Castillo de Esclanyà

Esclanyà es un núcleo de población que queda a 2’2 km al noreste de Palafrugell, y a 4’9 km al suroeste de Begur. Su pequeño núcleo antiguo es un remanso de paz que contrasta fuertemente con las bulliciosas poblaciones costeras vecinas. Los restos del castillo, una gran torre rectangular, quedan justo a la entrada del pueblo, desde la carretera que va de Begur a Palafrugell (GIP-6531). Forman parte de una propiedad privada.

La primera noticia documentada del castillo data de 1362, siendo ya propiedad de la baronía de Begur, que estaba en manos de los Cruïlles-Peratallada. Del conjunto queda sólo la mencionada torre, una compacta estructura de planta rectangular, de unos 6 por por casi 10 m de costado y una altura actual de unos 13 m. En el centro de la fachada este hay un matacán con una estrecha abertura en arco de medio punto adovelado. Las otras aberturas visibles son todas del siglo xviii, momento en el que se adosaron a la torre varios cuerpos, cabe suponer que al ser incorporado a las estructuras de un manso agrícola.

El aparejo de los muros, en hiladas perfectamente rectas, está formado por sillares bastante regulares y bien tallados, que aminoran ligeramente su tamaño en los niveles superiores. Como es habitual, el grosor de los muros va también disminuyendo en altura, y quedan algunos restos de almenas en el coronamiento final, en la parte norte. Pese a la ausencia de noticias anteriores a la baja Edad Media, el análisis de la fábrica permite fechar la torre entre los siglos xi y xii.

Texto y foto: CONSUELO VILA MARTÍ

Bibliografía

Badia i Homs, J., 1981, I, p. 95; Catalunya Romànica, 1984-1998, VIII, p. 168.