos xvi y xvii, en la que se aprovecharon diversos elementos de la fábrica románica, que debía presentar una sola nave y ábside semicircular. Englobados en la estructura actual del edificio todavía podemos identificar algunos elementos arquitectónicos de la primitiva iglesia. Entre ellos, conviene mencionar las dos columnas adosadas del ábside, así como la ventana románica actualmente tapiada. Del mismo modo, en la fachada sur se conserva un friso de dientes de sierra soportado por un conjunto de ménsulas lisas. Más significativa es la base del campanario, donde podemos observar el arco de la antigua puerta, ahora cegada, así como el aparejo con sillares regulares y bien tallados, que corresponde a la fábrica románica.
Este primitivo edificio sufrió una gran reforma estructural en el siglo xv, que debemos relacionar con los terremotos que sacudieron la zona en los años 1427 y 1428. En consecuencia, fue necesario reconstruir el edificio aprovechando las estructuras anteriores. Todas estas intervenciones son meridianamente observables en el exterior: se reconstruyó el ábside sobre la base románica, se alzó nuevamente el muro norte y se rehízo totalmente la fachada. En la actualidad el templo presenta una forma cuadrada y tres naves; se accede a él a través de una puerta moderna ubicada en el muro occidental. Ésta presenta dos columnas con capiteles modernos que sustentan un tímpano con canales radiales. El dintel ostenta la fecha de 1573, que cabe relacionar con nuevas reformas acaecidas en la segunda mitad del siglo xvi. En esta nueva campaña constructiva también se abrieron los muros laterales para la construcción de capillas, por lo que el edificio adquirió su disposición actual de basílica de tres naves.
Aunque algunos autores sitúan la hipotética fábrica románica en el siglo xi (cronología defendida por R. Sala i Canadell y N. Puigdevall i Diumé) resulta evidente la inexistencia de elementos que sustenten una datación segura.
A finales del año 2007 se llevó a cabo una importante campaña de restauración del edificio, centrada en la rehabilitación del campanario y la recuperación de los restos estructurales de época románica del ábside.
Texto y fotos: Carles Sánchez Márquez
Bibliografía
Baraldés i Capdevila, M., Casas i Pujades, B., y Costa i Costa, J. M., 2008, pp.21-28; Bayona i Prat, L., y Buscató i Somoza, L., 2008, pp. 7-9; Catalunya Romànica, 1984-1998, IV, pp. 115-116; Corominas Planellas, J.M. y Marqués Casanovas, J., 1967-1978, IV pp. 93-101; Grabolosa i Puigredón, R., 1968, pp. 149-151; Murlà i Giralt, J., 1983, p. 192; Sala i Canadell, R., y Puigdevall i Diumé, N., 1977, p. 8; Valeri, X., 2002, pp.17-19.